viernes, 26 de diciembre de 2014

Me Alegro de Ser Maestro


Prefiero ser un maestro que un vendedor. Aunque un vendedor gana más dinero que yo, no cambiaría el lugar con él. El vende lavadoras, plumas fuentes, etc., pero yo vendo ideas.

Prefiero ser un maestro que un arquitecto. Un arquitecto ayuda a construir edificios, pero yo ayuda a construir caracteres.


Prefiero ser un maestro que un artista, fascinante como pueda ser esa profesión en su completa belleza, color y simetría. Un artista pinta cuadros sobre lienzos, pero yo pinto cuadros sobre las memorias de los niños.

Prefiero ser un maestro que un contable. El contable hace balance de cuentas, pero yo hago balance de vidas.

Prefiero ser un maestro que un negociante. El negociante trabaja con hechos y figuras, y con monedas sin vida, pero yo trabajo con mentes que se abren, futuros que brillan y principios que crecen.

Prefiero ser maestro que un orador. Un orador insta a adultos al aplauso y a la admiración, pero yo insto a los niños a la elección correcta y al pensamiento noble.

Prefiero ser un maestro que un arqueólogo. El arqueólogo saca tesoros de la tierra, pero yo saco talentos de las vidas.

Prefiero ser un maestro que un estadista. El estadista trata con ciudadanos hechos, pero yo trato de futuros ciudadanos.

Prefiero ser un maestro que un intérprete. El interpreta palabras e ideas, pero yo interpreto motivos, propósitos y anhelos.

Me alegro de ser MAESTRO.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Reflexión docente: Los leñadores



RECIENTEMENTE TUVO LUGAR el “Campeonato Mundial de Leñadores” que se celebra todos los años en Canadá. ¿Los finalistas? Un Canadiense y un Noruego llamados Peter y Johann respectivamente.

Su tarea era muy sencilla. A cada uno de ellos se le adjudicó un sector del bosque. Aquel que talara más árboles entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, sería el ganador.

A las 8 en punto sonó el silbato y los dos leñadores se pusieron manos a la obra con destreza. Iban talando intercambiando golpe tras golpe hasta que a las nueve menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía… Advirtiendo su oportunidad, ¡el Canadiense redobló sus esfuerzos!

A las 9, el Canadiense oyó que el noruego comenzaba a talar otra vez. Una vez más parecía que iban talando intercambiando golpe tras golpe, ¡hasta que a las diez menos diez el Canadiense oyó que el Noruego se detenía! El Canadiense perseveró, decidido a sacar el mayor partido posible de la debilidad de su adversario.

A las 10 en punto, el Noruego comenzó a talar de nuevo. Hasta que a las once menos diez hizo una nueva pausa. La confianza del Canadiense iba en AUMENTO — podía “oler” la victoria y prosiguió con su ritmo regular y constante.

Y así sucesivamente a lo largo de todo el día. Cada hora a menos diez, el Noruego paraba y el Canadiense seguía talando. Cuando sonó el silbato a las 4 de la tarde señalando el final de la competencia, ¡el Canadiense estaba absolutamente convencido de que el premio era suyo! Te podrás imaginar cuál sería su sorpresa al descubrir que había perdido…

“¿Cómo lo hiciste?” le preguntó al Noruego. “Cada hora a menos diez oía que te parabas. ¿Cómo demonios pudiste cortar más árboles que yo? ¡No es posible!”

“Pues realmente es muy sencillo,” respondió el Noruego con franqueza. “Cada hora a menos diez, paraba. Y mientras tú seguías talando, yo me dedicaba a afilar el hacha…”

Enseñanza: ¿hace cuanto tiempo que no paras de trabajar para afilar tu hacha?. ¿Hace cuanto tiempo que no refuerzas tus conocimientos educativos  para mejorar tu gestión docente?. ¿Hace cuanto tiempo que no haces algo distinto en tu colegio o escuela  como planificar todo de nuevo y dejar de usar viejos borradores, viejas técnicas y te renuevas?

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Historia para reflexionar: ¡MAL CARACTER!


Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.


Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves".
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo cómo se lo digas lo devastará y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como la ofensa física. Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están dispuestos a abrirnos su corazón. Tenlo siempre presente.

martes, 14 de octubre de 2014

Fábula: los 20 euros.



Una profesora en clase saca de su cartera un billete de 20 euros y lo enseña a sus alumnos a la vez que pregunta: “¿A quién le gustaría tener este billete?”. Todos los alumnos levantan la mano.

Entonces la profesora coge el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo rasga un poquito en una esquina. “¿Quién sigue queriéndolo?”. Todos los alumnos volvieron a levantar la mano.

Finalmente, la profesora tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo: “¿Aún queréis este billete?”. Todos los alumnos respondieron que sí.

Entonces la profesora les dijo:
“Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros.
Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los acontecimientos te sacuden, dejándote hecho una bola o tirado en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés”.

jueves, 21 de agosto de 2014

El docente ladrón de sueños.




Cuentan que, ante un grupo de niños, un hombre contaba la siguiente historia…


Había una vez un muchacho hijo de un humilde entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y, aunque con algunos sacrificios, consiguió que su hijo pudiera ir a la escuela. Una mañana, mientras estaban en clase, el profesor pidió a los alumnos que pusieron por escrito las metas que pretendían alcanzar cuando fueran mayores.


El joven, ilusionado por el proyecto, pasó gran parte de la noche escribiendo varios folios en los que explicaba con detalle sus sueños y anhelos. Incluso, hizo varios dibujos para completar su descripción. El chico se imaginó aquella noche dueño de su propio rancho, cuidando de su propia ganadería y con un extenso terreno en cuyo centro se levantaba su casa. Visiblemente emocionado, a la mañana siguiente, el muchacho entregó su trabajo al profesor.


Sin embargo, dos días más tarde, el joven recibió la puntuación de su trabajo, un suspenso, junto con una nota que le decía que se quedara a hablar con el profesor al terminar las clases. El chico acudió a ver a su profesor y lo primero que hizo fue preguntar por qué lo había suspendido. El profesor le explicó: “Este es un sueño poco realista para un chico como tú. Tú no tienes recursos, tu familia es humilde. Para conseguir todo lo que describes en tu trabajo hace falta mucho dinero y muchos contactos. Tienes que comprar el terreno, pagar por las crías originales y después tendrás muchos más gastos de mantenimiento. Tu proyecto no es realista, no podrías hacerlo de ninguna manera.”


A continuación, el profesor agregó:” A pesar de ello, y en consideración por todo el esfuerzo realizado, si vuelves a redactar tu proyecto de forma más apropiada, con objetivos más realistas, te prometo reconsiderar tu nota.”


El chico regresó a su casa y pensó mucho lo que su profesor le había explicado. También le preguntó a su padre que debía hacer, ante lo cual, este le contestó: “Mira hijo, creo que esa es una decisión importante, por lo que te recomiendo que te tomes tiempo para tomarla. Creo que es algo que debes decidir por ti mismo. Lo que tú decidas estará bien.”


Finalmente después de reflexionar durante un par de días, el chico volvió a presentarse ante su maestro entregándole el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno. Ante la cara de asombro de su profesor, el chico le dijo: “Profesor, puede usted mantener mi mala nota, pero yo prefiero conservar mi sueño.”


Al concluir esto, el hombre que hablaba miró a los niños y les dijo: “Y esta es mi historia. Y aquí enfrente está la casa de mis sueños. En el centro del rancho que me propuse conseguir, porque esta es la meta de mi vida. Aún conservo aquel trabajo, con sus grandes números rojos en una esquina, enmarcado sobre la chimenea.”


Luego agregó: “Pero lo mejor de la historia es que, hace dos años, aquel mismo profesor, me visitó con un grupo de treinta chicos. Vinieron a visitar mi rancho. Y al irse me confesó: -Mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante aquellos años, les robé un montón de sueños a los niños. Pero por suerte, tú tuviste la fortaleza de no abandonar el tuyo. Y tu ilusión, y tu persistencia me hicieron ver lo equivocado que estaba, y lo cruel que fui con aquellos niños. Ahora, ya jubilado, intento reparar el daño causado contagiando la ilusión a cuantos quieren oírme.”






Ser maestro implica una gran responsabilidad (todo gran poder…). Manejamos ilusiones y sueños ajenos, y de nosotros depende regarlos y que puedan florecer o que se marchiten. ¡Nadie dijo que fuera fácil! Aunque por otra parte… ¿alguien conoce algo tan apasionante?

viernes, 8 de agosto de 2014

Felíz, tu maestro.



Felíz , tu, maestro,
porque tu tesoro son los alumnos
y tu vida es estar entre sus vidas,
haciéndolos madurar.


Felíz, tu, maestro,
porque no guardas la vida,
la derrochas cada jornada,
entre silencios y esperas,
entre esperanzas y dudas,
entre ilusiones y temores.


Felíz, tu, maestro
porque te sientes realizado,
haciendo que brote la vida que ya está allí,
oculta esperando la voz del amigo maestro.





Felíz, tu, maestro,
porque aunque todos te llaman profesional,
tu sabes muy bien que aprendes cada día,
cuando estás delante de ellos, tus maestros;
cada uno diferente, original e incomparable.
Cada uno maestro de su maestro.


Y si tú eres felíz, felices serán ellos también.

(desconozco el autor)

miércoles, 30 de julio de 2014

10 frases para docentes de Guy Kawasaki.

Guy Kawasaki es, sin duda, una de mis muchas fuentes de inspiración. Me explico. Hablar de Guy Kawasaki es hablar de la unión entre Marketing y Tecnología, dos de mis grandes pasiones últimamente junto con la Educación. Guy Kawasaki es mucho más que unos de los grandes creativos de la marca Apple y un evangelizador de la tecnología aplicada al mundo empresarial. Muchas de sus frases o reflexiones tienen cabida perfectamente en el ámbito educativo. De ahí que el artículo de hoy sea una recopilación y reflexión de algunas de sus frases más célebres. Pero antes déjame que te recomiende dos de sus mejores libros: El arte de cautivar y El arte de empezar.




Guy Kawasaki

1. Una buena idea es el 10% y la puesta en práctica, el trabajo duro y la suerte es el 90%. 
Como docente, a lo largo del curso se te ocurren muchísimas ideas para aplicar en el aula. Son ideas fruto de la experiencia, de la interacción con otros compañeros, de la lectura o de cursos de formación. Pero una idea no vale absolutamente nada. Todo el mundo tiene ideas todos los días. Lo importante, como dice Guy Kawasaki, es poner en práctica dichas ideas desde la honestidad de tu trabajo y la determinación de tu persona. 


2. Al final, o eres diferente o eres barato. 
Muchos docentes tienen el temor a ser diferentes. Yo creo que tal y como afirma Guy Kawasaki hay que tener la valentía para dar un paso adelante y demostrar lo mucho que vales ante todos tus compañeros y alumnos. En otros artículos te he preguntado cómo te vendes en el aula y la respuesta debe ser contundente. Debes dar lo mejor de ti mismo o corres el peligro de diluirte en la normalidad. Y la normalidad te hace invisible, te hace prescindible. 


3. No os quedéis estancados. Todo, absolutamente todo, se puede mejorar. Nadie sabe en qué dirección, o en qué sentido, pero si continúas quejándote y conformándote, te será muy difícil ser innovador o creativo. 
La profesión de docente es una profesión de riesgo. Y lo es porque se corre el peligro del estancamiento. De ahí la importancia de poder salir de tu zona de confort. Mismos compañeros, mismo libro de texto, mismos exámenes. No entiendo al docente que repite con orgullo que acaba de elaborar un material con el que tiene previsto trabajar durante muchos años. No. No hay que estancarse. Hay que buscar diariamente la innovación y ahora más que nunca es posible en un mundo globalizado, donde a través de internet o de las redes sociales puedes aprender de una gran cantidad de docentes con enormes inquietudes. Y cuanto más compartas, más ideas tendrás para fomentar tu creatividad. 


4. Cuantas menos diapositivas necesites, más convincente será tu idea. 
Guy Kawasaki se hizo muy conocido a raíz de la regla 10-20-30 aplicada a una presentación. Guy Kawasaki afirma que en una presentación no se debe exceder de las 10 diapositivas, de los 20 minutos y del tamaño 30 de una fuente de letra. En el fondo, lo que te está diciendo Guy Kawasaki es que menos es más. Y esta reflexión creo que es perfectamente aplicable a una sesión lectiva. En muchas ocasiones no eres consciente de que es tan importante aquello que enseñas como la manera con que lo enseñas. Estoy convencido de que se trata de dedicar cada vez más tiempo a pensar en cómo se puede enseñar con menos tiempo y con menor esfuerzo. Este es para mí uno de los grandes retos a los que me enfrento cada curso escolar. 
5. Conocer a los clientes exige salir a la calle y establecer contacto con ellos. 
Si cambias la palabra cliente por alumno y calle por centro escolar, entonces es una frase que puedes aplicar perfectamente a tu profesión. Como docente enseñas conocimientos, pero también enseñas valores y estos valores no siempre se enseñan exclusivamente en el aula. Para mí, al igual que Guy Kawasaki, el contacto directo con tus alumnos es una parte esencial de tu trabajo. Es más. De lo que se trata es de fomentar más que nunca lo que denomino la escucha empática. Para saber más sobre la escucha empática te recomiendo la lectura del artículo 5 Maneras de escuchar a tus alumnos. ¿Qué es la escucha empática? 


6. No se preocupe, sus productos pueden ser algo malos. 
Esta frase de Guy Kawasaki me gusta mucho porque la relaciono muy directamente con la diferencia en el ámbito educativo entre la perfección y la excelencia. Como docente, no debes preocuparte porque tu producto, tu clase te salga perfecta, sino que en esa clase hayas transmitido algo especial y único a tus alumnos. Cada vez estoy más convencido de que lo mejor está reñido con la perfección. 


7. No hay que tener miedo al fracaso. Es una parte del camino hacia el éxito. Si estamos esperando a probar y probar y mejorar en exceso nuestro producto, jamás lo lanzaremos en el momento idóneo. Lánzalo, y después, que el usuario lo pruebe. Él te dirá si tiene éxito o no. No presupongas nada. 
La sociedad cada vez tolera menos el error. Y para Guy Kawasaki no se puede progresar si no eres capaz de equivocarte, si no eres capaz de valorar lo mucho que puedes aprender del error, lo mucho que puedes enseñar a partir del error. 


8. Todo el marketing debería comunicar algo con verdadero significado. 
De esta frase de Guy Kawasaki me quedo con las palabras comunicar y significado. Personalmente, me parecen dos palabras esenciales en el ámbito docente y que dicen mucho de la educación, pero creo que también dicen mucho acerca de ti, porque son palabras que se refieren a la importancia de transmitir a tus alumnos aquello que sabes, a sabiendas de que no basta con transmitirlo, con enseñarlo. De lo que se trata es de dotar tus enseñanzas de un significado que pueda dejar huella en tus alumnos. Que sea un mensaje con un significado que pueda inspirar a tus alumnos. Guy Kawasaki sabe que el verdadero marketing, el marketing que realmente vende es el que se sustenta en el poder de la comunicación y en la autenticidad de su mensaje. ¿No crees que en el ámbito docente se persigue lo mismo? 


9. La verdadera innovación se produce cuando se saltan las curvas, no cuando piensan cómo mejorar un 10% o 15%. 
La Educación no es un camino en línea recta. Todo lo contrario. La profesión de docente es una profesión con peligrosas curvas. Pero lo importante, lo que realmente importa no es esquivar estas curvas, sino enfrentarse a ellas para transformarlas en una línea recta. Y eso no es nada fácil porque implica una gran transformación, no sólo de ti sino de la Comunidad Educativa que te rodea. Siempre he defendido la importancia de trabajar en uno mismo para poder mejorar, pero en esa mejora siempre debes intentar que otra gente también quiera seguirte, debes intentar que otra gente también crea en ti y en aquello que haces y defiendes. Ese 10%-15% es lo que tú puedes mejorar, pero debes querer ir mucho más allá e implicar a otras personas, inspirar a otras personas. 


10. Si usted tiene que poner a alguien en un pedestal, ponga a un docente. Son los héroes de la sociedad. 
La frase de Guy Kawasaki que lo dice todo es un tremendo orgullo como docente que una persona de la influencian mundial de Guy Kawasaki tenga en tan alta consideración a los docentes. Pero es así. Para Guy Kawasaki tú eres el verdadero héroe de la sociedad.

sábado, 5 de julio de 2014

Rosa roja, tallos verdes. Incluye guía para docentes y otra para padres)

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente o con reuniones de padres y madres de familia: 



1- Entregar la hoja fotocopiada con la historia de "Un niño", cuento de Helen Buckley.
Hacer lectura dirigida, mientras los participantes leen en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 

Si lo trabaja con docentes:
2- Preguntar: ¿Qué tipo de docente es la primera que nos describen en el cuento?.
3- Preguntar ,¿qué tipo de docente es la segunda docente? ¿Como sabemos que tipo de docentes somos?
4- ¿Auto evaluando nuestra particular forma de ser...indicamos todo o permitimos la libertad en la creatividad de los estudiantes?
5- Al finalizar la jornada, concluya retomando los comentarios y motive a reconocer en cada uno el estilo de enseñanza que tenemos y aplicamos a nuestros estudiantes. 

Si se trabaja con padres y madres de familia:

1- Pregunte: ¡Quién es el mejor de los docentes de acuerdo al cuento. Pida que le expliquen el porque de su opinión.

2-Permita una amplia participación.

3- Explique y concluya que cada docente potencia algo diferente en los niños, que no es que sea malo pero que cada docente moldea con todo lo que se hace en el aula un objetivo educativo.

4- Pregunte como padre si indican o permiten que los niños desarrollen su lado creativo.




Un niño un cuento de Helen Buckley. 
Erase una vez un niño que acudía por primera vez a la escuela. El niño era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.

Una mañana, estando el pequeño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.

Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.

Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer algo con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.

Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.

Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.

Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.

Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No quieres empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó. Como tú quieras contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”


miércoles, 2 de julio de 2014

CARTA DEL ESPOSO DE UNA DOCENTE A LOS Sres. PADRES:

CARTA DEL ESPOSO DE UNA DOCENTE A LOS Sres. PADRES:



Señores Padres: No soy docente, pero convivo con una, lo cual por un lado me permite saber en qué consiste su trabajo, y por el otro me da la ventaja de no tener compromisos con los padres de los alumnos, por lo cual voy a decirles lo que pienso, como es mi costumbre.

Si usted es de esos padres en vías de extinción que se preocupan por la educación de sus hijos, entonces no lea el siguiente texto ya que no es para usted.En cambio si es de esa nueva generación de padres "modernos y copados" que creen que la escuela es un depósito de chicos para que no molesten cuando usted chatea en facebook, mira fútbol y novelas, o simplemente duerme la siesta, entonces hágame el favor de leer estas definiciones que seguramente le aclararán el panorama:- Los docentes enseñan lengua, pero enseñarle a su hijo a no vagar por la calle a los gritos faltando el respeto a quienes lo oyen le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan anatomía, pero enseñarle a no embarazarse a los 13 años le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan biología, pero enseñarle a no matar por diversión le corresponde a usted.- Los docentes enseñan informática, pero enseñarle a no pasarse 10 horas por día en las redes sociales le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan dibujo y pintura, pero enseñarle a no escribir paredes y rayar autos le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan contabilidad, pero enseñarle a no gastar la plata en alcohol, tabaco y drogas le corresponde a usted.- Los docentes enseñan geografía, pero enseñarle a no estar el día entero fuera de su casa le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan ética, pero enseñarle a respetar a los mayores y no burlarse de las personas con discapacidades le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan gimnasia, pero enseñarle a no correr huyendo de sus actos irresponsables le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan historia, pero enseñarle a forjarse una propia limpia de manchas le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan matemáticas, pero enseñarle a no SUMAR errores, a no RESTAR esfuerzos, a no MULTIPLICARSE antes de tiempo, y a no DIVIDIR familias, eso le corresponde a usted.


Las sociedades funcionan cuando todos hacen su aporte. Los docentes, aunque mal pagos, hacen su trabajo con vocación.Usted señor padre....... ¿está haciendo el suyo?


Podes compartirlo por Favor !!!

domingo, 22 de junio de 2014

El maestro más malo del mundo.



Tuve el maestro más malo del mundo. Esa fue mi desgracia! Imagínate, rara vez faltaba. Rara vez se enfermaba, al menos eso yo creía, pero ahora pienso que se sacrifica su salud en su afán de torturarnos.

El problema con el era que te obligaba a pensar y esto era una tortura. Porque no podía ser mas buena y darte la contestación como otros para que no tuvieras que ejercitar tu malgastado cerebro?


No podías mencionar la palabra "no puedo" ni difícil delante de el porque le daba una lavada de cerebro y te lo eliminaba de la mente. Todo con el fin de que hiciéramos lo que el pedía. Encima de todo terminabas dándole la razón!

La mente incansable de el siempre estaba en la búsqueda de nuevas torturas. Su tiempo libre creo que lo dedicaba a maquinar proyectos especiales que solo su mente producían. Lo que disfrutaba explicando sus proyectos en clase! Claro, nosotros eramos las victimas.

No conforme con todo esto iba mas allá de su deber. Se salia a los pasillos a buscar los estudiantes para meterlos en el salón. No te regalaba una triste nota tenias que ganarla.

Olvidaba decir que tenia una memoria parecida a la de una computadora. Cuando tu decías - ahora se equivoco - no pasaba. Era prácticamente imposible, o pocas veces pasaba y resultabas ser tu el equivocado. Siempre me preguntaba - Como lo hacia? Parece que tenia un radar que detectaba los errores inmediatamente.

Gracias a este maestro tan malo, aprendí disciplina, a no rendirme, a que todos tenemos un potencial y somos valiosos, porque tenia fe que podía sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

¿Y TU  ERES UN MAL MAESTRO ?

sábado, 31 de mayo de 2014

Si supieramos historia

Comparto con ustedes esta hermosa reflexión que nos tocaá a todos y especialmente a los que somos formadores, tenemos la posibilidad de sensibilizar con este breve escrito. 

Si supiéramos Historia sabríamos que desde 1870 los europeos y el resto del mundo llamado desarrollado hemos estado explotando África. Stanley, Livingstone, Bremen…fueron expedicionarios que nos abrieron los ojos. Nos descubrieron el Dorado. Luego potencias coloniales como Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Italia o España … hicieron y deshacieron entre ellos.

Si supiéramos Historia sabríamos que la Conferencia de Berlín, en 1885, supuso el reparto de una gran y rica tarta llamada África que era devorada por unos invitados que nunca fueron llamados. Luego llegarían las falsas independencias de esos territorios africanos, las fronteras artificiales, las guerras tribales, el neocolonialismo, el coltán, los diamantes, gobiernos corruptos, Ruanda, el Congo… guerra, pobreza, sangre y muerte…

Desde hace 150 años el continente más rico en recursos y materias primas ha sido masacrado por las necesidades del primer mundo. Por nuestras necesidades. Nos hacian falta y no hemos tenido reparos. No hemos sido silenciosos, ni sensibles, ni por supuesto solidarios. Los países del primer mundo tenemos un ritmo de vida que, por favor, no podemos parar.

Por ello, si aprendiéramos Historia seríamos mucho más empáticos, porque no cabría otra que ponerse en el lugar del otro, aquel que ha sufrido tanto para que otros vivieran como si fuéramos los dueños del mundo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más solidarios, porque reconoceríamos que no es justo coger lo que no es nuestro y tendríamos que devolver con creces lo que antes y ahora seguimos cogiendo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más sensibles ante las necesidades vitales de “estos negros” desesperados que algunos quieren criminalizar.

Si aprendiéramos Historia no harían falta vallas y cuchillas que nos separen.

Si aprendiéramos Historia, posiblemente, seríamos mejores personas.

viernes, 30 de mayo de 2014

Estos son los valores que caracterizan a un docente.



En la lista de valores que la sociedad adjudica a los docentes, son innumerables, es que deben estar muy cerca de la santidad, sin embargo, y en tono más terrenal, los valores que un docente debe tener y practicar sin discusión. 
La propuesta de valores es esta: 
Honestidad.  Un docente honesto se caracteriza por reconocer las habilidades de  las personas,  actuando con respeto y justicia,  razonando sus acciones con rectitud, decencia y honradez, actúan con base a la verdad.

Responsabilidad. La función del  docente no es solo estar frente a un grupo, para ello,   existe todo un gran proceso, como la planificación, selección de contenidos, elaboración de materiales. El  buen docente,  tiene que ser  responsable, mantener  una actitud positiva hacia sus  funciones  dentro del aula,  ser puntual y organizado, esto lo llevara al cumplimiento del objetivo docente.

Ético. El docente se preocupa por sus estudiantes, manifestando  un interes por lo que les sucede, y que los obliga a establecer un compromiso con ellos. 

La ética encierra en sí misma la noción de deber, en el caso de los docentes  el respeto a los códigos morales que tienen como propósito orientar las actitudes docentes en favor del estudiante. Desde esta perspectiva tiene el deber de asegurar el derecho que tienen los estudiantes: el desarrollo pleno de sus potencialidades a partir de sus personas.

Respeto. Considerando que este valor hace hinca pie  a respetar el valor de alguien,  podemos decir que este valor en un docente empieza desde la planificación, preparación adecuada de actividades de aprendizaje, no se puede  dar el lujo  de planear para no trabajar,  el tiempo de las personas es valioso por lo tanto se debe de aprovechar  tal cual. 

Aquí también, se toma en cuenta el comportamiento  hacia los demás, si se requiere respeto, se tiene que empezar por respetar a los demás.

Tolerancia. Los docentes en un aula,  a veces tienen mas de 20 alumnos con  diferentes formas de aprender, diferentes caracteres, diferentes situaciones familiares, económicas, unos aprenderán más rápido o más lento que otros.  Ante estas situaciones el docente debe de  ser tolerante  una de sus misiones es que todos sus alumnos aprendan.

Equidad.  Considerando que este valor es dar a cada quien lo que merece, el docente no debe  dejarlo  a un lado.   Al momento de calificar, se deben de considerar los criterios  de igual manera  para  todo, así mismo, no se debe de excluir a ningún alumno o participante  de adquirir un conocimiento nuevo.

Generosidad.  Se  dice que la generosidad es compartir con los demás, ya sea  algo tangible como algo material o intangible como lo pueden ser los conocimientos. Todo docente  se tiene que  identificar con este valor, ofreciendo a sus alumnos,  los medios necesarios para  que este  aprenda de manera optima.  El docente no debería ser una barrera para que los alumnos aprendan, sino  todo lo contrario, el debe fungir en determinados momentos como guía, mediador u orientador.

jueves, 15 de mayo de 2014

Frases célebres para docentes.


Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, con lo que podrá salir a flote sobre él. José Marti

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros. Khalil Gibrán

Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro. Confucio

La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Howard G. Hendricks

El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia. Aristóteles

La tarea del educador moderno no es podar las selvas, sino regar los desiertos.Clive Staples Lewis

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras de Samos

Por cada persona que quiere enseñar, hay, aproximadamente, treinta personas que no quieren aprender. Walter C. Sellar

Enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo. Richard Whately

Un principio del arte de la educación, en el que deberían fijarse especialmente los encargados de dirigirla, es el que no se debe educar a los niños conforme al presente, sino conforme a un estado superior, más perfecto, posible en el porvenir de la especie humana. Kant

Enseñar es aprender dos veces. Joseph Joubert

Oración del Maestro


PERMÍTEME SEÑOR

Conocer, comprender y educar a todos mis alumnos; tratarlos con

autoridad y firmeza sin maltratarlos; respetar su individualidad,

independencia y libertad; haciéndoles entender que tienen deberes y colaboración con los demás.

Recordar siempre que la misión que me has encomendado, aunque difícil es muy bella;

"Formar el mundo del mañana".

Oírlos en sus dudas y reclamos, aceptando que como humano no soy dueño de la verdad y por lo tanto he fallado y puedo equivocarme.

Señor, que todo sea por el bien de mis alumnos que son mi mayor compromiso.

martes, 6 de mayo de 2014

Si eres docente puedes responder esto.

Plantea cada  interrogante y responde, encontraras muchas respuestas respecto a tu forma particular  de enseñanza y tu vocación.

¿Por qué ejerzo de docente?
¿Me veo ejerciendo de docente durante toda mi vida laboral?
¿De qué ejercería si no lo hiciera como docente?
¿Qué siento minutos antes de entrar en un aula?
¿Cómo quiero que me recuerden mis alumnos el día de mañana?
¿Me siento libre cuando enseño?
¿Me siento feliz cuando enseño?
¿Qué porcentaje del libro de texto no utilizo durante el curso?
¿Cuántas fotocopias de material extra doy a mis alumnos teniendo un libro de texto?
¿Existe mucha distancia entre el registro que uso en clase y el de mis alumnos?
¿Tengo clara la diferencia entre disciplina y castigo?
¿Sería capaz de entender lo que voy a explicar hoy si tuviera la edad de mis alumnos?
¿Cúantos minutos han hablado mis alumnos hoy en clase?
¿Cuántos alumnos creo que serán capaces de entender lo que hoy les voy a explicar?
¿Por qué llevan mis alumnos varios minutos sin escucharme?
¿Qué aplicación tiene para la vida real lo que estoy enseñando a mis alumnos?
¿Por qué hoy la clase pasa tan lenta?
¿Qué beneficios me aporta llegar puntual a clase?
¿Cuántos cursos llevo explicando lo mismo de la misma forma?
¿Cómo enseño aquello que no me gusta enseñar de mi asignatura?
¿Qué grado de pasión y entusiasmo soy capaz de transmitir mientras enseño?
¿Qué he aprendido hoy de mis alumnos?
¿Qué posición ocupo en el aula para captar la atención de mis alumnos?
¿Cuánto tiempo hablo de forma ininterrumpida?
¿Cuánto tiempo tardo en aprenderme el nombre de mis alumnos?
¿Cómo gestiono el error que cometen mis alumnos?
¿Cuándo ha sido la última vez que me he reído con mis alumnos en clase?
¿Soy la misma persona fuera que dentro del aula?
¿Miro constantente el reloj durante una sesión lectiva?
¿Suelo mirar a los ojos y atender exclusivamente a mis alumnos cuando estos se dirigen a mí?
¿Me considero un docente empático?
¿Qué persigo en mis clases, la perfección o la excelencia?
¿Qué tipo de preguntas predominan en mis clases, las cerradas o las abiertas?
¿Por qué enseño aquello que mis alumnos podrían aprender por sí solos?
¿Cúanto tiempo dedico a pensar cómo será una sesión lectiva?
¿Me he aburrido hoy en clase?
¿Qué suelo valorar más de mis clases, el proceso o el resultado?
¿Enseño de la misma manera en todos los grupos?
¿Paso más tiempo explicando que enseñando?
¿Soy mejor docente gracias a las Nuevas Tecnologías?
¿Fomento la imaginación y la creatividad en el aula?
¿Cómo me imagino dentro de cinco o diez años?
¿Qué entiendo por ser productivo en mi trabajo?
¿Qué entiendo por tener autoridad?
¿Qué grado de elección tienen mis alumnos sobre aquello que enseño?
¿Qué enseño cuando no estoy enseñando?
¿Suelo dejar para el próximo curso académico aquello que prodría realizar en este?
¿Cuán importante es para mí la educación inclusiva dentro del aula?
¿Cumplo las promesas que les hago a mis alumnos?
¿Amo ser docente?

jueves, 1 de mayo de 2014

Como usar en clases la historia: "Haré un Collage hoy."

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente o con jornadas reflexivas con estudiantes.: 

1- Entregar la hoja con la historia de "Haré un collage", desde donde se abren comillas ("") Hasta donde se cierran. Pedir que lean en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 
2- Preguntar: ¿Cuál era la opinión que la gente tenia de Miki?.
3- Pedir ejemplos,¿alguna vez nos hemos sentido furiosos con alguien o por una situación frente a los demás? ¿Como lo manejamos?
4- ¿Como maneja usted sus enojos? Escriba los aportes en la pizarra o papel disponible:  haga un cierre mencionando las ideas de todos los participantes,procure la participación de todos sin dejar a uno solo sin hablar.
5- Al finalizar la jornada despídase diciendo que: empezaremos hoy mismo con nuestro collage. 


"Miki era un chico alegre, optimista y simpático. Nadie recordaba haberle visto enfadar, y daba igual lo que le dijeran, parecía incapaz de insultar a nadie. Hasta sus maestros se admiraban de su buena disposición para todo, y era tan extraño que incluso se corrió el rumor de que era debido a un secreto especial; y bastó que fuera secreto para que nadie pensara en otra cosa. Tanto preguntaban al pobre Miki, que una tarde invitó a merendar a don José Antonio, su profesor favorito. Al terminar, le animó a ver su habitación, y al abrir la puerta, el maestro quedó como paralizado, al tiempo que una gran sonrisa se dibujaba en su rostro.

¡La enorme pared del fondo era un único collage de miles de colores y formas que inundaba toda la habitación!. Era el decorado más bonito que había visto nunca.

- Algunos en el cole creen que yo nunca pienso mal de nadie -comenzó a explicar Miki-, ni que nada me molesta o que nunca quiera insultar a nadie, pero es mentira. A mí me pasa como a todo el mundo. Y antes me enfadaba mucho más que ningún niño. Sin embargo, hace años con ayuda de mis padres comencé un pequeño collage especial: en él podía utilizar todo tipo de materiales y colores, siempre que con cada pequeña pieza pudiera añadir algún mal pensamiento o acción que hubiera sabido contener.

Era verdad. El maestro se acercó y en cada una de las pequeñas piezas se podía leer en letras finísimas "tonto", "bruto", "pesado", "aburrido" y otras mil cosas negativas.

- Así que comencé a convertir todos mis malos momentos en una oportunidad de ampliar mi collage. Ahora estoy tan entusiasmado con él, que cada vez que alguien me provoca un enfado no dejo de alegrarme por tener una nueva pieza para mi dibujo.

De muchas cosas más hablaron aquel día, pero lo que el buen maestro no olvidó nunca fue cómo un simple niño le había mostrado que el secreto de un carácter alegre y optimista está en convertir los malos momentos en una oportunidad de sonreír. Sin decírselo a nadie, aquel mismo día comenzó su propio collage, y tanto recomendó aquel secreto a sus alumnos, que años después llamaron a aquel barrio de la ciudad, "El barrio de los artistas" porque cada casa contenía las magníficas obras de arte de aquellos niños optimistas."

lunes, 28 de abril de 2014

Así se presentan los objetivos de la clase.


La historia transcurre el primer día de clase cuando el nuevo profesor entra en el aula y sin tan siquiera presentarse, ni plantear los objetivos, ni el programa de su asignatura lo primero que hace es dirigirse al alumno sentado en la primera fila preguntándole su nombre.


-Me llamo Luis, maestro – Contesta el despistado alumno.

Lo segundo que hizo fue gritarle a Luis que saliera de la clase inmediatamente. El alumno lo miró con incredulidad y quiso protestar pero el maestro no le dio oportunidad.

-Cierra la puerta al salir. ¡No te quiero ver aquí! -Le gritó con autoridad.

Temblando de nervios, coraje o qué se yo, tomó sus cosas y salió sin decir una palabra sin olvidarse de dar un portazo paracerrar la puerta.

Todos nos quedamos asombrados y en completo silencio. Mientras el maestro sacaba un libro de su maletín, yo lo miraba y pensaba que era un completo idiota y que seguramente nos haría la vida imposible todo el semestre. ¡Qué tipo tan insoportable!

Finalmente tomó asiento y preguntó qué materia nos iba a dar.

¡Que ridículo! ¡Ni siquiera sabía a qué venía! Todos, al mismo tiempo sacamos nuestro horario de clases y dijimos al unísono: ¡INTRODUCCIÓN AL DERECHO!

-Muy bien. ¿Alguien tiene idea de qué se va a tratar en esta clase?

Algunos, los que querían impresionar al nuevo maestro levantaron la mano. El maestro señaló a uno de ellos quien de inmediato dijo que se trataría del estudio de las leyes.

-Muy bien. ¿Alguien sabe para qué sirven las leyes?

Varias respuestas tuvo esa pregunta. Para tener una sociedad organizada. No. Para que todos estemos obligados a cumplirlas. No. Para saber quiénes son los criminales. No... Y así, uno por uno... hasta que alguien dijo la palabra mágica que el maestro buscaba... Para que haya justicia.

-¡Ajá! Justicia. ¿Qué es la justicia?

La justicia es no permitir que se violen los derechos de los demás. -Bien, ¿qué más?... La justicia sirve para regular las conductas de las personas. -Bien, ¿qué más?... La justicia es buscar que cada persona obtenga lo que se merece.

-Bien, muchachos. Bien. Ahora díganme... ¿Ustedes creen que hice bien en sacar a su compañero del aula?

Silencio. Miradas unos a otros.

-¿Hice bien sí o no?

-¡Noooo!

-¿Cometí una injusticia?

-¡Sí!

-¿Y por qué nadie dijo nada? ¿De qué sirven las leyes, las normas y los reglamentos si no tenemos el valor de aplicarlas? Todos estamos obligados a levantar la voz cuando vemos una injusticia. Ustedes y yo. ¡Nunca se queden callados! Tras una breve pausa añadió: Que alguien vaya a buscar a Luis.

Silencio. Todos nos mirábamos con sonrisas idiotas. Alguien salió a buscar a Luis.

Esa mañana amé mi clase y admiré a  mi maestro de Introducción al Derecho.

Historia Reflexiva: "Quiero a todos mis alumnos"



Aquella mañana la señorita Thompson fue consciente de que había mentido a sus alumnos. Les había dicho que ella les quería a todos por igual pero, acto seguido se había fijado en Teddy, sentado en la última fila, y se había dado cuenta de la falsedad de sus palabras.



La señorita Thompson había estado observando a Teddy el curso anterior y se había dado cuenta que no se relacionaba bien con sus compañeros y que tanto su ropa como él parecían necesitar un buen baño. Además el niño acostumbraba a comportarse de manera bastante desagradable con sus profesores. Llego un momento en que la señorita Thompson disfrutaba realmente corrigiendo los deberes de Teddy y llenando su cuaderno de grandes cruces rojas y bajas puntuaciones. Sin duda era lo que merecía por su dejadez y falta de esfuerzo.


En aquel colegio era obligatorio que cada maestro se encargara de revisar los expedientes de los alumnos al inicio de curso, sin embargo la señorita Thompson fue relegando el de Teddy hasta dejarlo para el final. Sin embargo al llegarle su turno, la profesora se encontró con una sorpresa. La profesora de primer curso había anotado en el expediente del chico: “Teddy es un chico brillante, de risa fácil. Hace sus trabajos pulcramente y tiene buenos modales. Es una delicia tenerle en clase.” Tras el desconcierto inicial, la señorita Thompson continúo leyendo las observaciones de los otros maestros. La profesora de segundo había anotado, “Teddy es un alumno excelente y muy apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas en seguir el ritmo porque su madre está aquejada de unaenfermedad terminal y su vida en casa no debe ser muy fácil.” Por su parte el maestro de tercero había añadido: “La muerte de su madre ha sido un duro golpe para él. Hace lo que puede pero su padre no parece tomar mucho interés, sin no se toman pronto cartas en el asunto, el ambiente de casa acabará afectándole irremediablemente.”. Su profesora de cuarto curso había anotado: “Teddy se muestra encerrado en sí mismo y no tiene interés por la escuela. No tiene demasiados amigos y, a veces, se duerme en clase.”
Avergonzada de sí misma, la señorita Thompson cerró el expediente del muchacho. Días después, por Navidad, aún se sintió peor cuando todos los niños le regalaron algunos detalles envueltos en brillantes papeles de colores. Teddy le llevó un paquete toscamente envuelto en una bolsa de la tienda de comestibles. En su interior había una pulsera a la que faltaban algunas piedras de plástico y una botella de perfume medio vacía. La señorita Thompson había abierto los regalos en presencia de la clase, y todos rieron mientras enseñaba los de Teddy. Sin embargo las risas se acallaron cuando la señorita Thompson decidió ponerse aquella pulsera alabando lo preciosa que le parecía, al tiempo que se ponía unas gotas de perfume en la muñeca. Teddy fue el último en salir aquel día y antes de irse se acercó a la señorita Thompson y le dijo: “Señorita, hoy huele usted como solía oler mi mamá.”


Aquel día la señorita Thompson quedó sola en la clase, llorando, por más de una hora. Aquel día decidió que dejaría de enseñar lectura escritura o cálculo. A partir de ahora se dedicaría a educar niños. Comenzó a prestar especial atención a Teddy y, a medida que iba trabajando con él, la mente del niño parecía volver a la vida. Cuánto más cariño le ofrecía ella, más deprisa aprendía él. Al final del curso, Teddy estaba ya entre los más destacados de la clase. Esos días, la señorita Thompson recordó su “mentira” de principio de curso. No era cierto que los “quisiera a todos por igual”. Teddy se había convertido en uno de sus alumnos preferidos.


Un año después la maestra encontró una nota que Teddy le había dejado por debajo de su puerta. En ella Teddy le decía que había sido la mejor maestra que había tenido nunca.


Pasaron seis años sin noticias de Teddy. La señorita Thompson cambió de colegio y de ciudad, hasta que un día recibió una carta de Teddy. Le escribía para contarle que había finalizado la enseñanza superior y para decirle que, continuaba siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.


Unos años más tarde recibió de nuevo una carta. El niño le contaba como, a pesar de las dificultades había seguido estudiando y que pronto se graduaría en la universidad con excelentes calificaciones. En aquella carta tampoco se había olvidado de recordarle que era la mejor maestra. Cuatro años después, en una nueva carta, Teddy relataba a la señorita Thompson como había decidido seguir estudiando un poco más tras licenciarse. Esta vez la carta la firmaba el doctor Theodore F. Stoddard, para la mejor maestra del mundo.


Aquella misma primavera, la señorita Thompson recibió una carta más. En ella Teddy le informaba del fallecimiento de su padre unos años atrás y de su próxima boda con la mujer de sus sueños. En ella le explicaba que nada le haría más feliz que ella ocupara el lugar de su madre en la ceremonia.

Por supuesto la señorita Thompson aceptó y acudió a la ceremonia con el brazalete de piedras falsas que Teddy le regalará en el colegio y, perfumada con el mismo perfume de su madre. Tras abrazarse, Teddy le susurró al oído: “Gracias, señorita Thompson, por haber creído en mí. Gracias por haberme hecho sentir importante, por haberme demostrado que podía cambiar.”


Visiblemente emocionada, la señorita Thompson le susurró: “Te equivocas, Teddy, fue al revés. Fuiste tú el que me enseñó que yo podía cambiar. Hasta que te conocí, yo no sabía lo que era enseñar.”

sábado, 26 de abril de 2014

5 competencias que un docente debe desarrollar.

En la escuela los docentes también debemos desarrollar competencias, en el entendido que no "competimos" si no que nuestras acciones laborales con la aplicación de competencias nos hacen idóneos para el cargo. 


1.-PARTICIPAR EN LA GESTIÓN DE LA ESCUELA




Hoy en día se ve en las escuelas que la gestión se ha ido perdiendo hay escuelas que han sobresalido y otras se quedan estancadas ya que muchas de ellas se rehúsan al cambio y al uso de tecnologías, pocas escuelas se destacan realizando esa gestión.


La gestión no debe dejarse solo al maestro sino de igual forma involucrar a los dirigentes, aprendiendo estos a delegar, pedir cuentas, conducir, suscitar, garantizar y negociar proyectos, estudiar e interpretar balances.


El profesor es capaz de dirigir grandes proyectos porque tiene esa capacidad debido a su instrucción, pero lamentablemente interfieren individualidades que no ayudan a la construcción de reales proyectos, si llegáramos a entender claramente lo que es la profesionalización y los objetivos de la educación se realizarían y se aplicarían grandes proyectos


La administración de los recursos de la escuela deberían llevarse de acuerdo a la toma de decisiones de manera colectiva y serían más eficaces, si estas fueran directamente a un servicio de un proyecto que propone prioridades

2.- FORMAR E IMPLICAR A LOS PADRES DE FAMILIA


Desde hace tiempo la intervención que tienen los padres de familia se ha visto como solo informativa, en muchos casos los padres de familia son vistos como ajenos a la escuela lo cual no debería ser así ellos juegan un papel importante en la formación de sus hijos, es necesario que los padres de familia estén informados pero que además se les dé el derecho que tienen a ser consultados y participar en la gestión. El dialogo mutuo y constate nos llevará a lo razonable y cada uno de ellos descubrirá que la colaboración no solo es posible, sino productiva lo que aumentará la confianza. 



3.- UTILIZAR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Los nuevos programas de estudio de educación, piden el uso de las Tics, es común que muchos de nuestros alumnos estén muy familiarizados con el uso de estas tecnologías lo incongruente sería que nosotros como profesores no alcancemos a nuestros alumnos, es necesario que todos los profesores enfrentemos estos retos que se presentan y lo tomemos como crecimiento profesional ya que muchos de nosotros solo queremos quedarnos en lo antiguo, porque es más fácil y sencillo, pero con esa actitud solo hacemos que la escuela se divorcie de la realidad y sea un mundo aparte, ajeno y carente de significado para esas generaciones que educamos. 



4.-PREVENIR LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA Y LA CIUDAD


Actualmente nuestra sociedad se vive con violencia, todos los días nos despertamos con las noticias donde el titulo principal y con letras rojas son las muertes y masacres de tantas personas, haciendo que las nuevas generaciones se hagan insensibles al convertirse en algo común y cotidiano.



La violencia se debe prevenir desde la escuela, pero siendo congruente con lo que hacemos, los maestros debemos ser los primero en practicar la no violencia dejando a tras los castigos, la forma de llamar la atención tradicionalmente como se ha venido haciendo dando oportunidad a que los alumnos sean los principales actores en la construcción de su reglamento, dando pauta a que ellos mismos realicen los cambios pertinentes sin caer en la violencia.

5.- ORGANIZAR LA PROPIA FORMACIÓN CONTINUA


Parte de nuestro quehacer educativo es asistir a cursos de actualización, información, talleres etc. Se piensa que por el simple hecho de ser maestros, el conocimiento prevalece y no es así necesitamos poner el conocimiento en practica, se debe formar ámbitos de aprendizajes, de discusión, reflexión, construir competencias. Pareciera que todo esta inmovil pero se ha visto que lentamente ha cambiado las practicas pedagógicas docente-alumno.


La formación continua no solo debe de ser para cumplir un horario, una asistencia se debe entenderse como un cambio en nuestra identidad para mejorar nuestra practica docente. Páginas como"Soy docente maestro y profesor" de Facebook, este blog educativo, podcast educativos, canales educativos de youtube como Momovipro se convierten en herramientas de capacitación constante.





Fuente de Consulta:
Perrenoud,Philippe.” Diez nuevas competencias para enseñar”