lunes, 21 de diciembre de 2015

Hay maestros y hay educadores...



En la secundaria de mi pueblo, el año pasado las alumnas habían adquirido la mala costumbre de besar los espejos para imprimirlos con las marcas de sus lápiz de labios. 
Todas las mañanas, los espejos de los baños de las mujeres amanecían llenos de "besos" colorados. 

La directora publicó un comunicado, pidiendo a todas las alumnas que se abstuvieran de imprimir besos en los espejos porque recargaba el trabajo del personal de limpieza. 

Como si nada. Los espejos seguían apareciendo llenos de marcas de pinturas de labio. 

Al final, la directora juntó a la mayor cantidad de alumnas que pudieron entrar al mismo tiempo en el baño de mujeres, y les explicó que quería mostrarles lo difícil que era para el personal de limpieza eliminar esas marcas todos los días. Le pidió a la señora de la limpieza que proceda con la tarea. 

La mujer de la limpieza tomó un trapo seco, lo mojó varias veces en un inodoro, lo escurrió y procedió a sacar las marcas una por una. Cada tanto volvía a mojar el trapo en otro inodoro, lo retorcía y seguía limpiando hasta que todos los espejos quedaron brillantes. 

Nunca más aparecieron marcas de labios en los espejos. 


Hay maestros y hay educadores...

martes, 1 de diciembre de 2015

Hablando de valores con Padres y Madres de Familia.


"LAS CASA SE CONSTRUYEN CON LADRILLOS, VALORES FAMILIARES"

Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio. Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones.
Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.
La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se inicia a la vida social.
Si queremos construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres hagamos sentir a nuestros hijos que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes.
Elevar la autoestima de nuestros hijos es de vital importancia, ya que contribuimos a que desarrolle la convicción de que es estimado y valorado, que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedor de la felicidad.

jueves, 26 de noviembre de 2015

LA MALETA, UNA BONITA REFLEXIÓN. (sugerencia didáctica)

Estimado docente, imprime y fotocopia esta historia, repartela  entre tus estudiantes de secundaria y pídeles que te expliquen lo que comprendieron y cómo la aplicarían a sus vidas, te sorprenderás de la claridad que se tiene en estos temas en la adolescencia. Una buena historia reflexiva rompe el hielo en el aula y contribuye al dialogo entre el grupo.  




_ Un hombre murió, al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo.
_ Dios le dijo:
_ Bien hijo es hora de irnos.
_ El hombre asombrado preguntó:
_ Ya? Tan pronto? Tenía muchos planes....
_ Lo siento pero es el momento de tu partida.
_ Que traes en la maleta? preguntó el hombre y Dios le respondió:
_ Tus pertenencias!!!...
_ Mis pertenencias?? 
_ Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?
_ Dios le respondió: 
_ Eso nunca te perteneció, eran de la tierra.
_ Traes mis recuerdos?
_ Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.
_ Traes mis talentos?
_ Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.
_ Traes a mis familiares y amigos? 
_ Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino. 
_ Traes a mi mujer y a mis hijos?
_ Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.
_ Traes mi cuerpo?
_ Nunca te perteneció, ese era del polvo.
_ Entonces traes mi alma?
_ No! Esa es mía.
_ Entonces el hombre lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía.....
_ Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:
_ Nunca tuve nada?
_ Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos.
_ La vida es solo un momento... !! 
Un momento tuyo!!!


Por eso, mientras estés a tiempo disfrútala en su totalidad. 
_ Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga....
_ Vive el ahora.!!
_ Vive tu vida..!!!
_ No te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente vale la pena! 
_ Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí ­!
_ NO TE LLEVAS NADA!
Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.

viernes, 18 de septiembre de 2015

PROFESOR ES UN SER PERFECTO (HUMOR DOCENTE)


• El profesor que falta sin aviso, es porque no le gusta dar malas noticias.
• El profesor que nunca corrige, no quiere herir los sentimientos de sus alumnos.
• El profesor que grita, está enseñando a utilizar toda la potencia de las cuerdas vocales.
• El profesor que falta mucho, se preocupa por el descanso de sus alumnos.
• El profesor que nunca prepara su clase, es un genio de la improvisación, un creativo.
• El profesor que deja que sus alumnos hagan lo que quieran, es un demócrata.
• El profesor con incompatibilidad horaria, es un sentimental, no puede desprenderse de ninguna escuela.
• El profesor que no declara todos sus cargos, es un ser humilde que no le gusta ostentar frente a sus pares.
• El profesor que aprueba a todos, es un ser justo y generoso, da a todos la misma buena nota.
• El profesor que aplaza a todos sus alumnos, los ama, los extraña y los quiere volver a ver en diciembre y en marzo.
• El profesor que entra al aula y dice: “saquen una hoja” es ahorrativo… podría pedir que saquen dos.
• El profesor que deja que sus alumnos se copien, está enseñando a respetar a los autores siendo fieles al texto.
• El profesor que da los resultados de los ejercicios antes que los alumnos los realicen, es una persona transparente que no oculta nada.
• El profesor que festeja las groserías de sus alumnos, es un defensor de la libre expresión.
• El profesor que no escucha a sus alumnos, es porque ellos hablan en un tono muy bajo.
• El profesor que expulsa a sus alumnos del aula, desea que respiren el aire puro del pasillo.
• El profesor que se va antes de terminar la clase, está apurado por volver mañana.
• El profesor que no conoce su materia, está formando autodidactas.
• El profesor no pone ceros, practica círculos.

Tomado de Internet

jueves, 17 de septiembre de 2015

Medio en broma y medio en serio.



Un profesor se paró frente de su clase mientras tenía algunas cosas en su escritorio. Al dar comienzo a la clase, tomo un gran frasco de vidrio que estaba vacío y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Rompió su silencio preguntando a sus alumnos si el jarro estaba lleno. Sin excepción, todos los estudiantes asintieron.

El profesor después tomo una caja con canicas de cristal y las vertió entre las pelotas de golf que antes había puesto en el jarro. El profesor sacudió el jarro suavemente y las canicas escurrieron a los espacios que habían quedado entre las pelotas de golf. Nuevamente, el profesor preguntó a sus alumnos si el jarro estaba lleno. Los alumnos, sorprendidos, respondieron con un “sí” unánime.

El profesor tomó una pequeña caja de arena y la vertió dentro del jarro. Por supuesto, la arena lleno todo el espacio que quedaba en el jarro. Pregunto una vez más si el jarro estaba lleno. Los estudiantes respondieron en voz alta y al mismo
tiempo “sí”.

El profesor sacó después dos cervezas debajo de su escritorio y las vertió completamente dentro del jarro de vidrio llenando el espacio entre la arena. Los estudiantes rieron.

“Ahora”, dijo el profesor mientras la risa disminuía, “Quiero que piensen que este jarro representa su vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes – su familia, los hijos, la salud, los amigos y sus pasiones. Si lo perdieran todo y solo estas cosas importantes quedaran, su vida todavía estaría llena y plena. Las canicas representan las otras cosas que importan como su trabajo, su casa y su auto. La arena es todo lo demás, el resto.”

“Si ponen la arena primero dentro del jarro vacío”, continuó, “No habrá más espacio para las canicas o las pelotas de golf. Lo mismo pasa en su vida.”

“Si pasan todo su tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca van a tener espacio para las cosas que son realmente importantes.”

“Presten siempre atención a las cosas que son realmente importantes para ser felices. Pasen tiempo con sus hijos. Pasen tiempo con sus padres. Visiten a sus abuelos. Salgan a cenar con su esposa. Disfruten otra fiesta en familia. Siempre habrá tiempo después para limpiar la casa y cortar el césped.

“Siempre preocúpense de las Pelotas de golf primero - las cosas que realmente importan. Fijen sus prioridades. El resto es sólo arena.”

Una vez que el profesor había terminado, uno de los estudiantes levanto su mano y preguntó que representaba la cerveza. El profesor sonrió y dijo, “Que bueno que preguntaste. La cerveza solo muestra que no importa cuan llena de cosas parezca tu vida, siempre hay tiempo para compartir un par de cervezas con un amigo.”

viernes, 4 de septiembre de 2015

Emociones: Cuento y guía pedagógica a trabajar.

En este cuento, que propongo trabajar con niños, adolescentes o adultos, pretendemos poner en situación al que escucha el cuento. 
El orientador u orador, leerá el cuento, aclarando en todo momento que vamos a pensar en las emociones. 
A través de la lectura del cuento, los participantes de la jornada comprenderán la importancia de reconocer sus emociones y encontrar la manera de dejarlas salir y expresarlas de un modo adecuado.

1º- Escriba en trozos de papel las preguntas siguientes, divida al grupo en equipo de cuatro personas y entregue una de las interrogantes, permita un debate de diez minutos y que aporten al pleno sus respuestas. 

  1. ¿Por qué crees que le costaba expresar cómo se sentía al pequeño Vik?
  2. ¿Por qué crees que a veces se portaba mal?
  3. ¿Qué ocurría cuando no sabía expresar sus emociones?
  4. ¿Crees que es difícil expresar cómo nos sentimos?
  5. ¿Qué ocurrió cuando le regalaron un piano?
  6. ¿Por qué era capaz de expresarse con el piano?
  7. ¿Por qué desde entonces los demás le entendían?
  8. Piensa en alguna ocasión en la que te haya costado expresar como te sentías
  9. ¿Por qué crees que te resultaba difícil?
  10. ¿Identificaste lo que sentías?
  11. ¿Encontraste alguna manera de hacerlo?



Vik y sus emociones


Esta es la increíble historia de un niño llamado Vik y su piano. 
El pequeño Vik era un niño muy bueno, ero tenía un problema. El pequeño Vik no sabía expresarse con palabras, sabía hablar y podía contar muchas cosas, pero no sabía contar como se sentía, le resultaba difícil comunicar sus emociones.
Por esta razón las demás personas normalmente no comprendían a Vik, no podían saber si estaba triste o contento, enfadado o tranquilo… Vik a veces se sentía triste, a veces alegre, otras veces estaba enfadado y algunas sorprendido, pero era incapaz de transmitir estos sentimientos a las personas que le rodeaban.
Al ser incapaz de explicar sus emociones, ocurría que a veces estas empeoraban y se hacían más grandes. Cuando estaba triste y no podía explicarle a nadie que estaba triste, la tristeza se hacía más grande. Y entonces el problema empeoraba porque se mezclaban sus emociones dentro, y además de triste se sentía enfadado, además de enfadado se sentía solo y además de solo se sentía frustrado. Todas esas sensaciones juntas, que hasta a él le costaba reconocer, hacían que se comportase mal en muchos momentos y todo el mundo se enfadaba con él. Al final el pequeño Vik se sentía incomprendido y la única manera que tenía para dejar salir su malestar era golpeando a otros, molestando y portándose mal.

Un día su abuela, que había observado al pequeño Vik, tuvo una gran idea y le regalo un piano. Vik comenzó a tocar las teclas del piano y enseguida descubrió que se le daba muy bien. Tenía un don para la música y de las teclas de su piano salían bellas melodías. De forma sorprendente, estas melodías eran capaces de transmitir las emociones que el pequeño Vik era incapaz de transmitir. Vik, descubrió una manera para transmitir sus emociones sin necesidad de hablar, aprendió así a expresar con música todo lo que no podía expresar con palabras.

De su piano a veces salía música alegre, otras veces música triste, algunas veces música estridente, otras la música era lenta y tranquila,…. De este modo el pequeño Vik fue capaz de comunicarse con música, encontró la manera de transmitir todo lo que sentía, gracias a su piano y fue así como las demás personas pudieron saber cómo se sentía.

lunes, 17 de agosto de 2015

Historia: Comprendiendo conceptos abstractos.- (Incluye guía a desarrollar)


Guía para desarrollar en jornadas con docentes: 
1º- Lea en voz alta, el caso del profesor universitario de la clase de introducción al Derecho. 
2º- Inicie el debate mencionando los puntos más notables pedagógicamente hablando de la historia. (presentación de la cátedra y el elemento sorpresa)
3º- Inicie con una lluvia de ideas: cuestione a los participantes escribiendo en la pizarra: las preguntas siguientes: 
¿ Cuál creen que era el objetivo del profesor al presentar la clase de la manera que lo hizo?
¿ Cuál es el elemento abstracto de la historia?
¿ Es importante la forma en que se presenta la clase? si, no por qué?
¿ Cómo se puede capitalizar positivamente las reacciones de los estudiantes?
4º- Pida que se reúnan en equipos de cuatro personas y que responsan las interrogantes.
5º- Los equipos expondrán sus planteamientos a todo el pleno.
6º- Entregue una copia de la historia y exponga las conclusiones derivadas de lo que expresaron los participantes de la jornada. 

PRESENTANDO LA CLASE.

Primer día de clases. . . El Profesor de "Introducción al Derecho" entró al salón lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:


- ¿Cuál es su nombre?

- Mi nombre es Nelson, Señor.

- ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! - Gritó el maestro desagradable.

Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió del salón.

Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.

- ¡Muy bien! - Vamos a empezar.

- ¿Para que sirven las Leyes? Preguntó el Maestro - los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:

- Para tener un orden en nuestra sociedad.

- ¡No! - Respondió el profesor.

- Para cumplirlas.

- ¡No!

- Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.

- ¡No!

- ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta?

- Para que se haga justicia - una muchacha habló con timidez.

- ¡Por fin! Es decir, por la justicia.

Y ahora, ¿qué es la ‪#‎Justicia‬?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan sarcástica del Profesor.

Sin embargo, continuaron respondiendo:

- A fin de salvaguardar los derechos humanos ...

- Bien, ¿qué mas ? - Preguntó el maestro.

- Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien ...

- Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
... "Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?"
Todos estaban en silencio, nadie respondió.

- Quiero una respuesta por unanimidad.

- ¡No! - Todos contestaron a una sola voz.

- Se podría decir que he cometido una injusticia?

- ¡Sí!

- ¿Y por qué nadie hizo nada al respecto?... Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas?... Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia... Todos... No vuelvan a estar en silencio, nunca más... Vayan a buscar a Nelson - dijo. Después de todo, El es el Maestro, yo soy un estudiante de otro período.

martes, 11 de agosto de 2015

Actitud docente: Elecciones personales.








Esa imagen del profesor que recorrió el mundo en noticiarios y programas de tv y en las redes sociales, el docente carga en sus brazos al bebe de una estudiante y para que la clase no se interrumpa, en lugar de sacar a la estudiante, o molestarse, él lo carga y continua explicando; movió todo tipo de comentarios de estudiantes y docentes, la mayoría haciendo eco de la actitud del docente, identificándose con él, otros diciendo que tuvieron docentes así buenos y solidarios, otros quejándose de los docentes que tuvieron.

Personalmente me llevó a una reflexión un poco más profunda que el hecho que vemos en la fotografía. 

Siempre que un ser humano realiza una acción, se genera una reacción, los docentes somos personas que dada nuestra condición de “orientadores” tendemos a señalar errores más que a potenciar a las personas: llámense estudiantes, compañeros, parientes o vecinos, con expresiones como: “todo lindo peroooo” esas frases matan a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros estudiantes, a nuestros hijos. 

El profesor de la imagen, eligió que no le importaba la presencia e interrupciones que el nene producía en su clase, lo toma en brazos y continúa su clase… sin señalamientos, sin objeciones; la vida es cuestión de elecciones, cada uno de nosotros elige criticar… justificando que lo hacemos “constructivamente”, evitemos estimados compañeros docentes la critica que destruye, evitemos ese “pero” que nos da permiso de decir cosas solo para agredir, aunque en nuestra mente nos digamos una y mil veces que es para crecimiento de los demás. 



La docencia es una profesión, un arte, el cuidado en la elección de nuestras palabras y comentarios es una cuestión estrictamente personal. 

En el aula estamos llamados a preguntar, compartir y orientar, en nuestros hogares a formar a nuestros hijos y a consensuar con la pareja (tampoco somos docentes de nuestras familias) y en la vida cotidiana somos seres humanos aprendiendo, observando, tomando lo que sirve y descartando lo que no. 



Y como el profesor de la ilustración, tomemos en nuestros brazos lo que incomoda y continuemos que hay cosas realmente graves en la vida como para preocuparnos por nimiedades. 









domingo, 26 de julio de 2015

sábado, 25 de julio de 2015

El Síndrome de Solomón





" En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase de un colegio se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban de acuerdos con Asch. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto de sus compañeros participaban en la misma prueba de visión que él.
Haciéndose pasar por oculista, Asch les mostraba tres líneas verticales de diferentes longitudes, dibujadas junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo. Entonces Asch les pedía que dijesen en voz alta cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra dibujada justo al lado. Y lo organizaba de tal manera que el alumno que hacía de cobaya del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.
La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría” (Solomon Asch)
La respuesta era tan obvia y sencilla que apenas había lugar para el error. Sin embargo, los siete estudiantes compinchados con Asch respondían uno a uno la misma respuesta incorrecta. Para disimular un poco, se ponían de acuerdo para que uno o dos dieran otra contestación, también errónea. Este ejercicio se repitió 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento. A todos ellos se les hizo comparar las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.
Cabe señalar que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas las veces que les pre­­guntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Tanto es así, que los alumnos cobayas respondieron incorrectamente más de un tercio de las veces para no ir en contra de la mayoría. Una vez finalizado el experimento, los 123 alumnos voluntarios reconocieron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.
A día de hoy, este estudio sigue fascinando a las nuevas generaciones de investigadores de la conducta humana. La conclusión es unánime: estamos mucho más condicionados de lo que creemos. Para muchos, la presión de la sociedad sigue siendo un obstáculo insalvable. El propio Asch se sorprendió al ver lo mucho que se equivocaba al afirmar que los seres humanos somos libres para decidir nuestro propio camino en la vida.
Más allá de este famoso experimento, en la jerga del desarrollo personal se dice que padecemos el síndrome de Solomon cuando tomamos decisiones o adoptamos comportamientos para evitar sobresalir, destacar o brillar en un grupo social determinado. Y también cuando nos boicoteamos para no salir del camino trillado por el que transita la mayoría. De forma inconsciente, muchos tememos llamar la atención en exceso –e incluso triunfar– por miedo a que nuestras virtudes y nuestros logros ofendan a los demás. Esta es la razón por la que en general sentimos un pánico atroz a hablar en público. No en vano, por unos instantes nos convertimos en el centro de atención. Y al exponernos abiertamente, quedamos a merced de lo que la gente pueda pensar de nosotros, dejándonos en una posición de vulnerabilidad.
El síndrome de Solomon pone de manifiesto el lado oscuro de nuestra condición humana. Por una parte, revela nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, creyendo que nuestro valor como personas depende de lo mucho o lo poco que la gente nos valore. Y por otra, constata una verdad incómoda: que seguimos formando parte de una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Aunque nadie hable de ello, en un plano más profundo está mal visto que nos vayan bien las cosas. Y más ahora, en plena crisis económica, con la precaria situación que padecen millones de ciudadanos.
Detrás de este tipo de conductas se esconde un virus tan escurridizo como letal, que no solo nos enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad: la envidia. La Real Academia Española define esta emoción como “deseo de algo que no se posee”, lo que provoca “tristeza o desdicha al observar el bien ajeno”. La envidia surge cuando nos comparamos con otra persona y concluimos que tiene algo que nosotros anhelamos. Es decir, que nos lleva a poner el foco en nuestras carencias, las cuales se acentúan en la medida en que pensamos en ellas. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.
“Ladran, luego cabalgamos”
(dicho popular)
Bajo el embrujo de la envidia somos incapaces de alegrarnos de las alegrías ajenas. De forma casi inevitable, estas actúan como un espejo donde solemos ver reflejadas nuestras propias frustraciones. Sin embargo, reconocer nuestro complejo de inferioridad es tan doloroso, que necesitamos canalizar nuestra insatisfacción juzgando a la persona que ha conseguido eso que envidiamos. Solo hace falta un poco de imaginación para encontrar motivos para criticar a alguien.
El primer paso para superar el complejo de Solomon consiste en comprender la futilidad de perturbarnos por lo que opine la gente de nosotros. Si lo pensamos detenidamente, tememos destacar por miedo a lo que ciertas personas –movidas por la desazón que les genera su complejo de inferioridad– puedan decir de nosotros para compensar sus carencias y sentirse mejor consigo mismas.
¿Y qué hay de la envidia? ¿Cómo se trasciende? Muy simple: dejando de demonizar el éxito ajeno para comenzar a admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar sus sueños. Si bien lo que codiciamos nos destruye, lo que admiramos nos construye. Esencialmente porque aquello que admiramos en los demás empezamos a cultivarlo en nuestro interior. Por ello, la envidia es un maestro que nos revela los dones y talentos innatos que todavía tenemos por desarrollar. En vez de luchar contra lo externo, utilicémosla para construirnos por dentro. Y en el momento en que superemos colectivamente el complejo de Solomon, posibilitaremos que cada uno aporte –de forma individual– lo mejor de sí mismo a la sociedad.

Formamos parte de una sociedad que tiende a condenar el talento y el éxito ajenos La envidia paraliza el progreso por el miedo que genera no encajar con la opinión de la mayoría.
Uno de los mayores temores del ser humano es diferenciarse del resto y no ser aceptado.

Fuente: elpais.com

lunes, 13 de julio de 2015

Cuento: La selva ( con guía pedagógica)

Este cuento debe ser entregado a los participantes de la jornada.
Solicite que lo lea uno de los participantes y el resto sigue la lectura en silencio. 
Cuando, hayan leído: Inicie con estas preguntas y permita la participación libre y voluntaria.
Escriba las ideas centrales de los participantes en una pizarra o papelón, dando énfasis a los valores que menciones. 
Estas son las interrogantes a plantear: 
¿Por qué crees que el rey era poderoso? 
¿Por qué el rey no quiso ayudar a los peces? 
¿Qué ocurrió con el problema de los peces? 
¿Cómo crees que se sentían los peces? 
¿Qué ocurrió cuando el hijo del rey cayó al río? 
¿Qué hicieron los peces? 
¿Cómo se sintió el rey león? 
Piensa en alguna ocasión en la que hayas pensado que los problemas de otro eran una estupidez ¿Intentaste ayudar? 
¿Cómo crees que se sintió? 
¿Qué crees que podías haber hecho?

Retomen las palabras e ideas generales escritas en la pizarra y concluya con una reflexión  donde destaque la empatia y la resiliencia. 
Pregunte como se sintieron al leer este cuento. 



Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo reinaba en la selva el poderoso, noble y valiente león. El rey león era respetado por todos, pues todos los animales le temían. Solía pasearse rugiendo y haciendo que todos a su paso le mirasen con grandes ojos abiertos, asustados de su poder. Muchos le pedían ayuda y consejo, puesto que el rey de la selva, era el que gobernaba todo el territorio y era, por tanto, el encargado de que todo funcionara correctamente. El rey león, además de un buen rey, era también algo arrogante y engreído, puesto que al ver que todos le temían se sentía poderoso, lo que le hacía creer mejor que nadie, lo que le hacía creer indestructible e intocable. Un día el rey fue alertado de un problema en el río. Al acercarse, se encontró con un grupo de pececitos, el portavoz de todos ellos, un pez de colores llamado Burbujito, se dirigió al rey león y le dijo: -Majestad, es un honor contar con su presencia. Le hemos hecho venir para que nos ayude con un asunto que desde hace tiempo nos viene preocupando. Allí en el otro lado del río, hay algunas hierbas que crecen desmesuradamente y no nos dejan nadar por aquellas aguas. Nosotros no podemos cortar las hierbas, ni controlar su crecimiento, necesitamos que alguien nos ayude y corte esas plantas, que controle su crecimiento para que no invadan nuestro río. El rey león, pensó que aquello era una estupidez, hacerle ir a él, el poderoso rey de toda la selva porque unos peces están molestos por el crecimiento de unas plantas, le pareció una desfachatez, ya que él no podía perder su tiempo en asuntos triviales, sin importancia. Algo enfadado, como estaba, respondió al pez Burbujito: peces -Como rey me ocupó de asuntos importantes. No veo ningún problema en lo que me comentas, si no podéis nadar por ese lado del río podéis nadar por el otro. El rey león, muy digno, se fue de allí después de decir esto y dejó a los peces con las hierbas invadiendo su río. Pasaron varios días y las hierbas cada vez ocupaban mas parte del río. Los peces ya solo tenían un pequeño espacio por el que podían nadar libremente. Pero al rey león esto no parecía importarle demasiado. Una tarde correteaba jugando cerca de la orilla del río, el pequeño leoncito, el hijo del rey león, con tanta mala suerte que tropezó y cayó al agua. Fue a caer en la orilla que estaba invadida por las hierbas, quedando enredado entre ellas, sin poder escapar. 



El rey león corrió desesperado y llamó a los peces. -Ayudadme, por favor. Tenéis que nadar debajo de las hierbas y ayudar a mi hijo a desengancharse. El pez Burbujito y los demás peces, sin pensarlo se introdujeron, con dificultad entre las hierbas y consiguieron liberar al leoncito. El rey león entonces comprendió que los problemas de uno son los problemas de todos. Y que todos los problemas son importantes, aun siendo el más poderoso no podía ayudar a su hijo. Solo los pequeños pececitos fueron capaces de ayudar al león. A la mañana siguiente el rey león, se dispuso el mismo, con sus manos a cortar las hierbas y controlar su crecimiento para permitir que los peces y cualquier otro ser, pudieran nadar libremente por el rió. 






sábado, 20 de junio de 2015

11 puntos de Bill Gates para la vida.



Bill Gates fue invitado por una escuela secundaria para una conferencia. Llegó de helicóptero, tomó el papel del bolsillo donde había escrito once artículos. Leyó todo en menos de 5 minutos, fue aplaudido por más de 10 minutos sin parar, dio las gracias y se retiró a su helicóptero. Lo que estaba escrito es muy interesante, lean:


1. la vida no es fácil acostúmbrese a ello.

2. el mundo no está preocupado en tu autoestima. El mundo espera que hagas algo útil por él antes de que te sientas bien contigo mismo.

3. tú no ganarás 3.000 dólares por mes al salir de la escuela o universidad. No serás vicepresidente de una empresa con auto y teléfono a tu disposición. Debes ganarte con tu propio esfuerzo

4. si crees que tu profesor es duro, espera hasta tener un jefe. Él no tendrá pena de ti.

5. Si crees que vender periódicos o trabajar durante las vacaciones no están de acuerdo a tus expectativas o lo rechazas. Créeme, tus abuelos tienen una palabra distinta para esto y lo llaman oportunidad.

6. Si fracasas, no es culpa de tus padres. No te arrepientas de tus errores aprende de ellos.

7. antes de nacer, tus padres no eran tan críticos como ahora. Mira ellos pagan tus cuentas, lavan tu ropa y tienen que escucharte decir que son "ridículos" o “anticuados”. Entonces, antes de salvar al planeta para la próxima generación primero intenta ordenar tu propio cuarto.

8. En tu escuela pueden haber eliminado perder el año dándote muchas oportunidades para que apruebes, pero la vida no es así. Esto no se parece a absolutamente nada en la vida real. Si cometes un error en la empresa, estas despedido...estás en la calle!!! No tendrás más oportunidad!!

9. la vida no se divide en semestres. No tendrás siempre vacaciones más de un mes y es poco probable que otros empleados o compañeros de trabajo te ayuden a cumplir tus tareas al final de cada periodo.

10. la televisión no es la vida real. En la vida real, las personas tienen que dejar la comodidad e ir a trabajar.

11. se legal, no copies ni critiques a tus compañeros que se esfuerzan. Hay una gran probabilidad de que tu estarás trabajando para uno de ellos.

miércoles, 17 de junio de 2015

Libros: Las 48 leyes del poder.



Del escritor : Las 48 leyes del poder, escritas por Robert Greene, demuestran cómo han manejado el poder los distintos gobernantes en las diferentes etapas históricas, cómo lo han conservado y cómo lo han perdido. La aplicación de estas leyes en todos los tiempos, y dependiendo de quien las aplique, han sido un éxito o un fracaso. Se considera que éstas deben ser estudiadas y complementadas con la experiencia de cada uno de ustedes y sobre todo con el deseo de entenderlas y proponer o formular las que correspondan a nuestra realidad para no seguir por la senda del dogmatismo, sectarismo y autoritarismo que nos ha caracterizado y que en la práctica se ha traducido en beneficios para la oligarquía y el imperialismo y en una consecuente pérdida o derrota para nuestro pueblo. 

Compartimos la recomendación literaria de la semana. 



Resumen de los capítulos. 

Ley Nº 1- Nunca le haga sombra a su amo 
Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder. 

Ley Nº 2- Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos 
Desconfíe de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos. 

Ley Nº 3- Disimule sus intenciones 
Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos. 

Ley Nº 4- Diga siempre menos de lo necesario 
Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo banalidad, parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería. 

Ley Nº 5- Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte 
Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y será atacado por todos los flancos. Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Manténgase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se produzcan. Al mismo tiempo, aprenda a destruir a sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego dé un paso al costado y deje que la opinión pública lo crucifique. 

Ley Nº 6- Busque llamar la atención a cualquier precio 
Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anónima. 

Ley Nº 7- Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles 
Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted. 

Ley Nº 8- Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo 
Cuando obligue a otro a actuar; deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes. Atráigalo con ganancias fabulosas... y después proceda a atacar. Usted tiene todos los ases en la mano. 

Ley Nº 9- Gane a través de sus acciones, nunca por medio de argumentos 
Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra alguna. No explique, demuestre. 

Ley Nº 10- Peligro de contagio: evite a los perdedores y los desdichados 
La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caída. A menudo, los perdedores, son los artífices de su propia desgracia y terminan por transmitirla a quien quiere ayudarlos. Evítelos y, en cambio, frecuente a individuos ganadores y felices. 

Ley Nº 11- Haga que la gente dependa de usted 
Para mantener su independencia, es indispensable que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de usted, tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda. 

Ley Nº 12- Para desarmar a su víctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva 
Un gesto sincero y honesto compensará docenas de actitudes dictadas por la hipocresía y la falsedad. El gesto de franca y honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo. Un obsequio oportuno -especie de caballo de Troya- podrá cumplir el mismo objetivo. 

Ley Nº 13- Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo 
Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado o sus buenas acciones. Lo pasado se ignora o se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración, usted muestre elementos que beneficiarán a la otra persona y hace gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener. 

Ley Nº 14- Muéstrese como un amigo pero actúe como un espía 
Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. Utilice espías para reunir información valiosa que le permita mantener siempre una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo de espía. Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje. 

Ley Nº 15- Aplaste por completo a su enemigo 
Empezando por Moisés, todos los grandes líderes de la historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al que temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de golpes). Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará y buscará venganza. Destruyalo por completo, no sólo física sino también espiritualmente. 

Ley Nº 16- Utilice la ausencia para incrementar el respeto y el honor 
Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo alejarse. Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su valor. 

Ley Nº 17- Mantenga el suspenso. Maneje el arte de lo impredecible 
El ser humano es hijo del hábito y tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones. Llevada a un extremo, esta estrategia puede intimidar y aterrorizar. 

Ley Nº 18- No construya fortalezas para protegerse: el aislamiento es peligroso 
El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de la que la protege de los peligros que la rodean, ya que la aisla de información valiosa y la destaca como un blanco difícil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de sus enemigos. 

Ley Nº 19- Sepa con quién está tratando: no ofenda a la persona equivocada 
En el mundo hay muchas clases de personas diferentes, y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las manipula o engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse. Serán, desde el momento de la ofensa, lobos con piel de oveja. Elija con cuidado a sus víctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona equivocada. 

Ley Nº 20- No se comprometa con nadie 
Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí. 

Ley Nº 21- Finja candidez para atrapar a los candidos: muéstrese más tonto que su víctima 
A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a sus víctimas y, sobre todo, más sagaces e inteligentes que usted. Una vez que las haya convencido de esto, nunca sospecharán que usted tiene motivaciones ocultas contra ellos. 

Ley Nº 22- Utilice la táctica de la capitulación. Transforme la debilidad en poder 
Cuando usted sea el más débil, nunca luche simplemente por salvar su honor. Opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado. Al volver la otra mejilla, enfurecerá y desconcertará a su contrincante. Convierta la capitulación en un instrumento de poder. 

Ley Nº 23- Concentre sus fuerzas 
Conserve sus fuerzas y su energía manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busque fuentes de poder que puedan promoverlo, procure encontrar siempre el patrón clave único, la vaca lechera que puedan ordeñar durante largo tiempo. 

Ley Nº 24- Desempeñe el papel de cortesano perfecto 
El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en tomo del poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá límites. 

Ley Nº 25- Procure recrearse permanentemente 
No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa. 

Ley Nº 26- Mantenga sus manos limpias 
Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta índole. 

Ley Nº 27- Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales 
La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir. Formúlela en términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito. 

Ley Nº 28- Sea audaz al entrar en acción 
Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted cometa por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato. 

Ley Nº 29- Planifique sus acciones de principio a fin 
Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo plazo. 

Ley Nº 30- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos 
Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted realice, así como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted. 

Ley Nº 31- Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte 
El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: sus víctimas sienten que controlan la situación. Pero en realidad no son sino títeres en sus hábiles manos. Presente opciones que siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Obligúelos a optar entre el menor de dos males y logre que cualquiera de las dos elecciones resulte a favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a usted. 

Ley Nº 32- Juegue con las fantasías de la gente 
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad, ni a la realidad, salvo que esté dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder. 

Ley Nº 33- Descubra el talón de Aquiles de los demás 
Todo individuo tiene un punto débil, una fisura en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. También puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que usted la haya descubierto, esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrá manejar a su antojo y, por su puesto, siempre a su favor. 

Ley Nº 34- Actúe como un rey para ser tratado como tal 
Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente le pierda el respeto. Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en su propio poder, logrará que lo consideren destinado a llevar una corona real sobre la cabeza. 

Ley Nº 35- Domine el arte de la oportunidad 
Nunca demuestre tener prisa, ya que el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre su propio accionar. Muéstrese siempre paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos sus deseos se cumplirán. Conviértase en especialista en el arte de detectar el momento propicio para cada cosa. Descubra el espíritu de los tiempos actuales y las tendencias que lo llevarán al poder. Aprenda a mantenerse a la expectativa cuando el momento propicio no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la oportunidad le sea propicia. 

Ley Nº 36- Menosprecie las cosas que no puede obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas 
Al prestar atención a un problema trivial, lo convierte en real y le confiere importancia. Cuanta más atención le preste a un enemigo, más lo fortalecerá. Y a menudo, un pequeño error se magnifica en el intento de corregirlo. A veces, lo mejor es dejar ciertas cosas por completo de lado. Si hay algo que usted desea pero no puede obtener, menosprecíelo. Cuanto menos interés demuestre, mayor será el nivel de superioridad que verán los demás en usted. 

Ley Nº 37- Arme espectáculos imponentes 
Una imaginería impactante y gestos simbólicos grandiosos generan aura de poder, ya que ejercen gran atracción sobre todos. Presente espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen su presencia. Encandilados por las apariencias, los demás no se darán cuenta de lo que usted está haciendo en realidad. 

Ley Nº 38- Piense como quiera, pero compórtese como los demás 
Si usted hace ostentación de ir contra la corriente, alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus actitudes heterodoxas, la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención y que desprecia a los demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos sentir inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto aire "común". Limítese a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con aquellas personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser diferente y especial. 

Ley Nº 39- Revuelva las aguas para asegurarse una buena pesca 
La ira y las emociones son estratégicamente contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y objetivo, pero si puede enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la calma, obtendrá una ventaja decisiva. Desoriente a sus enemigos: descubra la grieta, a través de la cual pueda sacudirlos y manejarlos. 

Ley Nº 40- Menosprecie lo que es gratuito 
Todo lo que es gratuito es peligroso, ya que por lo general implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estará obligado a gratitud alguna, se verá libre de culpa y evitará fraudes y engaños. Lo más inteligente es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. Sea generoso con su dinero y hágalo circular, dado que la generosidad es señal e imán de poder. 

Ley Nº 41- Evite imitar a los grandes hombres 
Lo que se produce por primera vez siempre parece mejor y más original que lo que viene después. Si usted sucede a un gran hombre o tiene padres célebres, deberá lograr el doble para superar la imagen de ese "modelo". No se pierda en la sombra de esos "grandes" ni se quede estancado en un pasado que no es obra suya: encuentre su propia identidad y reafírmela con su accionar diferente. Elimine a ese padre dominante, reniegue de su herencia y gane poder a través de sus propios méritos. 

Ley Nº 42- Muerto el perro, se acabó la rabia 
Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los problemas que él causa se multipliquen, y no trate de negociar con él, pues es irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerde que, muerto el perro, se acabó la rabia. 

Ley Nº 43- Trabaje sobre el corazón y la mente de los demás 
La coerción provoca una reacción que, con el tiempo, puede actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante maniobras de seducción, que los demás se muevan en la dirección que usted desea. Una vez seducida, la persona se convierte en su leal servidor. Y la forma más eficaz de seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la psicología del individuo. Debilite la resistencia del otro a través de la manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo que teme. Si usted ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán odiándolo. 

Ley Nº 44- Desarme y enfurezca con el efecto espejo 
El espejo refleja la realidad pero también es el arma perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus enemigos, haciendo exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán deducir su estrategia. El efecto espejo los burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted los seduce con la ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del efecto espejo. 

Ley Nº 45- Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez 
En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si usted es nuevo en una posición de poder, o un tercero que intenta construir una base de poder, haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se impone un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación positiva del pasado. 

Ley Nº 46- Nunca se muestre demasiado perfecto 
Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, sus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente. 

Ley Nº 47- No vaya mas allá de su objetivo original; al triunfar, aprenda cuándo detenerse 
El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de confianza en sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la meta que se había propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos, serán más los enemigos que le creará que los que logre vencer. No permita que el éxito se le suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa. Fíjese un objetivo y, cuando lo alcance, deténgase. 

Ley Nº 48- Sea cambiante en su forma 
Al adoptar una forma definida y tener un plan claro para todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de ataques diversos. En lugar de brindar a sus enemigos algo concreto que atacar, manténgase flexible, adaptable y en movimiento. Acepte el hecho de que nada es absoluto y de que no existen leyes fijas. La mejor manera de protegerse es mantenerse tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni a un orden perdurable. Todo cambia.