sábado, 31 de mayo de 2014

Si supieramos historia

Comparto con ustedes esta hermosa reflexión que nos tocaá a todos y especialmente a los que somos formadores, tenemos la posibilidad de sensibilizar con este breve escrito. 

Si supiéramos Historia sabríamos que desde 1870 los europeos y el resto del mundo llamado desarrollado hemos estado explotando África. Stanley, Livingstone, Bremen…fueron expedicionarios que nos abrieron los ojos. Nos descubrieron el Dorado. Luego potencias coloniales como Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Alemania, Portugal, Italia o España … hicieron y deshacieron entre ellos.

Si supiéramos Historia sabríamos que la Conferencia de Berlín, en 1885, supuso el reparto de una gran y rica tarta llamada África que era devorada por unos invitados que nunca fueron llamados. Luego llegarían las falsas independencias de esos territorios africanos, las fronteras artificiales, las guerras tribales, el neocolonialismo, el coltán, los diamantes, gobiernos corruptos, Ruanda, el Congo… guerra, pobreza, sangre y muerte…

Desde hace 150 años el continente más rico en recursos y materias primas ha sido masacrado por las necesidades del primer mundo. Por nuestras necesidades. Nos hacian falta y no hemos tenido reparos. No hemos sido silenciosos, ni sensibles, ni por supuesto solidarios. Los países del primer mundo tenemos un ritmo de vida que, por favor, no podemos parar.

Por ello, si aprendiéramos Historia seríamos mucho más empáticos, porque no cabría otra que ponerse en el lugar del otro, aquel que ha sufrido tanto para que otros vivieran como si fuéramos los dueños del mundo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más solidarios, porque reconoceríamos que no es justo coger lo que no es nuestro y tendríamos que devolver con creces lo que antes y ahora seguimos cogiendo.

Si aprendiéramos Historia seríamos más sensibles ante las necesidades vitales de “estos negros” desesperados que algunos quieren criminalizar.

Si aprendiéramos Historia no harían falta vallas y cuchillas que nos separen.

Si aprendiéramos Historia, posiblemente, seríamos mejores personas.

viernes, 30 de mayo de 2014

Estos son los valores que caracterizan a un docente.



En la lista de valores que la sociedad adjudica a los docentes, son innumerables, es que deben estar muy cerca de la santidad, sin embargo, y en tono más terrenal, los valores que un docente debe tener y practicar sin discusión. 
La propuesta de valores es esta: 
Honestidad.  Un docente honesto se caracteriza por reconocer las habilidades de  las personas,  actuando con respeto y justicia,  razonando sus acciones con rectitud, decencia y honradez, actúan con base a la verdad.

Responsabilidad. La función del  docente no es solo estar frente a un grupo, para ello,   existe todo un gran proceso, como la planificación, selección de contenidos, elaboración de materiales. El  buen docente,  tiene que ser  responsable, mantener  una actitud positiva hacia sus  funciones  dentro del aula,  ser puntual y organizado, esto lo llevara al cumplimiento del objetivo docente.

Ético. El docente se preocupa por sus estudiantes, manifestando  un interes por lo que les sucede, y que los obliga a establecer un compromiso con ellos. 

La ética encierra en sí misma la noción de deber, en el caso de los docentes  el respeto a los códigos morales que tienen como propósito orientar las actitudes docentes en favor del estudiante. Desde esta perspectiva tiene el deber de asegurar el derecho que tienen los estudiantes: el desarrollo pleno de sus potencialidades a partir de sus personas.

Respeto. Considerando que este valor hace hinca pie  a respetar el valor de alguien,  podemos decir que este valor en un docente empieza desde la planificación, preparación adecuada de actividades de aprendizaje, no se puede  dar el lujo  de planear para no trabajar,  el tiempo de las personas es valioso por lo tanto se debe de aprovechar  tal cual. 

Aquí también, se toma en cuenta el comportamiento  hacia los demás, si se requiere respeto, se tiene que empezar por respetar a los demás.

Tolerancia. Los docentes en un aula,  a veces tienen mas de 20 alumnos con  diferentes formas de aprender, diferentes caracteres, diferentes situaciones familiares, económicas, unos aprenderán más rápido o más lento que otros.  Ante estas situaciones el docente debe de  ser tolerante  una de sus misiones es que todos sus alumnos aprendan.

Equidad.  Considerando que este valor es dar a cada quien lo que merece, el docente no debe  dejarlo  a un lado.   Al momento de calificar, se deben de considerar los criterios  de igual manera  para  todo, así mismo, no se debe de excluir a ningún alumno o participante  de adquirir un conocimiento nuevo.

Generosidad.  Se  dice que la generosidad es compartir con los demás, ya sea  algo tangible como algo material o intangible como lo pueden ser los conocimientos. Todo docente  se tiene que  identificar con este valor, ofreciendo a sus alumnos,  los medios necesarios para  que este  aprenda de manera optima.  El docente no debería ser una barrera para que los alumnos aprendan, sino  todo lo contrario, el debe fungir en determinados momentos como guía, mediador u orientador.

jueves, 15 de mayo de 2014

Frases célebres para docentes.


Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, con lo que podrá salir a flote sobre él. José Marti

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros. Khalil Gibrán

Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro. Confucio

La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Howard G. Hendricks

El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia. Aristóteles

La tarea del educador moderno no es podar las selvas, sino regar los desiertos.Clive Staples Lewis

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras de Samos

Por cada persona que quiere enseñar, hay, aproximadamente, treinta personas que no quieren aprender. Walter C. Sellar

Enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo. Richard Whately

Un principio del arte de la educación, en el que deberían fijarse especialmente los encargados de dirigirla, es el que no se debe educar a los niños conforme al presente, sino conforme a un estado superior, más perfecto, posible en el porvenir de la especie humana. Kant

Enseñar es aprender dos veces. Joseph Joubert

Oración del Maestro


PERMÍTEME SEÑOR

Conocer, comprender y educar a todos mis alumnos; tratarlos con

autoridad y firmeza sin maltratarlos; respetar su individualidad,

independencia y libertad; haciéndoles entender que tienen deberes y colaboración con los demás.

Recordar siempre que la misión que me has encomendado, aunque difícil es muy bella;

"Formar el mundo del mañana".

Oírlos en sus dudas y reclamos, aceptando que como humano no soy dueño de la verdad y por lo tanto he fallado y puedo equivocarme.

Señor, que todo sea por el bien de mis alumnos que son mi mayor compromiso.

martes, 6 de mayo de 2014

Si eres docente puedes responder esto.

Plantea cada  interrogante y responde, encontraras muchas respuestas respecto a tu forma particular  de enseñanza y tu vocación.

¿Por qué ejerzo de docente?
¿Me veo ejerciendo de docente durante toda mi vida laboral?
¿De qué ejercería si no lo hiciera como docente?
¿Qué siento minutos antes de entrar en un aula?
¿Cómo quiero que me recuerden mis alumnos el día de mañana?
¿Me siento libre cuando enseño?
¿Me siento feliz cuando enseño?
¿Qué porcentaje del libro de texto no utilizo durante el curso?
¿Cuántas fotocopias de material extra doy a mis alumnos teniendo un libro de texto?
¿Existe mucha distancia entre el registro que uso en clase y el de mis alumnos?
¿Tengo clara la diferencia entre disciplina y castigo?
¿Sería capaz de entender lo que voy a explicar hoy si tuviera la edad de mis alumnos?
¿Cúantos minutos han hablado mis alumnos hoy en clase?
¿Cuántos alumnos creo que serán capaces de entender lo que hoy les voy a explicar?
¿Por qué llevan mis alumnos varios minutos sin escucharme?
¿Qué aplicación tiene para la vida real lo que estoy enseñando a mis alumnos?
¿Por qué hoy la clase pasa tan lenta?
¿Qué beneficios me aporta llegar puntual a clase?
¿Cuántos cursos llevo explicando lo mismo de la misma forma?
¿Cómo enseño aquello que no me gusta enseñar de mi asignatura?
¿Qué grado de pasión y entusiasmo soy capaz de transmitir mientras enseño?
¿Qué he aprendido hoy de mis alumnos?
¿Qué posición ocupo en el aula para captar la atención de mis alumnos?
¿Cuánto tiempo hablo de forma ininterrumpida?
¿Cuánto tiempo tardo en aprenderme el nombre de mis alumnos?
¿Cómo gestiono el error que cometen mis alumnos?
¿Cuándo ha sido la última vez que me he reído con mis alumnos en clase?
¿Soy la misma persona fuera que dentro del aula?
¿Miro constantente el reloj durante una sesión lectiva?
¿Suelo mirar a los ojos y atender exclusivamente a mis alumnos cuando estos se dirigen a mí?
¿Me considero un docente empático?
¿Qué persigo en mis clases, la perfección o la excelencia?
¿Qué tipo de preguntas predominan en mis clases, las cerradas o las abiertas?
¿Por qué enseño aquello que mis alumnos podrían aprender por sí solos?
¿Cúanto tiempo dedico a pensar cómo será una sesión lectiva?
¿Me he aburrido hoy en clase?
¿Qué suelo valorar más de mis clases, el proceso o el resultado?
¿Enseño de la misma manera en todos los grupos?
¿Paso más tiempo explicando que enseñando?
¿Soy mejor docente gracias a las Nuevas Tecnologías?
¿Fomento la imaginación y la creatividad en el aula?
¿Cómo me imagino dentro de cinco o diez años?
¿Qué entiendo por ser productivo en mi trabajo?
¿Qué entiendo por tener autoridad?
¿Qué grado de elección tienen mis alumnos sobre aquello que enseño?
¿Qué enseño cuando no estoy enseñando?
¿Suelo dejar para el próximo curso académico aquello que prodría realizar en este?
¿Cuán importante es para mí la educación inclusiva dentro del aula?
¿Cumplo las promesas que les hago a mis alumnos?
¿Amo ser docente?

jueves, 1 de mayo de 2014

Como usar en clases la historia: "Haré un Collage hoy."

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente o con jornadas reflexivas con estudiantes.: 

1- Entregar la hoja con la historia de "Haré un collage", desde donde se abren comillas ("") Hasta donde se cierran. Pedir que lean en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 
2- Preguntar: ¿Cuál era la opinión que la gente tenia de Miki?.
3- Pedir ejemplos,¿alguna vez nos hemos sentido furiosos con alguien o por una situación frente a los demás? ¿Como lo manejamos?
4- ¿Como maneja usted sus enojos? Escriba los aportes en la pizarra o papel disponible:  haga un cierre mencionando las ideas de todos los participantes,procure la participación de todos sin dejar a uno solo sin hablar.
5- Al finalizar la jornada despídase diciendo que: empezaremos hoy mismo con nuestro collage. 


"Miki era un chico alegre, optimista y simpático. Nadie recordaba haberle visto enfadar, y daba igual lo que le dijeran, parecía incapaz de insultar a nadie. Hasta sus maestros se admiraban de su buena disposición para todo, y era tan extraño que incluso se corrió el rumor de que era debido a un secreto especial; y bastó que fuera secreto para que nadie pensara en otra cosa. Tanto preguntaban al pobre Miki, que una tarde invitó a merendar a don José Antonio, su profesor favorito. Al terminar, le animó a ver su habitación, y al abrir la puerta, el maestro quedó como paralizado, al tiempo que una gran sonrisa se dibujaba en su rostro.

¡La enorme pared del fondo era un único collage de miles de colores y formas que inundaba toda la habitación!. Era el decorado más bonito que había visto nunca.

- Algunos en el cole creen que yo nunca pienso mal de nadie -comenzó a explicar Miki-, ni que nada me molesta o que nunca quiera insultar a nadie, pero es mentira. A mí me pasa como a todo el mundo. Y antes me enfadaba mucho más que ningún niño. Sin embargo, hace años con ayuda de mis padres comencé un pequeño collage especial: en él podía utilizar todo tipo de materiales y colores, siempre que con cada pequeña pieza pudiera añadir algún mal pensamiento o acción que hubiera sabido contener.

Era verdad. El maestro se acercó y en cada una de las pequeñas piezas se podía leer en letras finísimas "tonto", "bruto", "pesado", "aburrido" y otras mil cosas negativas.

- Así que comencé a convertir todos mis malos momentos en una oportunidad de ampliar mi collage. Ahora estoy tan entusiasmado con él, que cada vez que alguien me provoca un enfado no dejo de alegrarme por tener una nueva pieza para mi dibujo.

De muchas cosas más hablaron aquel día, pero lo que el buen maestro no olvidó nunca fue cómo un simple niño le había mostrado que el secreto de un carácter alegre y optimista está en convertir los malos momentos en una oportunidad de sonreír. Sin decírselo a nadie, aquel mismo día comenzó su propio collage, y tanto recomendó aquel secreto a sus alumnos, que años después llamaron a aquel barrio de la ciudad, "El barrio de los artistas" porque cada casa contenía las magníficas obras de arte de aquellos niños optimistas."

lunes, 28 de abril de 2014

Así se presentan los objetivos de la clase.


La historia transcurre el primer día de clase cuando el nuevo profesor entra en el aula y sin tan siquiera presentarse, ni plantear los objetivos, ni el programa de su asignatura lo primero que hace es dirigirse al alumno sentado en la primera fila preguntándole su nombre.


-Me llamo Luis, maestro – Contesta el despistado alumno.

Lo segundo que hizo fue gritarle a Luis que saliera de la clase inmediatamente. El alumno lo miró con incredulidad y quiso protestar pero el maestro no le dio oportunidad.

-Cierra la puerta al salir. ¡No te quiero ver aquí! -Le gritó con autoridad.

Temblando de nervios, coraje o qué se yo, tomó sus cosas y salió sin decir una palabra sin olvidarse de dar un portazo paracerrar la puerta.

Todos nos quedamos asombrados y en completo silencio. Mientras el maestro sacaba un libro de su maletín, yo lo miraba y pensaba que era un completo idiota y que seguramente nos haría la vida imposible todo el semestre. ¡Qué tipo tan insoportable!

Finalmente tomó asiento y preguntó qué materia nos iba a dar.

¡Que ridículo! ¡Ni siquiera sabía a qué venía! Todos, al mismo tiempo sacamos nuestro horario de clases y dijimos al unísono: ¡INTRODUCCIÓN AL DERECHO!

-Muy bien. ¿Alguien tiene idea de qué se va a tratar en esta clase?

Algunos, los que querían impresionar al nuevo maestro levantaron la mano. El maestro señaló a uno de ellos quien de inmediato dijo que se trataría del estudio de las leyes.

-Muy bien. ¿Alguien sabe para qué sirven las leyes?

Varias respuestas tuvo esa pregunta. Para tener una sociedad organizada. No. Para que todos estemos obligados a cumplirlas. No. Para saber quiénes son los criminales. No... Y así, uno por uno... hasta que alguien dijo la palabra mágica que el maestro buscaba... Para que haya justicia.

-¡Ajá! Justicia. ¿Qué es la justicia?

La justicia es no permitir que se violen los derechos de los demás. -Bien, ¿qué más?... La justicia sirve para regular las conductas de las personas. -Bien, ¿qué más?... La justicia es buscar que cada persona obtenga lo que se merece.

-Bien, muchachos. Bien. Ahora díganme... ¿Ustedes creen que hice bien en sacar a su compañero del aula?

Silencio. Miradas unos a otros.

-¿Hice bien sí o no?

-¡Noooo!

-¿Cometí una injusticia?

-¡Sí!

-¿Y por qué nadie dijo nada? ¿De qué sirven las leyes, las normas y los reglamentos si no tenemos el valor de aplicarlas? Todos estamos obligados a levantar la voz cuando vemos una injusticia. Ustedes y yo. ¡Nunca se queden callados! Tras una breve pausa añadió: Que alguien vaya a buscar a Luis.

Silencio. Todos nos mirábamos con sonrisas idiotas. Alguien salió a buscar a Luis.

Esa mañana amé mi clase y admiré a  mi maestro de Introducción al Derecho.