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viernes, 26 de diciembre de 2014

Me Alegro de Ser Maestro


Prefiero ser un maestro que un vendedor. Aunque un vendedor gana más dinero que yo, no cambiaría el lugar con él. El vende lavadoras, plumas fuentes, etc., pero yo vendo ideas.

Prefiero ser un maestro que un arquitecto. Un arquitecto ayuda a construir edificios, pero yo ayuda a construir caracteres.


Prefiero ser un maestro que un artista, fascinante como pueda ser esa profesión en su completa belleza, color y simetría. Un artista pinta cuadros sobre lienzos, pero yo pinto cuadros sobre las memorias de los niños.

Prefiero ser un maestro que un contable. El contable hace balance de cuentas, pero yo hago balance de vidas.

Prefiero ser un maestro que un negociante. El negociante trabaja con hechos y figuras, y con monedas sin vida, pero yo trabajo con mentes que se abren, futuros que brillan y principios que crecen.

Prefiero ser maestro que un orador. Un orador insta a adultos al aplauso y a la admiración, pero yo insto a los niños a la elección correcta y al pensamiento noble.

Prefiero ser un maestro que un arqueólogo. El arqueólogo saca tesoros de la tierra, pero yo saco talentos de las vidas.

Prefiero ser un maestro que un estadista. El estadista trata con ciudadanos hechos, pero yo trato de futuros ciudadanos.

Prefiero ser un maestro que un intérprete. El interpreta palabras e ideas, pero yo interpreto motivos, propósitos y anhelos.

Me alegro de ser MAESTRO.

viernes, 8 de agosto de 2014

Felíz, tu maestro.



Felíz , tu, maestro,
porque tu tesoro son los alumnos
y tu vida es estar entre sus vidas,
haciéndolos madurar.


Felíz, tu, maestro,
porque no guardas la vida,
la derrochas cada jornada,
entre silencios y esperas,
entre esperanzas y dudas,
entre ilusiones y temores.


Felíz, tu, maestro
porque te sientes realizado,
haciendo que brote la vida que ya está allí,
oculta esperando la voz del amigo maestro.





Felíz, tu, maestro,
porque aunque todos te llaman profesional,
tu sabes muy bien que aprendes cada día,
cuando estás delante de ellos, tus maestros;
cada uno diferente, original e incomparable.
Cada uno maestro de su maestro.


Y si tú eres felíz, felices serán ellos también.

(desconozco el autor)

domingo, 22 de junio de 2014

El maestro más malo del mundo.



Tuve el maestro más malo del mundo. Esa fue mi desgracia! Imagínate, rara vez faltaba. Rara vez se enfermaba, al menos eso yo creía, pero ahora pienso que se sacrifica su salud en su afán de torturarnos.

El problema con el era que te obligaba a pensar y esto era una tortura. Porque no podía ser mas buena y darte la contestación como otros para que no tuvieras que ejercitar tu malgastado cerebro?


No podías mencionar la palabra "no puedo" ni difícil delante de el porque le daba una lavada de cerebro y te lo eliminaba de la mente. Todo con el fin de que hiciéramos lo que el pedía. Encima de todo terminabas dándole la razón!

La mente incansable de el siempre estaba en la búsqueda de nuevas torturas. Su tiempo libre creo que lo dedicaba a maquinar proyectos especiales que solo su mente producían. Lo que disfrutaba explicando sus proyectos en clase! Claro, nosotros eramos las victimas.

No conforme con todo esto iba mas allá de su deber. Se salia a los pasillos a buscar los estudiantes para meterlos en el salón. No te regalaba una triste nota tenias que ganarla.

Olvidaba decir que tenia una memoria parecida a la de una computadora. Cuando tu decías - ahora se equivoco - no pasaba. Era prácticamente imposible, o pocas veces pasaba y resultabas ser tu el equivocado. Siempre me preguntaba - Como lo hacia? Parece que tenia un radar que detectaba los errores inmediatamente.

Gracias a este maestro tan malo, aprendí disciplina, a no rendirme, a que todos tenemos un potencial y somos valiosos, porque tenia fe que podía sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

¿Y TU  ERES UN MAL MAESTRO ?

martes, 15 de abril de 2014

Cuide su instrumento de trabajo: SU VOZ


Cuando se es novato en docencia la primera enfermedad que nos afectará estará siempre relacionada con la garganta, obviamente  y aunque poco nombrada pero sí muy utilizada: la voz. Con el correr de los años sigue siendo la voz la principal afección médica y es considerada para nosotros como docentes una enfermedad profesional. 
Largas jornadas en las que todo el conocimiento sale tanto de la garganta como del cerebro, son las que con el pasar de los años traen a la vida de los maestros diversas dolencias relacionadas con la voz y el aparato de fonación. 

A pesar de que los maestros son profesionales de la voz, muy pocos son los que le prestan atención a este instrumento y toman las medidas necesarias para asegurar que en el largo plazo su cuerpo no les pasará factura por años de descuido y malos hábitos.



En palabras de la doctora Diana Milena Herrera, actual fonoaudióloga del Colegio Tolimense de la ciudad de Ibagué, "los maestros deben tomar conciencia de que la voz es un componente vital de su fuente de ingreso. Deben conocer y practicar técnicas vocales, pues muy pocos tienen una rutina de entrenamiento vocal. Deben saber, además, que la disfonía, en general, es una enfermedad laboral común en su profesión y es necesario que se eduquen para no lastimar la herramienta de trabajo". 

Síntomas y trastornos comunes

A grandes rasgos, la sensación de falta de aire, la ronquera, el dolor o ardor al hablar, la tensión excesiva en el cuello, la carraspera, la dificultad al comer, beber o pasar saliva y la sensación de tener un cuerpo extraño en la garganta son los síntomas más comunes de una disfonía o un trastorno vocal. 

Las disfonías pueden ser esporádicas o transitorias, en caso de resfrío, gripa o anginas; también pueden ser crónicas e irreversibles, provocadas por afecciones que no pueden ser curadas. "Entre los problemas vocales más comunes en maestros están las disfonías por hiperfunción o hipertónicas, causadas por un mal uso y abuso vocal, especialmente por largas jornadas de trabajo en las que los docentes tratan de manejar a los estudiantes utilizando el recurso de alzar la voz; también se encuentran las causadas por la reiteración de malos hábitos, como consumo de alcohol, bebidas cafeínadas, tabaquismo, entre otros; por otro lado, el padecer enfermedades como gastritis y reflujo gastroesofágico puede afectar directamente la voz, pues los ácidos que producen estas enfermedades llegan a lesionar también la laringe. En el peor de los casos, estas afecciones pueden evolucionar en patologías como nódulos, pólipos vocales, quistes laríngeos, edema de Reinke, papilomas o cáncer laríngeo", aclara la doctora Herrera. 

Mucho que aprender

El panorama de la salud vocal para docentes en el país se caracteriza por la falta de información, educación y disciplina de los maestros sobre prácticas de entrenamiento vocal y cuidados de su instrumento de trabajo, además de la poca prevención y promoción que realizan las administradoras de riesgos profesionales en las instituciones educativas sobre este tema.



La importancia de saber respirar

La respiración correcta es la conocida como costodiafragmática. Aprender a respirar de esta forma es importante, puesto que el 90% de casos de insuficiencia o fatiga vocal proviene de una respiración inadecuada. El profesional de la voz debe inspirar por la nariz, llevar el aire al diafragma (vientre) y hacer una pausa para después espirar por la boca, en forma de soplo suave y prolongado. Este soplo es el que produce la voz: el sonido del habla se crea por la vibración de las cuerdas vocales en tensión, debido al aire que pasa entre ellas. El soplo respiratorio o exhalación debe realizarse de tal forma que no llegue a contraer los músculos del cuello. Si se altera el equilibrio muscular por una respiración exagerada o un soplo disminuido, el trastorno vocal llegará inminentemente. 

La práctica progresiva de relajación y disciplinas como yoga o tai chi permite eliminar tensiones musculares, que actúan como enemigas de la buena fonación. En algunos casos, la distensión muscular no se logra con prácticas físicas, debido a que sus causas son de origen psicológico, como por ejemplo altos niveles de estrés, en cuyo caso se recomienda tratamiento psicoterapéutico.

Relajación muscular para facilitar

La respiración
Para la zona del cuello: mueva la cabeza de izquierda a derecha, dibujando una media luna en el aire. Incline la cabeza hacia adelante y muevala suavemente de izquierda a derecha.
Para la zona clavicular: Con los brazos relajados, eleve los hombros suavemente; una vez estén en el punto más alto, mantenga la tensión por unos segundos y luego déjelos caer. También lleve los hombros hacia arriba y hacia abajo rápidamente,luego alterne levantando primero un hombro y después el otro.


Prevención o alivio

Aunque los expertos afirman que la prevención de este tipo de enfermedades está destinada exclusivamente a docentes entre los 20 y 30 años de edad, pues pasada esta etapa la enfermedad ya puede estar instalada, hay que resaltar la importancia de una visita al otorrinolaringólogo para cualquier persona que presente síntomas persistentes por más de una semana. Para las personas mayores de 30 años es de vital importancia adoptar hábitos saludables e iniciarse en ejercicios de calentamiento vocal y demás prácticas encaminadas a facilitar el trabajo de las cuerdas vocales y la laringe. Para esto, a continuación ofrecemos algunas pildoritas de información que le servirán para aliviar y prevenir sus molestias vocales:
Consumir bastante agua, que no debe estar ni fría ni caliente; mínimo 8 vasos diarios.
Realizar calentamiento de cuerdas vocales y rutina diaria de ejercicios vocálicos. Puede empezar por trinar o silbar en la mañana (en la ducha o mientras se dirige al trabajo), o tararear suavemente, como si estuviera cantando un arrullo. Repita este mismo ejercicio en diferentes intervalos de su rutina, para descansar la garganta y al final del día para enfriar la voz.
Reducir la ingesta de alcohol y cafeína, porque deshidratan los pliegues vocales.
Cuidar la alimentación, puesto que las comidas demasiado condimentadas pueden irritar la laringe; también es importante una alimentación sana y ligera antes de iniciar la jornada laboral, que facilite una buena digestión.
El tabaco es un gran enemigo de la salud vocal, es el camino más fácil hacia el cáncer laríngeo.
¡No gritar!
Si hay síntomas como ronquera, pérdida frecuente de la voz, afonía, alteración de los patrones respiratorios o en la vía aérea superior, presencia de sinusitis, rinitis, etc., consultar inmediatamente al especialista, el otorrinolaringólogo.
Chequear anualmente la función auditiva: la pérdida de audición repercute en que la persona deba hablar en una intensidad más fuerte a la que está acostumbrada, y esto causa paulatinamente hiperfunción vocal.
Aprender a respirar. El docente debe saber que la simple respiración que realiza en forma inconsciente y automática no es suficiente para quien utiliza la voz profesionalmente. Si respira mal, va a hablar mal.
Practicar disciplinas como yoga, stretching, tai chi y relajación, para relajar los músculos, especialmente los del cuello.
Evitar el estrés y otros estímulos psicológicos negativos, que puedan afectar el sistema inmunológico y causen tensión muscular.
La voz resiente mucho la falta de sueño. Duerma como mínimo 8 horas, especialmente durante los días de clases.
No se auto medique, consulte al especialista.

lunes, 6 de agosto de 2012

El maestro más rico del mundo



Había una vez un hombrecito chiquitico que quería ser grande. Vivía en un planeta lleno de tantas injusticias y tanta corrupción que hasta el viento travieso le soplaba indiferencias a cada rato y por todas partes.

-Cuando sea grande –se decía- seré maestro, y esta tierra de enanos dará los frutos que nunca nos comimos, así como la sombra de los árboles que tanto nos faltó y nos secó la piel de niños. 

Y así fue. Con gran esmero y con el dulce sabor a caramelos que su propia motivación le fue dando para ser grande como quería, aprendió a pensar como ninguno. Su creatividad le bastó para conseguir lo que quería. 

-También seré el maestro más rico de este planeta –se repetía constantemente cada vez que recibía el golpe de las burlas de sus amiguitos porque asistía a la escuela entre remiendos de calzones y alpargatas. Es que a sus padres apenas les alcanzaba para un almuerzo de cambures sancochados con arvejas cocinadas al fuego lento entre los cantos y resignaciones de una madre embarazada cada dos años y medio-. 

Brilló, pues, aquel hombrecito chiquitico como cocuyos en inteligencia y un buen día se graduó como maestro con las mejores calificaciones. Rápidamente consiguió trabajo. Enseñaba a sus alumnos y alumnas diferente a otros y a como él había aprendido entre castigos y maltratos. Acudía siempre a un cuaderno de apuntes por oposición que escribía en cada clase de un “pirata”, como le llamaba a los maestros que enseñaban con espadas y parchos en sus ojos por la forma de hacer uso de su propia metodología. Allí, en ese cuadernito con hojas golpeadas por el tiempo, escribió un sinfín de necesidades pedagógicas qué regalar a los pequeños en el aula, inclusive a los grandes de la historia. Sus enseñanzas se desarrollaron entre juegos y sonrisas, confundidas entre saltos y canciones inventadas. Y mientras otros maestros gastaban y gastaban para impactar y dar sus clases magistrales en medio de adornos con los que fueron rellenado sus vacíos pedagógicos, aquel maestro pequeñito -que ahora comenzaba a hacerse grande- se hacía rico inadvertidamente. 

Las bondades de los más agradecidos con los que, por suerte, les tocó compartir la mejor de sus experiencias escolares, lo fueron llenando de riquezas. Y mientras más recibía más iba compartiendo. No podía evitar los retornos que desde el cielo le enviaba el Todopoderoso. Fue así como llegó a tener el jardín más lindo del mundo con las flores que sus estudiantes le fueron regalando. Asimismo, sembrando junto a ellos las semillas de los frutos que diariamente le fueron obsequiando, alcanzó a vivir en medio del bosque fructífero que soñó tener toda la vida. Llenó su casa de lámparas con la brillantez de su inteligencia, y con la dulzura de su corazón aromatizó el camino de la pedagogía. 
Llegó a tener la biblioteca más completa que nadie antes imaginó jamás: la construyó con su saber y las historias infantiles que escuchó y recibió al final de una clase en hojas sueltas con dibujos llenos de piratas y cometas, cruzando mares y estrellas como sueños. Depositó, pues, en el banco aquellos millardos de afectos, bendiciones y agradecimientos que a diario recibió de la gente que supo realmente apreciar su talento humano. 

Aquel maestro se convirtió en el maestro más rico del mundo porque aprendió a no ahorrar las frivolidades de la competencia ni las simplezas mismas de la vanidad que no hacen más que dejar vacíos los corazones de los hombres. Ése fue su secreto para hacerse rico y grande entre grandes, pues en contacto con los niños y niñas de la escuela de la vida comprendió que nada pesa y mucho vale regalar sonrisas, afectos, besos, abrazos y caricias positivas para fabricarnos una vida llena de riqueza espiritual, una vida de amor para elevarnos y acercarnos más a Dios. 

Ésta fue la herencia que dejó a sus hijos, maestros también como él, contaditos con los dedos de las manos y que hoy, muy cerquita de nosotros -aunque desapercibidos- dignifican el nombre de “EL MAESTRO MÁS RICO DEL MUNDO” de esta historia. 

AUTORA: PROFA. CARLA ALTUVE
www.cyonar.com.ar