jueves, 21 de agosto de 2014

El docente ladrón de sueños.




Cuentan que, ante un grupo de niños, un hombre contaba la siguiente historia…


Había una vez un muchacho hijo de un humilde entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y, aunque con algunos sacrificios, consiguió que su hijo pudiera ir a la escuela. Una mañana, mientras estaban en clase, el profesor pidió a los alumnos que pusieron por escrito las metas que pretendían alcanzar cuando fueran mayores.


El joven, ilusionado por el proyecto, pasó gran parte de la noche escribiendo varios folios en los que explicaba con detalle sus sueños y anhelos. Incluso, hizo varios dibujos para completar su descripción. El chico se imaginó aquella noche dueño de su propio rancho, cuidando de su propia ganadería y con un extenso terreno en cuyo centro se levantaba su casa. Visiblemente emocionado, a la mañana siguiente, el muchacho entregó su trabajo al profesor.


Sin embargo, dos días más tarde, el joven recibió la puntuación de su trabajo, un suspenso, junto con una nota que le decía que se quedara a hablar con el profesor al terminar las clases. El chico acudió a ver a su profesor y lo primero que hizo fue preguntar por qué lo había suspendido. El profesor le explicó: “Este es un sueño poco realista para un chico como tú. Tú no tienes recursos, tu familia es humilde. Para conseguir todo lo que describes en tu trabajo hace falta mucho dinero y muchos contactos. Tienes que comprar el terreno, pagar por las crías originales y después tendrás muchos más gastos de mantenimiento. Tu proyecto no es realista, no podrías hacerlo de ninguna manera.”


A continuación, el profesor agregó:” A pesar de ello, y en consideración por todo el esfuerzo realizado, si vuelves a redactar tu proyecto de forma más apropiada, con objetivos más realistas, te prometo reconsiderar tu nota.”


El chico regresó a su casa y pensó mucho lo que su profesor le había explicado. También le preguntó a su padre que debía hacer, ante lo cual, este le contestó: “Mira hijo, creo que esa es una decisión importante, por lo que te recomiendo que te tomes tiempo para tomarla. Creo que es algo que debes decidir por ti mismo. Lo que tú decidas estará bien.”


Finalmente después de reflexionar durante un par de días, el chico volvió a presentarse ante su maestro entregándole el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno. Ante la cara de asombro de su profesor, el chico le dijo: “Profesor, puede usted mantener mi mala nota, pero yo prefiero conservar mi sueño.”


Al concluir esto, el hombre que hablaba miró a los niños y les dijo: “Y esta es mi historia. Y aquí enfrente está la casa de mis sueños. En el centro del rancho que me propuse conseguir, porque esta es la meta de mi vida. Aún conservo aquel trabajo, con sus grandes números rojos en una esquina, enmarcado sobre la chimenea.”


Luego agregó: “Pero lo mejor de la historia es que, hace dos años, aquel mismo profesor, me visitó con un grupo de treinta chicos. Vinieron a visitar mi rancho. Y al irse me confesó: -Mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante aquellos años, les robé un montón de sueños a los niños. Pero por suerte, tú tuviste la fortaleza de no abandonar el tuyo. Y tu ilusión, y tu persistencia me hicieron ver lo equivocado que estaba, y lo cruel que fui con aquellos niños. Ahora, ya jubilado, intento reparar el daño causado contagiando la ilusión a cuantos quieren oírme.”






Ser maestro implica una gran responsabilidad (todo gran poder…). Manejamos ilusiones y sueños ajenos, y de nosotros depende regarlos y que puedan florecer o que se marchiten. ¡Nadie dijo que fuera fácil! Aunque por otra parte… ¿alguien conoce algo tan apasionante?

viernes, 8 de agosto de 2014

Felíz, tu maestro.



Felíz , tu, maestro,
porque tu tesoro son los alumnos
y tu vida es estar entre sus vidas,
haciéndolos madurar.


Felíz, tu, maestro,
porque no guardas la vida,
la derrochas cada jornada,
entre silencios y esperas,
entre esperanzas y dudas,
entre ilusiones y temores.


Felíz, tu, maestro
porque te sientes realizado,
haciendo que brote la vida que ya está allí,
oculta esperando la voz del amigo maestro.





Felíz, tu, maestro,
porque aunque todos te llaman profesional,
tu sabes muy bien que aprendes cada día,
cuando estás delante de ellos, tus maestros;
cada uno diferente, original e incomparable.
Cada uno maestro de su maestro.


Y si tú eres felíz, felices serán ellos también.

(desconozco el autor)

miércoles, 30 de julio de 2014

10 frases para docentes de Guy Kawasaki.

Guy Kawasaki es, sin duda, una de mis muchas fuentes de inspiración. Me explico. Hablar de Guy Kawasaki es hablar de la unión entre Marketing y Tecnología, dos de mis grandes pasiones últimamente junto con la Educación. Guy Kawasaki es mucho más que unos de los grandes creativos de la marca Apple y un evangelizador de la tecnología aplicada al mundo empresarial. Muchas de sus frases o reflexiones tienen cabida perfectamente en el ámbito educativo. De ahí que el artículo de hoy sea una recopilación y reflexión de algunas de sus frases más célebres. Pero antes déjame que te recomiende dos de sus mejores libros: El arte de cautivar y El arte de empezar.




Guy Kawasaki

1. Una buena idea es el 10% y la puesta en práctica, el trabajo duro y la suerte es el 90%. 
Como docente, a lo largo del curso se te ocurren muchísimas ideas para aplicar en el aula. Son ideas fruto de la experiencia, de la interacción con otros compañeros, de la lectura o de cursos de formación. Pero una idea no vale absolutamente nada. Todo el mundo tiene ideas todos los días. Lo importante, como dice Guy Kawasaki, es poner en práctica dichas ideas desde la honestidad de tu trabajo y la determinación de tu persona. 


2. Al final, o eres diferente o eres barato. 
Muchos docentes tienen el temor a ser diferentes. Yo creo que tal y como afirma Guy Kawasaki hay que tener la valentía para dar un paso adelante y demostrar lo mucho que vales ante todos tus compañeros y alumnos. En otros artículos te he preguntado cómo te vendes en el aula y la respuesta debe ser contundente. Debes dar lo mejor de ti mismo o corres el peligro de diluirte en la normalidad. Y la normalidad te hace invisible, te hace prescindible. 


3. No os quedéis estancados. Todo, absolutamente todo, se puede mejorar. Nadie sabe en qué dirección, o en qué sentido, pero si continúas quejándote y conformándote, te será muy difícil ser innovador o creativo. 
La profesión de docente es una profesión de riesgo. Y lo es porque se corre el peligro del estancamiento. De ahí la importancia de poder salir de tu zona de confort. Mismos compañeros, mismo libro de texto, mismos exámenes. No entiendo al docente que repite con orgullo que acaba de elaborar un material con el que tiene previsto trabajar durante muchos años. No. No hay que estancarse. Hay que buscar diariamente la innovación y ahora más que nunca es posible en un mundo globalizado, donde a través de internet o de las redes sociales puedes aprender de una gran cantidad de docentes con enormes inquietudes. Y cuanto más compartas, más ideas tendrás para fomentar tu creatividad. 


4. Cuantas menos diapositivas necesites, más convincente será tu idea. 
Guy Kawasaki se hizo muy conocido a raíz de la regla 10-20-30 aplicada a una presentación. Guy Kawasaki afirma que en una presentación no se debe exceder de las 10 diapositivas, de los 20 minutos y del tamaño 30 de una fuente de letra. En el fondo, lo que te está diciendo Guy Kawasaki es que menos es más. Y esta reflexión creo que es perfectamente aplicable a una sesión lectiva. En muchas ocasiones no eres consciente de que es tan importante aquello que enseñas como la manera con que lo enseñas. Estoy convencido de que se trata de dedicar cada vez más tiempo a pensar en cómo se puede enseñar con menos tiempo y con menor esfuerzo. Este es para mí uno de los grandes retos a los que me enfrento cada curso escolar. 
5. Conocer a los clientes exige salir a la calle y establecer contacto con ellos. 
Si cambias la palabra cliente por alumno y calle por centro escolar, entonces es una frase que puedes aplicar perfectamente a tu profesión. Como docente enseñas conocimientos, pero también enseñas valores y estos valores no siempre se enseñan exclusivamente en el aula. Para mí, al igual que Guy Kawasaki, el contacto directo con tus alumnos es una parte esencial de tu trabajo. Es más. De lo que se trata es de fomentar más que nunca lo que denomino la escucha empática. Para saber más sobre la escucha empática te recomiendo la lectura del artículo 5 Maneras de escuchar a tus alumnos. ¿Qué es la escucha empática? 


6. No se preocupe, sus productos pueden ser algo malos. 
Esta frase de Guy Kawasaki me gusta mucho porque la relaciono muy directamente con la diferencia en el ámbito educativo entre la perfección y la excelencia. Como docente, no debes preocuparte porque tu producto, tu clase te salga perfecta, sino que en esa clase hayas transmitido algo especial y único a tus alumnos. Cada vez estoy más convencido de que lo mejor está reñido con la perfección. 


7. No hay que tener miedo al fracaso. Es una parte del camino hacia el éxito. Si estamos esperando a probar y probar y mejorar en exceso nuestro producto, jamás lo lanzaremos en el momento idóneo. Lánzalo, y después, que el usuario lo pruebe. Él te dirá si tiene éxito o no. No presupongas nada. 
La sociedad cada vez tolera menos el error. Y para Guy Kawasaki no se puede progresar si no eres capaz de equivocarte, si no eres capaz de valorar lo mucho que puedes aprender del error, lo mucho que puedes enseñar a partir del error. 


8. Todo el marketing debería comunicar algo con verdadero significado. 
De esta frase de Guy Kawasaki me quedo con las palabras comunicar y significado. Personalmente, me parecen dos palabras esenciales en el ámbito docente y que dicen mucho de la educación, pero creo que también dicen mucho acerca de ti, porque son palabras que se refieren a la importancia de transmitir a tus alumnos aquello que sabes, a sabiendas de que no basta con transmitirlo, con enseñarlo. De lo que se trata es de dotar tus enseñanzas de un significado que pueda dejar huella en tus alumnos. Que sea un mensaje con un significado que pueda inspirar a tus alumnos. Guy Kawasaki sabe que el verdadero marketing, el marketing que realmente vende es el que se sustenta en el poder de la comunicación y en la autenticidad de su mensaje. ¿No crees que en el ámbito docente se persigue lo mismo? 


9. La verdadera innovación se produce cuando se saltan las curvas, no cuando piensan cómo mejorar un 10% o 15%. 
La Educación no es un camino en línea recta. Todo lo contrario. La profesión de docente es una profesión con peligrosas curvas. Pero lo importante, lo que realmente importa no es esquivar estas curvas, sino enfrentarse a ellas para transformarlas en una línea recta. Y eso no es nada fácil porque implica una gran transformación, no sólo de ti sino de la Comunidad Educativa que te rodea. Siempre he defendido la importancia de trabajar en uno mismo para poder mejorar, pero en esa mejora siempre debes intentar que otra gente también quiera seguirte, debes intentar que otra gente también crea en ti y en aquello que haces y defiendes. Ese 10%-15% es lo que tú puedes mejorar, pero debes querer ir mucho más allá e implicar a otras personas, inspirar a otras personas. 


10. Si usted tiene que poner a alguien en un pedestal, ponga a un docente. Son los héroes de la sociedad. 
La frase de Guy Kawasaki que lo dice todo es un tremendo orgullo como docente que una persona de la influencian mundial de Guy Kawasaki tenga en tan alta consideración a los docentes. Pero es así. Para Guy Kawasaki tú eres el verdadero héroe de la sociedad.

sábado, 5 de julio de 2014

Rosa roja, tallos verdes. Incluye guía para docentes y otra para padres)

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente o con reuniones de padres y madres de familia: 



1- Entregar la hoja fotocopiada con la historia de "Un niño", cuento de Helen Buckley.
Hacer lectura dirigida, mientras los participantes leen en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 

Si lo trabaja con docentes:
2- Preguntar: ¿Qué tipo de docente es la primera que nos describen en el cuento?.
3- Preguntar ,¿qué tipo de docente es la segunda docente? ¿Como sabemos que tipo de docentes somos?
4- ¿Auto evaluando nuestra particular forma de ser...indicamos todo o permitimos la libertad en la creatividad de los estudiantes?
5- Al finalizar la jornada, concluya retomando los comentarios y motive a reconocer en cada uno el estilo de enseñanza que tenemos y aplicamos a nuestros estudiantes. 

Si se trabaja con padres y madres de familia:

1- Pregunte: ¡Quién es el mejor de los docentes de acuerdo al cuento. Pida que le expliquen el porque de su opinión.

2-Permita una amplia participación.

3- Explique y concluya que cada docente potencia algo diferente en los niños, que no es que sea malo pero que cada docente moldea con todo lo que se hace en el aula un objetivo educativo.

4- Pregunte como padre si indican o permiten que los niños desarrollen su lado creativo.




Un niño un cuento de Helen Buckley. 
Erase una vez un niño que acudía por primera vez a la escuela. El niño era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.

Una mañana, estando el pequeño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.

Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.

Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer algo con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.

Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.

Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.

Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.

Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No quieres empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó. Como tú quieras contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”


miércoles, 2 de julio de 2014

CARTA DEL ESPOSO DE UNA DOCENTE A LOS Sres. PADRES:

CARTA DEL ESPOSO DE UNA DOCENTE A LOS Sres. PADRES:



Señores Padres: No soy docente, pero convivo con una, lo cual por un lado me permite saber en qué consiste su trabajo, y por el otro me da la ventaja de no tener compromisos con los padres de los alumnos, por lo cual voy a decirles lo que pienso, como es mi costumbre.

Si usted es de esos padres en vías de extinción que se preocupan por la educación de sus hijos, entonces no lea el siguiente texto ya que no es para usted.En cambio si es de esa nueva generación de padres "modernos y copados" que creen que la escuela es un depósito de chicos para que no molesten cuando usted chatea en facebook, mira fútbol y novelas, o simplemente duerme la siesta, entonces hágame el favor de leer estas definiciones que seguramente le aclararán el panorama:- Los docentes enseñan lengua, pero enseñarle a su hijo a no vagar por la calle a los gritos faltando el respeto a quienes lo oyen le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan anatomía, pero enseñarle a no embarazarse a los 13 años le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan biología, pero enseñarle a no matar por diversión le corresponde a usted.- Los docentes enseñan informática, pero enseñarle a no pasarse 10 horas por día en las redes sociales le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan dibujo y pintura, pero enseñarle a no escribir paredes y rayar autos le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan contabilidad, pero enseñarle a no gastar la plata en alcohol, tabaco y drogas le corresponde a usted.- Los docentes enseñan geografía, pero enseñarle a no estar el día entero fuera de su casa le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan ética, pero enseñarle a respetar a los mayores y no burlarse de las personas con discapacidades le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan gimnasia, pero enseñarle a no correr huyendo de sus actos irresponsables le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan historia, pero enseñarle a forjarse una propia limpia de manchas le corresponde a usted.- 

Los docentes enseñan matemáticas, pero enseñarle a no SUMAR errores, a no RESTAR esfuerzos, a no MULTIPLICARSE antes de tiempo, y a no DIVIDIR familias, eso le corresponde a usted.


Las sociedades funcionan cuando todos hacen su aporte. Los docentes, aunque mal pagos, hacen su trabajo con vocación.Usted señor padre....... ¿está haciendo el suyo?


Podes compartirlo por Favor !!!

domingo, 22 de junio de 2014

El maestro más malo del mundo.



Tuve el maestro más malo del mundo. Esa fue mi desgracia! Imagínate, rara vez faltaba. Rara vez se enfermaba, al menos eso yo creía, pero ahora pienso que se sacrifica su salud en su afán de torturarnos.

El problema con el era que te obligaba a pensar y esto era una tortura. Porque no podía ser mas buena y darte la contestación como otros para que no tuvieras que ejercitar tu malgastado cerebro?


No podías mencionar la palabra "no puedo" ni difícil delante de el porque le daba una lavada de cerebro y te lo eliminaba de la mente. Todo con el fin de que hiciéramos lo que el pedía. Encima de todo terminabas dándole la razón!

La mente incansable de el siempre estaba en la búsqueda de nuevas torturas. Su tiempo libre creo que lo dedicaba a maquinar proyectos especiales que solo su mente producían. Lo que disfrutaba explicando sus proyectos en clase! Claro, nosotros eramos las victimas.

No conforme con todo esto iba mas allá de su deber. Se salia a los pasillos a buscar los estudiantes para meterlos en el salón. No te regalaba una triste nota tenias que ganarla.

Olvidaba decir que tenia una memoria parecida a la de una computadora. Cuando tu decías - ahora se equivoco - no pasaba. Era prácticamente imposible, o pocas veces pasaba y resultabas ser tu el equivocado. Siempre me preguntaba - Como lo hacia? Parece que tenia un radar que detectaba los errores inmediatamente.

Gracias a este maestro tan malo, aprendí disciplina, a no rendirme, a que todos tenemos un potencial y somos valiosos, porque tenia fe que podía sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

¿Y TU  ERES UN MAL MAESTRO ?

sábado, 31 de mayo de 2014

Si supieramos historia

Comparto con ustedes esta hermosa reflexión que nos tocaá a todos y especialmente a los que somos formadores, tenemos la posibilidad de sensibilizar con este breve escrito. 

Si supiéramos Historia sabríamos que desde 1870 los europeos y el resto del mundo llamado desarrollado hemos estado explotando África. Stanley, Livingstone, Bremen…fueron expedicionarios que nos abrieron los ojos. Nos descubrieron el Dorado. Luego potencias coloniales como Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Italia o España … hicieron y deshacieron entre ellos.

Si supiéramos Historia sabríamos que la Conferencia de Berlín, en 1885, supuso el reparto de una gran y rica tarta llamada África que era devorada por unos invitados que nunca fueron llamados. Luego llegarían las falsas independencias de esos territorios africanos, las fronteras artificiales, las guerras tribales, el neocolonialismo, el coltán, los diamantes, gobiernos corruptos, Ruanda, el Congo… guerra, pobreza, sangre y muerte…

Desde hace 150 años el continente más rico en recursos y materias primas ha sido masacrado por las necesidades del primer mundo. Por nuestras necesidades. Nos hacian falta y no hemos tenido reparos. No hemos sido silenciosos, ni sensibles, ni por supuesto solidarios. Los países del primer mundo tenemos un ritmo de vida que, por favor, no podemos parar.

Por ello, si aprendiéramos Historia seríamos mucho más empáticos, porque no cabría otra que ponerse en el lugar del otro, aquel que ha sufrido tanto para que otros vivieran como si fuéramos los dueños del mundo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más solidarios, porque reconoceríamos que no es justo coger lo que no es nuestro y tendríamos que devolver con creces lo que antes y ahora seguimos cogiendo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más sensibles ante las necesidades vitales de “estos negros” desesperados que algunos quieren criminalizar.

Si aprendiéramos Historia no harían falta vallas y cuchillas que nos separen.

Si aprendiéramos Historia, posiblemente, seríamos mejores personas.