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domingo, 9 de abril de 2017

La escuela de los animales.



Nada ejemplifica mejor ideas y experiencias como una historia con moraleja, esta vez les comparto la escuela de animales, el mensaje es claro y está buena para compartir con colegas, con padres de familia, a veces es la mejor forma de que comprendamos lo que explicamos a la luz de teorías y siempre queda confuso. Disfrútenla. 



sábado, 23 de mayo de 2015

Historia reflexiva: Es mejor dar que recibir.

Hermosa historia para leer en silencio e iniciar una hermosa jornada de trabajo docente. 


Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.
El alumno dijo al profesor:
Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.
Mi querido amigo le dijo el profesor, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.

Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.

Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió
a mirar.
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?

El joven respondió:
Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.

viernes, 15 de mayo de 2015

Cuento: ¿Me podrías ayudar?(Incluye guía pedagógica)


En esta ocasión les traigo un cuento para trabajar valores, puede desarrollarse con niños,con jóvenes, con adultos, con profesores o padres de familia. Usted acomode a los participantes que le corresponde.
Guía pedagógica para trabajar el cuento 


¿Me podrías ayudar?

1- Lea en voz alta el cuento.
2- Entregue una hoja con el cuento para que hagan lectura silenciosa.
3- Pregunte a los participantes ¿cuál es la razón por la que los animales no le ayudaron a la liebre? (la respuesta la escribirán e una hoja en blanco que usted les entregará)
4- Pida que intercambien papeles entre ellos y que lean y expliquen las explicaciones que les correspondió leer. 
5- Pida que le expliquen cuales son los valores que están presentes en este cuento. 
6- Cuestione a los participantes respecto a la vanidad que tenemos como padres,vecinos, profesionales, personas, etc y concluya que en cualquier momento nuestros valores están poniéndose de manifiesto. 

** Recuerde a los participantes solo les entregaremos el cuento, la actividad pedagógica y su desarrollo es solo del facilitador.

martes, 31 de marzo de 2015

Un nudo en la sábana. (Historia uso pedagógico en escuela para padres)



Historia para compartir con los padres y madres de familia. 
1º  Entregar la historia
2º Solicitar que los participantes expliquen como ellos le dedican tiempo a sus hijos.
3º Entregar la reflexión al final de esta historia y pedirles que expliquen lo que comprenden de esa reflexión. 
4º  Escriba en la pizarra los aportes de los participantes y haga el cierre enfatizando la calidad del tiempo que se brinda a los hijos. 

El nudo en la sábana. 
"En la reunión de padres de familia de una escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los ‪hijos‬. 
Ella entendía que aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran trabajadores, debían encontrar un poco de tiempo para dedicar y pasar con los niños. 
Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana.
Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo y cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya estaba acostado.
Explicó además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia. 
Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las noches cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había ido a ver mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana. 
Cuando mi hijo despierta y ve el nudo, sabe que su papá ha estado allí y lo ha besado. El nudo es el medio de comunicación entre nosotros.
La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando comprobó que el hijo de aquel hombre era uno de los mejores alumnos de la escuela."



Reflexión final: 
Este hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros.
Aquél padre encontró su forma, una forma simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía a través del nudo, todo el afecto de su papá.
Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban para aquél hijo, muchísimo más que un montón de regalos o disculpas vacías.
Es válido que nos preocupemos por las personas, pero lo más importante es que ellas sepan y puedan sentir nuestra preocupación y cariño por ellas.
Para que exista la comunicación, es necesario que las personas “escuchen” el lenguaje de nuestro corazón, ya que los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras.
Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el golpe de la rodilla o el miedo a la oscuridad.
Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben distinguir un gesto de afecto y amor, aunque ese gesto sea solamente un nudo en la sábana. Un nudo cargado de afecto, ternura y amor.


“Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño, amor e integridad, piensen en ti”

sábado, 21 de marzo de 2015

EL NIÑO QUE PUDO HACERLO... (Reflexión)




Lectura para compartir en jornadas docentes.
1º-  Entregar copia de la historia
2ª- Solicitar a los participantes que expliquen que entendieron respecto a la explicación que brindó el anciano.
3ª-  ¿Cómo aplicaría esto que comentan los participantes en los estudiantes?
4ª-  Cómo aplicaría la reflexión de la lectura en su práctica docente.
5º-  Concluya haciendo un resumen de las reflexiones del grupo.



El niño que pudo hacerlo.

Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría.


Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.
Golpeó, golpeó y golpeó hasta que consiguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo.

A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos.

Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.
-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.

Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.
-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.
-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.
-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

lunes, 26 de enero de 2015

En que te convierte cada decisión



¿Estudiar o hacer algo por dinero, por fama o porque es lo que tus padres querrían que hicieras? 


"Decide en lo más profundo de tu corazón qué es lo que realmente te apasiona y desafía, y empieza a dirigir tu vida en esa dirección. [...] Tal vez no llegues exactamente donde pensaste estar, pero estarás haciendo cosas que te irán formando en la profesión en la que crees. No dejes que la vida, aleatoriamente, te fuerce a convertirte en el adulto que nunca quisiste ser."


Chris Hadfield. (Comandante de la Expedición 35 de la Estación Espacial Internacional)

martes, 20 de enero de 2015

Historia Reflexiva: Las apariencias engañan

Se encontraba en la biblioteca un hombre vestido de overol de esos que usan los trabajadores de las fábricas, y calzaba sandalias en un día muy frío.

En sus manos llevaba varios libros.

¿Quién es ese hombre?, era la pregunta general.

Es un profesor de Física, y viene del peru; fue la respuesta, con la siguiente historia:

Un día este hombre llegó hasta la facultad de Física vestido del modo tan particular en que le gusta vestir. Pidió, una entrevista con el decano. Le indicaron que estaba en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo.

La secretaria lo buscó, y al rato salió el decano a verlo. Luego de saludarlo, el hombre le dijo: Vengo a pedir trabajo como docente de Física. El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la antítesis de un profesor universitario. De pronto, el decano dibujó una leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara.

Entraron en una sala, donde había una media docena de docentes universitarios.

El decano le dijo: Hace poco recibimos este libro como texto guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente. El hombre tomó el texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno los problemas que le habían indicado.

Los docentes cambiaron poco a poco, la sonrisa de burla que tenían en sus rostros, por una cara de asombro. Cuando terminó, el decano, atónito, le dijo casi tartamudeando:

-¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver estos teoremas! El hombre, con sencillez, simplemente respondió:
-Yo soy el autor del libro.

La mejor forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas.

Usa tus ojos...

para ver la belleza de la vida, o para ver el interior de las personas. No los uses para criticar maliciosamente de cómo se ven o se visten los demás, o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.

Usa tus oídos...

para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento; para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edifican tu interior. No los uses como un arma, o para envenenar a los demás, creando cizañas, con lo escuchado.

Usa tu olfato...

para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor. No lo impregnes, con los malos olores, como lo son el odio, el egoísmo, la traición.

Usa tu gusto...

para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación. No lo uses para saborear las derrotas de otros, o cuando algo les sale mal.

Usa tu tacto...

para sentir y dar amor, para tocar a las personas con tus deseos positivos, con tu caridad. No lo uses para pedir injustificadamente, o para golpear sin piedad.

¡El Sexto Sentido, el más importante...!

es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos; entre el bien y el mal, entre dar o recibir, entre salvar o matar.

A veces miramos sin ver; oímos sin escuchar; olemos sin percibir; probamos sin saborear; tocamos superficialmente...!

¡Usa tus sentidos sabiamente; no se trata de cuántos tengas, sino de cómo los utilizas.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Me Alegro de Ser Maestro


Prefiero ser un maestro que un vendedor. Aunque un vendedor gana más dinero que yo, no cambiaría el lugar con él. El vende lavadoras, plumas fuentes, etc., pero yo vendo ideas.

Prefiero ser un maestro que un arquitecto. Un arquitecto ayuda a construir edificios, pero yo ayuda a construir caracteres.


Prefiero ser un maestro que un artista, fascinante como pueda ser esa profesión en su completa belleza, color y simetría. Un artista pinta cuadros sobre lienzos, pero yo pinto cuadros sobre las memorias de los niños.

Prefiero ser un maestro que un contable. El contable hace balance de cuentas, pero yo hago balance de vidas.

Prefiero ser un maestro que un negociante. El negociante trabaja con hechos y figuras, y con monedas sin vida, pero yo trabajo con mentes que se abren, futuros que brillan y principios que crecen.

Prefiero ser maestro que un orador. Un orador insta a adultos al aplauso y a la admiración, pero yo insto a los niños a la elección correcta y al pensamiento noble.

Prefiero ser un maestro que un arqueólogo. El arqueólogo saca tesoros de la tierra, pero yo saco talentos de las vidas.

Prefiero ser un maestro que un estadista. El estadista trata con ciudadanos hechos, pero yo trato de futuros ciudadanos.

Prefiero ser un maestro que un intérprete. El interpreta palabras e ideas, pero yo interpreto motivos, propósitos y anhelos.

Me alegro de ser MAESTRO.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Reflexión docente: Los leñadores



RECIENTEMENTE TUVO LUGAR el “Campeonato Mundial de Leñadores” que se celebra todos los años en Canadá. ¿Los finalistas? Un Canadiense y un Noruego llamados Peter y Johann respectivamente.

Su tarea era muy sencilla. A cada uno de ellos se le adjudicó un sector del bosque. Aquel que talara más árboles entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, sería el ganador.

A las 8 en punto sonó el silbato y los dos leñadores se pusieron manos a la obra con destreza. Iban talando intercambiando golpe tras golpe hasta que a las nueve menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía… Advirtiendo su oportunidad, ¡el Canadiense redobló sus esfuerzos!

A las 9, el Canadiense oyó que el noruego comenzaba a talar otra vez. Una vez más parecía que iban talando intercambiando golpe tras golpe, ¡hasta que a las diez menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía! El Canadiense perseveró, decidido a sacar el mayor partido posible de la debilidad de su adversario.

A las 10 en punto, el Noruego comenzó a talar de nuevo. Hasta que a las once menos diez hizo una nueva pausa. La confianza del Canadiense iba en AUMENTO — podía “oler” la victoria y prosiguió con su ritmo regular y constante.

Y así sucesivamente a lo largo de todo el día. Cada hora a menos diez, el Noruego paraba y el Canadiense seguía talando. Cuando sonó el silbato a las 4 de la tarde señalando el final de la competencia, ¡el Canadiense estaba absolutamente convencido de que el premio era suyo! Te podrás imaginar cuál sería su sorpresa al descubrir que había perdido…

“¿Cómo lo hiciste?” le preguntó al Noruego. “Cada hora a menos diez oía que te parabas. ¿Cómo demonios pudiste cortar más árboles que yo? ¡No es posible!”

“Pues realmente es muy sencillo,” respondió el Noruego con franqueza. “Cada hora a menos diez, paraba. Y mientras tú seguías talando, yo me dedicaba a afilar el hacha…”

Enseñanza: ¿hace cuanto tiempo que no paras de trabajar para afilar tu hacha?. ¿Hace cuanto tiempo que no refuerzas tus conocimientos educativos  para mejorar tu gestión docente?. ¿Hace cuanto tiempo que no haces algo distinto en tu colegio o escuela  como planificar todo de nuevo y dejar de usar viejos borradores, viejas técnicas y te renuevas?

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Historia para reflexionar: ¡MAL CARACTER!


Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.


Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves".
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo cómo se lo digas lo devastará y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como la ofensa física. Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están dispuestos a abrirnos su corazón. Tenlo siempre presente.

martes, 25 de diciembre de 2012

El Maestro Ciruela



Hace ya casi cinco años que di mi primera clase en la universidad. Durante este tiempo me he dado cuenta de lo difícil que resulta hacer bien este trabajo. Sin embargo, me gustaría llegar a ser una buena maestra. ¿Cómo podré lograr esto? ¿Cómo se pasa de ser maestro a ser un buen maestro? Más aún, ¿qué es un buen maestro?En una ocasión solicité a mis estudiantes que escribieran un resumen de lo habían aprendido en mi curso de física del estado sólido. Lo que conseguí fueron veinticinco cartas donde mis alumnos hablaban de lo mucho que habían aprendido gracias a mí y de lo buena maestra que yo era. 

¡Buen intento!, pero no contaban con que yo he sido asidua lectora de Eric Berne.

Eric Berne fue un psiquiatra reconocido que desarrolló un método llamado análisis transaccional. En uno de sus libros asegura que "un buen actor es aquel que trata de convencernos de que es Julio César, no aquél que trata de convencernos de que es un buen actor". Del mismo modo sostiene, "el trabajo de un psiquiatra es lograr que sus pacientes mejoren, no lograr convencerlos de que es un buen psiquiatra".

Siguiendo esta lógica irrebatible... no pude dejarme engañar. Si fuera cierto que soy una buena maestra, los veinticinco documentos habrían hablado de las propiedades rectificadoras del diodo, de las propiedades amplificadoras del transistor... hubieran hablado de física del estado sólido, ¡no de mí!

¿Aprenden sus alumnos?

Debería quedar claro que un buen maestro no es aquel que consigue que sus alumnos digan que es un buen maestro. Un buen maestro es aquel que consigue que sus alumnos aprendan. El trabajo que se le encomienda al maestro consiste en transmitir sus conocimientos a otras personas, no en hacerse buena propaganda.

Ahora bien, ya que está claro el objetivo ¿cómo lograrlo? La respuesta debería ser obvia: una persona sin conocimientos no puede transmitirlos. Por eso el maestro debe saber. ¿Cuánto debe saber? El maestro debe saber más que el estudiante. Para que los electrones fluyan por un alambre debe haber una diferencia de potencial entre sus extremos. Para que el calor fluya en una cierta dirección debe existir un gradiente de temperatura. ¡Para que los conocimientos pasen de una mente a otra, una de las mentes debe estar mucho más llena que la otra!

Existe una frase que dice que tanto educa el maestro al alumno, como educa el alumno al maestro. Yo creo que es verdad que en muchas ocasiones el alumno educa al maestro. Es importante reconocer que esto sucede: es algo bueno, positivo y sano. Sin embargo, ¿acaso los portadores de corriente se mueven todos en fila de la región de mayor potencial a la de menor potencial? ¡No! En realidad no hay tal fila y, superpuesto al movimiento de arrastre de los portadores, hay un cierto movimiento aleatorio, causado por la temperatura. Esto es, no es extraño que algunos portadores vayan en sentido contrario. Pero esto no nos preocupa porque lo importante es la corriente neta.

Por eso, aunque sea cierto que los alumnos educan al maestro, el trabajo de un maestro no es ser educado sino educar. ¿Qué diríamos de un maestro que transmite la misma cantidad de conocimientos que recibe a cambio? ¡Obviamente no está cumpliendo con su trabajo! La dirección del flujo neto de conocimientos debe ser saliendo del maestro y entrando al alumno.

Obligación del maestro, prepararse mejor

Es verdad que aunque el maestro tenga los conocimientos requeridos para impartir la materia que le fue asignada, esto no siempre es suficiente para que estos se transfieran a la cabeza del alumno. Así como los alambres tienen resistencia, la trayectoria maestro-alumno también tiene la suya. A veces un excelente maestro no sabe darse a entender. A veces, los mejores alumnos, no captan lo que el maestro trata de decirles.

Si la ruptura del flujo de conocimientos está en el maestro, esto es un problema de didáctica. Si el obstáculo está en el alumno, es asunto de técnicas de aprendizaje. Si el problema no es de ninguno de los dos, tal vez podríamos encontrarlo en las condiciones de la escuela, en el ambiente de trabajo, en los recursos de que la institución dispone para la enseñanza, etc.

Todo esto es muy importante pero... debe quedar claro que va en segundo lugar. La primera obligación del maestro es prepararse cada vez mejor en la materia que va a impartir. Aún un alambre superconductor no experimentará jamás un flujo de corriente si no hay una diferencia de potencial aplicada a sus extremos. Ninguna didáctica, técnica de estudio, material didáctico, retroproyector o enfoque humanista pueden ayudar al maestro Ciruela. Sí, me refiero al maestro Ciruela... ese que no sabía leer... pero puso escuela.

Tomado de: Lidia Alvarez Camacho


jueves, 18 de octubre de 2012

El sindrome Hipertiméstico




A ver, a ver, cuántos de nosotros tenemos este síndrome difícil de pronunciar. Es muy raro, seguramente usted no lo tenga. La hipertimesia es la capacidad de recordar con absoluta precisión fotográfica (de Instagram literalmente) hasta los detalles más insignificantes de nuestras vidas. Es como tener la Enciclopedia Británica de nuestra existencia alojada en gavetas cerebrales sin saber que las tenemos y poder sacar los tomos a nuestro antojo. Se puede recordar que ropa interior llevaba un día como hoy hace 10 años, qué comimos para el desayuno, en qué lugar estábamos sentados, con quién hablamos por teléfono, en qué taza bebió su cafecito esa mañana, las noticias y música del momento. Ya sé, los caballeros van a decir que las damas a lo mejor tenemos ese síndrome porque recordamos todo con lujo de detalles. Seguro también estarán pensando que esa memoria femenina parece un carrete de hilo sin fin que se desenrolla cada vez que nos encontramos en una discusión o argumento, de pareja, maternal, de familia, laboral. Pero el primer tipo de memoria no es lo mismo que el segundo. La que se parece a la famosa frase de Mary Poppins es una cosa y la evocación de las damas sobre algún tema es otra. Eso a lo cual los caballeros se refieren es llamado memoria emocional de larga data*. 
La palabra clave de la frase es EMOCIONAL. La hipertimesia es más compleja que la retentiva de la cual se nos acusa a las féminas.


A lo mejor usted estará pensando que tenerla es casi un don divino, pero recapacite. No es un súper poder... es una súper carga. ¿Se imagina el peso de recordar lo trivial, lo importante y lo doloroso TODOS los días a toda hora durante los 365 días del año? Es sentir dolor, resentimiento, rabia, envidia, temor, tristezas, pasión, alegrías que ya pasaron y pueden resucitar diariamente en nuestra mente... Frescos como lechuga en mercado de productos orgánicos. ¡Qué desgaste! Los pensamientos buenos por lo menos no enferman pero revivir "los venenos" baja las defensas y los linfocitos T, se afecta el sistema inmune. Resultado: enfermedad. Tener esos archivos voluminosos de historias y recuerdos puede ser tan pesado y atormentador que restaría tiempo para hacer actividades que nos gustan como tiempo de pareja, tiempo de familia, hobbies, cualquier cosa que se le ocurra.


Las personas que padecen este síndrome no tienen habilidad para hacer cálculo, aprender temas con cierto grado de complejidad o que requieran abstracción, tampoco cosas de aplicación inmediata, solo pueden recordar cualquier situación del pasado. Una especie de Google humano para el pasado trivial. Se ha podido escanear sus cerebros y comprobar que ciertas áreas son hasta tres veces mayores de lo considerado como un "cerebro normal". No poseen estrategias mnemónicas ni otros recursos que no sean una asociación automática de la fecha con los acontecimientos que se produjeron. Su extraña capacidad es referida como vivir con dos pantallas en la cabeza, donde una es la vida normal y la otra una sucesión constante de recuerdos que no para de reproducirse.


No se preocupe, sólo hay cuatro casos reportados en el mundo. Tres contemporáneos en edad conmigo y una dama cuarentona. Tres son norteamericanos y uno ruso. Una es mujer y los demás caballeros. Un punto para las damas... aquí somos minoría.





¿Flores para la excesiva memoria?


Honeysuckle si la nostalgia inunda nuestro ser de recuerdos y de "si yo hubiera". Le ayudará a reflexionar sobre los hechos y vivir el presente.



Willow si los recuerdos que vienen a su memoria están llenos de lamentos y amargura, nos ayudará a pasar la página y hasta a perdonar.



Star of Bethlehem si el recuerdo es traumático y ha dejado una huella en nuestras vidas. Nos ayudará a reencontrarnos con un bálsamo anti tristeza.


Hay personas que dicen que recordar es vivir, pero yo humildemente pienso que recordar de esa manera debe ser como arrastrar el libro gordo de Petete amarrado al cuello, tipo collar. Incómodo para caminar en el presente y difícil para combinarnos la vestimenta.