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martes, 28 de abril de 2015

Historia para enseñar valores. (Con guía para desarrollarla en reunión con padres)

Guia para desarrollar.

1ª- Entregar la historia de "Ayer y hoy". A los participantes.
2ª- Pedir a los participantes que digan UN valor que les parece que se refleja en la historia.
3ª- Preguntar: ¿Cómo puede ayudar esta historia a los jóvenes y su relación con los adultos.?
4ª- Lea la reflexión del final de este post, y pida que los participantes opinen alrededor de ella.
5ª- Pida que los participantes cuenten experiencias donde personas mayores sufren el desprecio de sus parientes. 
6ª- Solicite soluciones para el desprecio que vive el adulto mayor, no solo en la casa, tambien en los trabajos, en la calle y en las legislaciones. 


Ayer y hoy.



Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.
Los guisos caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un viejo plato de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?
Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un plato de madera  para vos y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos". El niño sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Reflexión: 
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.

martes, 31 de marzo de 2015

Premio Me Quedo Contigo del blog "Crochet y Demos".


Recibí gratamente de la compañera bloguera Esther González, la nominacion al  Premio Me quedo Contigo. 

Según lo indica la normativa al ser nominada y darme por enterada, Yo debo nominar cuatro blogs y un quinto que sea nuevo, trabajo que resulta complicado por tan buenos blogs que tengo el gusto de seguir, pero bueno me decidí por estos que son para mí altamente recomendables. 

Desde Maestra Hazblog nomino a:






Los nomino por sus contenidos altamante educativos para mi, comparto con estos amigos blogueros diariamente el intercambio de lo que escribimos, que tengan el mejor de los días y felicitaciones por sus aportes valiosos. 
Gracias de nuevo a Esther González. 

jueves, 19 de febrero de 2015

Las malas practicas docentes.



Los buenos hábitos se cultivan y se contagian, desgraciadamente tambien las malas practicas se contagian y se propagan en las escuelas y colegios. Depende de cada uno y de cada grupo de trabajo el frenar este flagelo 
Son malas practicas docentes:
1°        Llegar tarde a su trabajo
2°        Intercambiar información personal de
           los compañeros, entiéndase chismes, corrillos, chusmerio.
3°        No actualizar su material bibliográfico de apoyo escolar.
4°        Comer en clases frente a sus estudiantes.
5°        Gritar a los estudiantes cuando se les llama la atención.
6°        Dar ordenes en lugar de solicitar o pedir.
7°        Limitar la practica de la lectura a memorandum y boletines.
8°        Juzgar las practicas pedagógicas de otros colegas sin
            tener mayor conocimiento de ellas.
9°        Comentar con los estudiantes el  monto de su salario para
            justificar su mal humor o enojo en el trabajo.
10°      Expresar "a boca de jarro" su odio o desaprobación por el 
           presidente del país o politicas educativas. 

Mencionamos en este post solo 10 de las practicas más nefastas en nuestro quehacer docente, cada una de la mencionadas deterioran nuestro trabajo y desde luego la imagen profesional que debemos cuidar.

¿Conoces más malas prácticas docentes? Te invitamos a compartirlas. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

Educador..que profesión tan fácil.


Para los que piensan que ser Maestro no es una profesión digna, como ser ingeniero, doctor, abogado, etc. 
Me preguntaron en la calle: ¿Qué profesión estudió? Y Yo le contesté: educación; esa persona, mirándome con extraña expresión en su rostro, se rió y dijo en voz baja: Qué profesión tan fácil, se la pasan jugando con
niños. 


Yo con mi cara bien en alto le dije con firmeza: si.. Soy Educador...!!! 

No trabajo en empresas, pero si en un espacio donde promuevo conocimientos en niños y jóvenes... NO discrimino, porque doy amor a todos por igual... NO soy Jefe pero tu hijo me ve como un líder y soy su modelo a seguir.. NO soy psicólogo, pero puedo hacer que TU hijo crea en sí mismo.. NO soy doctor, pero puedo diagnosticar carencias en estos Jóvenes... NO tengo horario de trabajo, pues mientras TU ves televisión y duermes, algunos estamos planificando para que tu hijo tenga el mejor aprendizaje. NO soy arquitecto para construir edificios, pero si construyo sueños y valores. NO juego con los niños, participo en la construcción de su aprendizaje. NO juego con plastilina, moldeo sueños. 

Que Vivan las Maestros. Porque para ser profesionales, pasaron por las manos de uno de mis colegas...!! Lucha por nuestra Profesión y demuestra con Dignidad que somos  Excelentes Profesionales y que para llegar a ser ingeniero, abogado, médico, entre otras profesiones, necesito de un MAESTRO

Tomado de la red. Anónimo 

sábado, 24 de enero de 2015

Tu verdadero valor.

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente, sobre todo cuando se trabaja con grupos de profesores, maestros o facilitadores disgustados con sus salarios, trabajos, estima, etc: 

1- Entregar la hoja con la historia, desde donde se abren comillas ("") Hasta donde se cierran. Pedir que lean en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 
2- Preguntar como se asemeja la historia con su vida, esperar participaciones voluntarias.
3-  Orientar las participaciones hacia la valía que asigna: un sindicato, un gobierno, un país a la labor docente que se realiza ¿Es justo?. 
4- Escriba los aportes en la pizarra o papel disponible, haga un cierre mencionando las ideas de todos los participantes, evite comentar usted mientras ellos lo hacen, el que dirige la actividad comenta al último.
5- Al finalizar la jornada despídase leyendo la moraleja al final de este articulo. 


-“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa, que no tengo fueras para hacer nada. Todos me dicen que soy una calamidad, que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy bastante tonto… ¿Cómo puedo mejorar?…¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”
El maestro, sin mirarle le dijo:
– “!Cuánto lo siento, pequeño saltamontes. No puedo ayudarte, porque debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver el tema con más rapidez y luego, tal vez te pudiera ayudar.”.
– “Encantado”– titubeó el muchacho, aunque una vez más sintió que volvía a ser desvalorizado y vio sus necesidades otra vez postergadas.
– “Bien”, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique izquierdo y dándoselo al chico, agregó:
– “Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debes vender este anillo y trata de obtener por él la mayor suma posible, pero nunca aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas”
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con cierto interés, hasta que decía el precio que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, unos se reían, otros daban media vuelta hasta que un viejito le explicó que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio del anillo.
Después de ofrecer la joya a más de cien personas y abatido por su fracaso, montó en el caballo y regresó. Entró en la habitación y dijo:
– Maestro lo siento… no pude conseguir lo que me pediste. Tal vez podría conseguir dos o tres monedas de plata, aunque no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo”.
– “!Qué importante lo que dijiste, pequeño saltamontes”- contestó sonriente el maestro. “Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto daría por él. A pesar de todo lo que te ofrezca, nunca se lo vendas. Regresa aquí de nuevo con el anillo”.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo. Lo miró con lupa, lo pesó y luego le dijo:
– “Dile al maestro, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro”.
– ¿58 monedas??? Exclamó el joven.
– “Sí”- replicó el joyero- Sé que con el tiempo, podríamos obtener hasta 70, pero nunca si la venta es urgente.
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
– “Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida, pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?.
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda."


Leer por el capacitador, orientador o profesor al finalizar la actividad:

Moraleja:
A veces, evaluamos a la ligera tanto a las personas como a las cosas. A veces lo hacemos sin conocimiento de causa, creyendo conocer todo. A veces esperamos un regalo envuelto de una manera especial y al no recibirlo de esa forma, lo rechazamos mirando sólo el envoltorio y no vemos el valor del contenido. A veces, sólo a veces, respondemos con habilidad