lunes, 16 de marzo de 2015

"Enseñar es un trabajo bellísimo, lástima que los profesores estén mal pagados”



Jorge Bergoglio, el Papa explicó que "en una sociedad a la que le cuesta encontrar referentes, es necesario que los jóvenes hallen en la escuela un ejemplo positivo", asimismo dijo que "enseñar es un trabajo bellísimo y de gran responsabilidad" por lo que calificó de "injusticia" que "los profesores están mal pagados", al recibir en el Vaticano a miembros de la Unión Católica Italiana de Profesores.

"Enseñar es un trabajo bellísimo, lástima que los profesores están mal pagados", dijo Francisco, que ayer cumplió el segundo aniversario de su pontificado, lo que generó el aplauso de los docentes reunidos en el aula Pablo VI y de todos los docentes que consideramos importante que un personaje de su peso reconozca nuestro trabajo docente. 

También dijo que "Esto es una lástima porque no solo es el tiempo que destinan para crear en la escuela, sino que deben prepararse, pensar en cada uno de los alumnos, en cómo ayudarles a continuar hacia delante. Es una injusticia", señaló.

El Papa Francisco también dijo que "los profesores, para tener un sueldo adecuado, deben al menos hacer dos turnos ¿Cómo logran hacer dos turnos?".

Así, subrayó la necesidad de contar con "profesores capaces de dar un sentido a la escuela, al estudio y a la cultura, sin reducir todo a la simple transmisión de conocimientos técnicos sino tratando de construir una relación educativa con cada estudiante, que debe sentirse acogido por lo que es, con sus límites y virtudes".

"Enseñar es una gran responsabilidad, un compromiso serio que solo una personalidad madura y equilibrada puede asumir. Una tarea así puede infundir temor pero conviene recordar que ningún profesor está solo: comparte siempre su trabajo con otros colegas y con toda la comunidad educativa", apuntó. Los docentes valoramos que se discuta de manera seria y responsable el tema de los docentes, no porque consideremos ser mejores profesionales que otros, sino porque nuestro trabajo es vital en las sociedades y está invisibilizado por lideres políticos, por problemas de todo tipo, y la raíz de el éxito de toda sociedad es cuidar a las nuevas generaciones, esas que los docentes estamos formando. . 


domingo, 15 de marzo de 2015

EL MIEDO Y LA VALENTÍA


***Cuento reflexivo sobre el miedo y la valentía***
(Propuesta didáctica para iniciar jornada)
Entregar a cada persona en reunión o jornada el cuento:
Incentivar una charla donde se expresen miedos y formas de vencerlo.
Orientar la charla a el miedo en los niños y en los adolescentes.
Plantear propuestas para trabajar el miedo en los estudiantes cuando se encuentran en la escuela. 
Escribir las propuestas y concluir dejando la idea de compartir el cuento con los estudiantes. 

El miedo y la valentía.
Un buen día se encontraron cara a cara el Miedo y la Valentía. El Miedo le dijo a la Valentía sin atreverse a mirarle a los ojos: 
-Por tu culpa vivo encerrado en el interior de muchas personas a las que tengo esclavizadas y aterradas. Soy la represión de todos sus deseos y sueños. Nunca se atreven a liberarme y a tu lado son tratadas de cobardes. 
La Valentía sorprendida del discurso del miedo contestó con determinación: 
-Hermano, tú y yo tenemos la misma sangre. Yo no soy la ausencia de ti sino que tú también vives en mí, pero me armo de valor para transformarte en coraje. Y encima piensas que soy una imprudente. Tú y yo nacimos para una misma función: hacer conscientes a los Seres Humanos de su condición y de su capacidad de superarse. Tú les haces ver sus limitaciones y yo sus horizontes. Ambos cumplimos la tarea que se nos encomendó. Imagina una sociedad sin miedos: sería como una jungla donde nadie respetaría a nadie y donde cualquier hombre cometería la mayor de las barbaries porque el Miedo otorga un halo de respeto a la acción humana sea buena o mala. 
El Miedo aliviado preguntó: 
-¿Entonces no soy tan malo como pensaba? 
La Valentía expresó interpelándole: 
- ¿Y tú crees que estoy loca por dar a la gente esa fuerza que necesitan para superarse? 
El Miedo temblando ante la Valentía le suplicó: 
-Llévame contigo, por favor. Me esconderé en tu regazo y juntos nos potenciaremos. Tú me transmitirás coraje y yo te aportaré un poco de sentido común. 
A partir de aquel día el Miedo y la Valentía nunca se separaron. Cada vez que sientas Miedo y pienses que ese Miedo te va a comer vivo, no olvides que dónde está el Miedo está la Valentía y que sabrás sacar tu coraje para hacer de la Valentía tu valor y del Miedo tu protector.


Autora: Carmina Vallverdú del Olmo

jueves, 19 de febrero de 2015

Las malas practicas docentes.



Los buenos hábitos se cultivan y se contagian, desgraciadamente tambien las malas practicas se contagian y se propagan en las escuelas y colegios. Depende de cada uno y de cada grupo de trabajo el frenar este flagelo 
Son malas practicas docentes:
1°        Llegar tarde a su trabajo
2°        Intercambiar información personal de
           los compañeros, entiéndase chismes, corrillos, chusmerio.
3°        No actualizar su material bibliográfico de apoyo escolar.
4°        Comer en clases frente a sus estudiantes.
5°        Gritar a los estudiantes cuando se les llama la atención.
6°        Dar ordenes en lugar de solicitar o pedir.
7°        Limitar la practica de la lectura a memorandum y boletines.
8°        Juzgar las practicas pedagógicas de otros colegas sin
            tener mayor conocimiento de ellas.
9°        Comentar con los estudiantes el  monto de su salario para
            justificar su mal humor o enojo en el trabajo.
10°      Expresar "a boca de jarro" su odio o desaprobación por el 
           presidente del país o politicas educativas. 

Mencionamos en este post solo 10 de las practicas más nefastas en nuestro quehacer docente, cada una de la mencionadas deterioran nuestro trabajo y desde luego la imagen profesional que debemos cuidar.

¿Conoces más malas prácticas docentes? Te invitamos a compartirlas. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

Educador..que profesión tan fácil.


Para los que piensan que ser Maestro no es una profesión digna, como ser ingeniero, doctor, abogado, etc. 
Me preguntaron en la calle: ¿Qué profesión estudió? Y Yo le contesté: educación; esa persona, mirándome con extraña expresión en su rostro, se rió y dijo en voz baja: Qué profesión tan fácil, se la pasan jugando con
niños. 


Yo con mi cara bien en alto le dije con firmeza: si.. Soy Educador...!!! 

No trabajo en empresas, pero si en un espacio donde promuevo conocimientos en niños y jóvenes... NO discrimino, porque doy amor a todos por igual... NO soy Jefe pero tu hijo me ve como un líder y soy su modelo a seguir.. NO soy psicólogo, pero puedo hacer que TU hijo crea en sí mismo.. NO soy doctor, pero puedo diagnosticar carencias en estos Jóvenes... NO tengo horario de trabajo, pues mientras TU ves televisión y duermes, algunos estamos planificando para que tu hijo tenga el mejor aprendizaje. NO soy arquitecto para construir edificios, pero si construyo sueños y valores. NO juego con los niños, participo en la construcción de su aprendizaje. NO juego con plastilina, moldeo sueños. 

Que Vivan las Maestros. Porque para ser profesionales, pasaron por las manos de uno de mis colegas...!! Lucha por nuestra Profesión y demuestra con Dignidad que somos  Excelentes Profesionales y que para llegar a ser ingeniero, abogado, médico, entre otras profesiones, necesito de un MAESTRO

Tomado de la red. Anónimo 

lunes, 26 de enero de 2015

En que te convierte cada decisión



¿Estudiar o hacer algo por dinero, por fama o porque es lo que tus padres querrían que hicieras? 


"Decide en lo más profundo de tu corazón qué es lo que realmente te apasiona y desafía, y empieza a dirigir tu vida en esa dirección. [...] Tal vez no llegues exactamente donde pensaste estar, pero estarás haciendo cosas que te irán formando en la profesión en la que crees. No dejes que la vida, aleatoriamente, te fuerce a convertirte en el adulto que nunca quisiste ser."


Chris Hadfield. (Comandante de la Expedición 35 de la Estación Espacial Internacional)

sábado, 24 de enero de 2015

Tu verdadero valor.

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente, sobre todo cuando se trabaja con grupos de profesores, maestros o facilitadores disgustados con sus salarios, trabajos, estima, etc: 

1- Entregar la hoja con la historia, desde donde se abren comillas ("") Hasta donde se cierran. Pedir que lean en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 
2- Preguntar como se asemeja la historia con su vida, esperar participaciones voluntarias.
3-  Orientar las participaciones hacia la valía que asigna: un sindicato, un gobierno, un país a la labor docente que se realiza ¿Es justo?. 
4- Escriba los aportes en la pizarra o papel disponible, haga un cierre mencionando las ideas de todos los participantes, evite comentar usted mientras ellos lo hacen, el que dirige la actividad comenta al último.
5- Al finalizar la jornada despídase leyendo la moraleja al final de este articulo. 


-“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa, que no tengo fueras para hacer nada. Todos me dicen que soy una calamidad, que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy bastante tonto… ¿Cómo puedo mejorar?…¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”
El maestro, sin mirarle le dijo:
– “!Cuánto lo siento, pequeño saltamontes. No puedo ayudarte, porque debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver el tema con más rapidez y luego, tal vez te pudiera ayudar.”.
– “Encantado”– titubeó el muchacho, aunque una vez más sintió que volvía a ser desvalorizado y vio sus necesidades otra vez postergadas.
– “Bien”, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique izquierdo y dándoselo al chico, agregó:
– “Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debes vender este anillo y trata de obtener por él la mayor suma posible, pero nunca aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas”
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con cierto interés, hasta que decía el precio que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, unos se reían, otros daban media vuelta hasta que un viejito le explicó que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio del anillo.
Después de ofrecer la joya a más de cien personas y abatido por su fracaso, montó en el caballo y regresó. Entró en la habitación y dijo:
– Maestro lo siento… no pude conseguir lo que me pediste. Tal vez podría conseguir dos o tres monedas de plata, aunque no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo”.
– “!Qué importante lo que dijiste, pequeño saltamontes”- contestó sonriente el maestro. “Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto daría por él. A pesar de todo lo que te ofrezca, nunca se lo vendas. Regresa aquí de nuevo con el anillo”.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo. Lo miró con lupa, lo pesó y luego le dijo:
– “Dile al maestro, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro”.
– ¿58 monedas??? Exclamó el joven.
– “Sí”- replicó el joyero- Sé que con el tiempo, podríamos obtener hasta 70, pero nunca si la venta es urgente.
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
– “Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida, pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?.
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda."


Leer por el capacitador, orientador o profesor al finalizar la actividad:

Moraleja:
A veces, evaluamos a la ligera tanto a las personas como a las cosas. A veces lo hacemos sin conocimiento de causa, creyendo conocer todo. A veces esperamos un regalo envuelto de una manera especial y al no recibirlo de esa forma, lo rechazamos mirando sólo el envoltorio y no vemos el valor del contenido. A veces, sólo a veces, respondemos con habilidad

martes, 20 de enero de 2015

Historia Reflexiva: Las apariencias engañan

Se encontraba en la biblioteca un hombre vestido de overol de esos que usan los trabajadores de las fábricas, y calzaba sandalias en un día muy frío.

En sus manos llevaba varios libros.

¿Quién es ese hombre?, era la pregunta general.

Es un profesor de Física, y viene del peru; fue la respuesta, con la siguiente historia:

Un día este hombre llegó hasta la facultad de Física vestido del modo tan particular en que le gusta vestir. Pidió, una entrevista con el decano. Le indicaron que estaba en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo.

La secretaria lo buscó, y al rato salió el decano a verlo. Luego de saludarlo, el hombre le dijo: Vengo a pedir trabajo como docente de Física. El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la antítesis de un profesor universitario. De pronto, el decano dibujó una leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara.

Entraron en una sala, donde había una media docena de docentes universitarios.

El decano le dijo: Hace poco recibimos este libro como texto guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente. El hombre tomó el texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno los problemas que le habían indicado.

Los docentes cambiaron poco a poco, la sonrisa de burla que tenían en sus rostros, por una cara de asombro. Cuando terminó, el decano, atónito, le dijo casi tartamudeando:

-¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver estos teoremas! El hombre, con sencillez, simplemente respondió:
-Yo soy el autor del libro.

La mejor forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas.

Usa tus ojos...

para ver la belleza de la vida, o para ver el interior de las personas. No los uses para criticar maliciosamente de cómo se ven o se visten los demás, o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.

Usa tus oídos...

para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento; para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edifican tu interior. No los uses como un arma, o para envenenar a los demás, creando cizañas, con lo escuchado.

Usa tu olfato...

para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor. No lo impregnes, con los malos olores, como lo son el odio, el egoísmo, la traición.

Usa tu gusto...

para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación. No lo uses para saborear las derrotas de otros, o cuando algo les sale mal.

Usa tu tacto...

para sentir y dar amor, para tocar a las personas con tus deseos positivos, con tu caridad. No lo uses para pedir injustificadamente, o para golpear sin piedad.

¡El Sexto Sentido, el más importante...!

es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos; entre el bien y el mal, entre dar o recibir, entre salvar o matar.

A veces miramos sin ver; oímos sin escuchar; olemos sin percibir; probamos sin saborear; tocamos superficialmente...!

¡Usa tus sentidos sabiamente; no se trata de cuántos tengas, sino de cómo los utilizas.