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martes, 7 de junio de 2016

jueves, 17 de septiembre de 2015

Medio en broma y medio en serio.



Un profesor se paró frente de su clase mientras tenía algunas cosas en su escritorio. Al dar comienzo a la clase, tomo un gran frasco de vidrio que estaba vacío y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Rompió su silencio preguntando a sus alumnos si el jarro estaba lleno. Sin excepción, todos los estudiantes asintieron.

El profesor después tomo una caja con canicas de cristal y las vertió entre las pelotas de golf que antes había puesto en el jarro. El profesor sacudió el jarro suavemente y las canicas escurrieron a los espacios que habían quedado entre las pelotas de golf. Nuevamente, el profesor preguntó a sus alumnos si el jarro estaba lleno. Los alumnos, sorprendidos, respondieron con un “sí” unánime.

El profesor tomó una pequeña caja de arena y la vertió dentro del jarro. Por supuesto, la arena lleno todo el espacio que quedaba en el jarro. Pregunto una vez más si el jarro estaba lleno. Los estudiantes respondieron en voz alta y al mismo
tiempo “sí”.

El profesor sacó después dos cervezas debajo de su escritorio y las vertió completamente dentro del jarro de vidrio llenando el espacio entre la arena. Los estudiantes rieron.

“Ahora”, dijo el profesor mientras la risa disminuía, “Quiero que piensen que este jarro representa su vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes – su familia, los hijos, la salud, los amigos y sus pasiones. Si lo perdieran todo y solo estas cosas importantes quedaran, su vida todavía estaría llena y plena. Las canicas representan las otras cosas que importan como su trabajo, su casa y su auto. La arena es todo lo demás, el resto.”

“Si ponen la arena primero dentro del jarro vacío”, continuó, “No habrá más espacio para las canicas o las pelotas de golf. Lo mismo pasa en su vida.”

“Si pasan todo su tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca van a tener espacio para las cosas que son realmente importantes.”

“Presten siempre atención a las cosas que son realmente importantes para ser felices. Pasen tiempo con sus hijos. Pasen tiempo con sus padres. Visiten a sus abuelos. Salgan a cenar con su esposa. Disfruten otra fiesta en familia. Siempre habrá tiempo después para limpiar la casa y cortar el césped.

“Siempre preocúpense de las Pelotas de golf primero - las cosas que realmente importan. Fijen sus prioridades. El resto es sólo arena.”

Una vez que el profesor había terminado, uno de los estudiantes levanto su mano y preguntó que representaba la cerveza. El profesor sonrió y dijo, “Que bueno que preguntaste. La cerveza solo muestra que no importa cuan llena de cosas parezca tu vida, siempre hay tiempo para compartir un par de cervezas con un amigo.”

lunes, 17 de agosto de 2015

Historia: Comprendiendo conceptos abstractos.- (Incluye guía a desarrollar)


Guía para desarrollar en jornadas con docentes: 
1º- Lea en voz alta, el caso del profesor universitario de la clase de introducción al Derecho. 
2º- Inicie el debate mencionando los puntos más notables pedagógicamente hablando de la historia. (presentación de la cátedra y el elemento sorpresa)
3º- Inicie con una lluvia de ideas: cuestione a los participantes escribiendo en la pizarra: las preguntas siguientes: 
¿ Cuál creen que era el objetivo del profesor al presentar la clase de la manera que lo hizo?
¿ Cuál es el elemento abstracto de la historia?
¿ Es importante la forma en que se presenta la clase? si, no por qué?
¿ Cómo se puede capitalizar positivamente las reacciones de los estudiantes?
4º- Pida que se reúnan en equipos de cuatro personas y que responsan las interrogantes.
5º- Los equipos expondrán sus planteamientos a todo el pleno.
6º- Entregue una copia de la historia y exponga las conclusiones derivadas de lo que expresaron los participantes de la jornada. 

PRESENTANDO LA CLASE.

Primer día de clases. . . El Profesor de "Introducción al Derecho" entró al salón lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:


- ¿Cuál es su nombre?

- Mi nombre es Nelson, Señor.

- ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! - Gritó el maestro desagradable.

Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió del salón.

Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.

- ¡Muy bien! - Vamos a empezar.

- ¿Para que sirven las Leyes? Preguntó el Maestro - los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:

- Para tener un orden en nuestra sociedad.

- ¡No! - Respondió el profesor.

- Para cumplirlas.

- ¡No!

- Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.

- ¡No!

- ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta?

- Para que se haga justicia - una muchacha habló con timidez.

- ¡Por fin! Es decir, por la justicia.

Y ahora, ¿qué es la ‪#‎Justicia‬?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan sarcástica del Profesor.

Sin embargo, continuaron respondiendo:

- A fin de salvaguardar los derechos humanos ...

- Bien, ¿qué mas ? - Preguntó el maestro.

- Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien ...

- Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
... "Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?"
Todos estaban en silencio, nadie respondió.

- Quiero una respuesta por unanimidad.

- ¡No! - Todos contestaron a una sola voz.

- Se podría decir que he cometido una injusticia?

- ¡Sí!

- ¿Y por qué nadie hizo nada al respecto?... Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas?... Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia... Todos... No vuelvan a estar en silencio, nunca más... Vayan a buscar a Nelson - dijo. Después de todo, El es el Maestro, yo soy un estudiante de otro período.

martes, 11 de agosto de 2015

Actitud docente: Elecciones personales.








Esa imagen del profesor que recorrió el mundo en noticiarios y programas de tv y en las redes sociales, el docente carga en sus brazos al bebe de una estudiante y para que la clase no se interrumpa, en lugar de sacar a la estudiante, o molestarse, él lo carga y continua explicando; movió todo tipo de comentarios de estudiantes y docentes, la mayoría haciendo eco de la actitud del docente, identificándose con él, otros diciendo que tuvieron docentes así buenos y solidarios, otros quejándose de los docentes que tuvieron.

Personalmente me llevó a una reflexión un poco más profunda que el hecho que vemos en la fotografía. 

Siempre que un ser humano realiza una acción, se genera una reacción, los docentes somos personas que dada nuestra condición de “orientadores” tendemos a señalar errores más que a potenciar a las personas: llámense estudiantes, compañeros, parientes o vecinos, con expresiones como: “todo lindo peroooo” esas frases matan a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros estudiantes, a nuestros hijos. 

El profesor de la imagen, eligió que no le importaba la presencia e interrupciones que el nene producía en su clase, lo toma en brazos y continúa su clase… sin señalamientos, sin objeciones; la vida es cuestión de elecciones, cada uno de nosotros elige criticar… justificando que lo hacemos “constructivamente”, evitemos estimados compañeros docentes la critica que destruye, evitemos ese “pero” que nos da permiso de decir cosas solo para agredir, aunque en nuestra mente nos digamos una y mil veces que es para crecimiento de los demás. 



La docencia es una profesión, un arte, el cuidado en la elección de nuestras palabras y comentarios es una cuestión estrictamente personal. 

En el aula estamos llamados a preguntar, compartir y orientar, en nuestros hogares a formar a nuestros hijos y a consensuar con la pareja (tampoco somos docentes de nuestras familias) y en la vida cotidiana somos seres humanos aprendiendo, observando, tomando lo que sirve y descartando lo que no. 



Y como el profesor de la ilustración, tomemos en nuestros brazos lo que incomoda y continuemos que hay cosas realmente graves en la vida como para preocuparnos por nimiedades. 









miércoles, 3 de junio de 2015

EL HACHERO ESFORZADO



—No sé que pasa, gordo. En la “facu” no me va como a mí me gustaría.
—¿Qué quiere decir eso?
—Que mi rendimiento va bajando “sin prisa pero sin pausa”, desde que empezó el año. Mis calificaciones son todos sietes y ochos, quizás algún nueve. Pero en los últimos exámenes, no puedo pasar de un seis. No sé, no rindo, no me puedo concentrar, no tengo ganas.
—Bueno, Demi, también tienes que tener en cuenta que estamos sobre fin de año, quizás necesites un descanso.
—Yo pienso tomarme el descanso, pero todavía faltan dos meses para fin de año, y antes de eso es imposible. No puedo parar para tomarme vacaciones.
—A veces me parece que la civilización ha conseguido volvernos locos a todos. Dormimos de 12 a 8, almorzamos entre las 12 y la 1, cenamos entre las 9 y las 10... En realidad, nuestras actividades las decide elreloj. No nuestras ganas. A mí me parece que para algunas cosas es imprescindible cierto grado de orden, pero para otras es absolutamente incomprensible obedecer el orden preestablecido.
—Todo lo que quieras, pero ahora yo no puedo parar.
—Pero siguiendo, me dices que tu rendimiento disminuye.
—¡Debe haber otra forma!
Había una vez un hachero que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún; así que el hachero se decidió a hacer buen papel.
El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona.
El hombre entusiasmado salió al bosque a talar.
En un solo día cortó dieciocho árboles.
—Te felicito –dijo el capataz— sigue así..Animado por las palabras del capataz, el hachero se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente; así que esa noche se acostó bien temprano.
A la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque.
A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.
—Me debo haber cansado –pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad.
Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol.
Inquieto por el pensamiento del capataz, el hachero se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer.
El capataz le preguntó:
—¿Cuándo afilaste tu hacha la última vez?
—¿Afilar? No tuve tiempo de afilar, estuve muy ocupado cortando árboles.
—¿De qué sirve, Demián, empezar con un enorme esfuerzo, que pronto se volverá insuficiente? Cuando me esfuerzo, el tiempo de recuperación nunca alcanza para optimizar mi rendimiento.

Descansar, cambiar de temas, hacer otras cosas, es muchas veces una manera de afilar nuestras herramientas.


¿Cuanto tiempo dedicamos a afilar nuestras herramientas?

lunes, 26 de enero de 2015

En que te convierte cada decisión



¿Estudiar o hacer algo por dinero, por fama o porque es lo que tus padres querrían que hicieras? 


"Decide en lo más profundo de tu corazón qué es lo que realmente te apasiona y desafía, y empieza a dirigir tu vida en esa dirección. [...] Tal vez no llegues exactamente donde pensaste estar, pero estarás haciendo cosas que te irán formando en la profesión en la que crees. No dejes que la vida, aleatoriamente, te fuerce a convertirte en el adulto que nunca quisiste ser."


Chris Hadfield. (Comandante de la Expedición 35 de la Estación Espacial Internacional)