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lunes, 17 de agosto de 2015

Historia: Comprendiendo conceptos abstractos.- (Incluye guía a desarrollar)


Guía para desarrollar en jornadas con docentes: 
1º- Lea en voz alta, el caso del profesor universitario de la clase de introducción al Derecho. 
2º- Inicie el debate mencionando los puntos más notables pedagógicamente hablando de la historia. (presentación de la cátedra y el elemento sorpresa)
3º- Inicie con una lluvia de ideas: cuestione a los participantes escribiendo en la pizarra: las preguntas siguientes: 
¿ Cuál creen que era el objetivo del profesor al presentar la clase de la manera que lo hizo?
¿ Cuál es el elemento abstracto de la historia?
¿ Es importante la forma en que se presenta la clase? si, no por qué?
¿ Cómo se puede capitalizar positivamente las reacciones de los estudiantes?
4º- Pida que se reúnan en equipos de cuatro personas y que responsan las interrogantes.
5º- Los equipos expondrán sus planteamientos a todo el pleno.
6º- Entregue una copia de la historia y exponga las conclusiones derivadas de lo que expresaron los participantes de la jornada. 

PRESENTANDO LA CLASE.

Primer día de clases. . . El Profesor de "Introducción al Derecho" entró al salón lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:


- ¿Cuál es su nombre?

- Mi nombre es Nelson, Señor.

- ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! - Gritó el maestro desagradable.

Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió del salón.

Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.

- ¡Muy bien! - Vamos a empezar.

- ¿Para que sirven las Leyes? Preguntó el Maestro - los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:

- Para tener un orden en nuestra sociedad.

- ¡No! - Respondió el profesor.

- Para cumplirlas.

- ¡No!

- Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.

- ¡No!

- ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta?

- Para que se haga justicia - una muchacha habló con timidez.

- ¡Por fin! Es decir, por la justicia.

Y ahora, ¿qué es la ‪#‎Justicia‬?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan sarcástica del Profesor.

Sin embargo, continuaron respondiendo:

- A fin de salvaguardar los derechos humanos ...

- Bien, ¿qué mas ? - Preguntó el maestro.

- Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien ...

- Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
... "Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?"
Todos estaban en silencio, nadie respondió.

- Quiero una respuesta por unanimidad.

- ¡No! - Todos contestaron a una sola voz.

- Se podría decir que he cometido una injusticia?

- ¡Sí!

- ¿Y por qué nadie hizo nada al respecto?... Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas?... Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia... Todos... No vuelvan a estar en silencio, nunca más... Vayan a buscar a Nelson - dijo. Después de todo, El es el Maestro, yo soy un estudiante de otro período.

martes, 28 de abril de 2015

Historia para enseñar valores. (Con guía para desarrollarla en reunión con padres)

Guia para desarrollar.

1ª- Entregar la historia de "Ayer y hoy". A los participantes.
2ª- Pedir a los participantes que digan UN valor que les parece que se refleja en la historia.
3ª- Preguntar: ¿Cómo puede ayudar esta historia a los jóvenes y su relación con los adultos.?
4ª- Lea la reflexión del final de este post, y pida que los participantes opinen alrededor de ella.
5ª- Pida que los participantes cuenten experiencias donde personas mayores sufren el desprecio de sus parientes. 
6ª- Solicite soluciones para el desprecio que vive el adulto mayor, no solo en la casa, tambien en los trabajos, en la calle y en las legislaciones. 


Ayer y hoy.



Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.
Los guisos caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un viejo plato de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?
Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un plato de madera  para vos y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos". El niño sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Reflexión: 
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.