lunes, 28 de abril de 2014

Así se presentan los objetivos de la clase.


La historia transcurre el primer día de clase cuando el nuevo profesor entra en el aula y sin tan siquiera presentarse, ni plantear los objetivos, ni el programa de su asignatura lo primero que hace es dirigirse al alumno sentado en la primera fila preguntándole su nombre.


-Me llamo Luis, maestro – Contesta el despistado alumno.

Lo segundo que hizo fue gritarle a Luis que saliera de la clase inmediatamente. El alumno lo miró con incredulidad y quiso protestar pero el maestro no le dio oportunidad.

-Cierra la puerta al salir. ¡No te quiero ver aquí! -Le gritó con autoridad.

Temblando de nervios, coraje o qué se yo, tomó sus cosas y salió sin decir una palabra sin olvidarse de dar un portazo paracerrar la puerta.

Todos nos quedamos asombrados y en completo silencio. Mientras el maestro sacaba un libro de su maletín, yo lo miraba y pensaba que era un completo idiota y que seguramente nos haría la vida imposible todo el semestre. ¡Qué tipo tan insoportable!

Finalmente tomó asiento y preguntó qué materia nos iba a dar.

¡Que ridículo! ¡Ni siquiera sabía a qué venía! Todos, al mismo tiempo sacamos nuestro horario de clases y dijimos al unísono: ¡INTRODUCCIÓN AL DERECHO!

-Muy bien. ¿Alguien tiene idea de qué se va a tratar en esta clase?

Algunos, los que querían impresionar al nuevo maestro levantaron la mano. El maestro señaló a uno de ellos quien de inmediato dijo que se trataría del estudio de las leyes.

-Muy bien. ¿Alguien sabe para qué sirven las leyes?

Varias respuestas tuvo esa pregunta. Para tener una sociedad organizada. No. Para que todos estemos obligados a cumplirlas. No. Para saber quiénes son los criminales. No... Y así, uno por uno... hasta que alguien dijo la palabra mágica que el maestro buscaba... Para que haya justicia.

-¡Ajá! Justicia. ¿Qué es la justicia?

La justicia es no permitir que se violen los derechos de los demás. -Bien, ¿qué más?... La justicia sirve para regular las conductas de las personas. -Bien, ¿qué más?... La justicia es buscar que cada persona obtenga lo que se merece.

-Bien, muchachos. Bien. Ahora díganme... ¿Ustedes creen que hice bien en sacar a su compañero del aula?

Silencio. Miradas unos a otros.

-¿Hice bien sí o no?

-¡Noooo!

-¿Cometí una injusticia?

-¡Sí!

-¿Y por qué nadie dijo nada? ¿De qué sirven las leyes, las normas y los reglamentos si no tenemos el valor de aplicarlas? Todos estamos obligados a levantar la voz cuando vemos una injusticia. Ustedes y yo. ¡Nunca se queden callados! Tras una breve pausa añadió: Que alguien vaya a buscar a Luis.

Silencio. Todos nos mirábamos con sonrisas idiotas. Alguien salió a buscar a Luis.

Esa mañana amé mi clase y admiré a  mi maestro de Introducción al Derecho.

Historia Reflexiva: "Quiero a todos mis alumnos"



Aquella mañana la señorita Thompson fue consciente de que había mentido a sus alumnos. Les había dicho que ella les quería a todos por igual pero, acto seguido se había fijado en Teddy, sentado en la última fila, y se había dado cuenta de la falsedad de sus palabras.



La señorita Thompson había estado observando a Teddy el curso anterior y se había dado cuenta que no se relacionaba bien con sus compañeros y que tanto su ropa como él parecían necesitar un buen baño. Además el niño acostumbraba a comportarse de manera bastante desagradable con sus profesores. Llego un momento en que la señorita Thompson disfrutaba realmente corrigiendo los deberes de Teddy y llenando su cuaderno de grandes cruces rojas y bajas puntuaciones. Sin duda era lo que merecía por su dejadez y falta de esfuerzo.


En aquel colegio era obligatorio que cada maestro se encargara de revisar los expedientes de los alumnos al inicio de curso, sin embargo la señorita Thompson fue relegando el de Teddy hasta dejarlo para el final. Sin embargo al llegarle su turno, la profesora se encontró con una sorpresa. La profesora de primer curso había anotado en el expediente del chico: “Teddy es un chico brillante, de risa fácil. Hace sus trabajos pulcramente y tiene buenos modales. Es una delicia tenerle en clase.” Tras el desconcierto inicial, la señorita Thompson continúo leyendo las observaciones de los otros maestros. La profesora de segundo había anotado, “Teddy es un alumno excelente y muy apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas en seguir el ritmo porque su madre está aquejada de unaenfermedad terminal y su vida en casa no debe ser muy fácil.” Por su parte el maestro de tercero había añadido: “La muerte de su madre ha sido un duro golpe para él. Hace lo que puede pero su padre no parece tomar mucho interés, sin no se toman pronto cartas en el asunto, el ambiente de casa acabará afectándole irremediablemente.”. Su profesora de cuarto curso había anotado: “Teddy se muestra encerrado en sí mismo y no tiene interés por la escuela. No tiene demasiados amigos y, a veces, se duerme en clase.”
Avergonzada de sí misma, la señorita Thompson cerró el expediente del muchacho. Días después, por Navidad, aún se sintió peor cuando todos los niños le regalaron algunos detalles envueltos en brillantes papeles de colores. Teddy le llevó un paquete toscamente envuelto en una bolsa de la tienda de comestibles. En su interior había una pulsera a la que faltaban algunas piedras de plástico y una botella de perfume medio vacía. La señorita Thompson había abierto los regalos en presencia de la clase, y todos rieron mientras enseñaba los de Teddy. Sin embargo las risas se acallaron cuando la señorita Thompson decidió ponerse aquella pulsera alabando lo preciosa que le parecía, al tiempo que se ponía unas gotas de perfume en la muñeca. Teddy fue el último en salir aquel día y antes de irse se acercó a la señorita Thompson y le dijo: “Señorita, hoy huele usted como solía oler mi mamá.”


Aquel día la señorita Thompson quedó sola en la clase, llorando, por más de una hora. Aquel día decidió que dejaría de enseñar lectura escritura o cálculo. A partir de ahora se dedicaría a educar niños. Comenzó a prestar especial atención a Teddy y, a medida que iba trabajando con él, la mente del niño parecía volver a la vida. Cuánto más cariño le ofrecía ella, más deprisa aprendía él. Al final del curso, Teddy estaba ya entre los más destacados de la clase. Esos días, la señorita Thompson recordó su “mentira” de principio de curso. No era cierto que los “quisiera a todos por igual”. Teddy se había convertido en uno de sus alumnos preferidos.


Un año después la maestra encontró una nota que Teddy le había dejado por debajo de su puerta. En ella Teddy le decía que había sido la mejor maestra que había tenido nunca.


Pasaron seis años sin noticias de Teddy. La señorita Thompson cambió de colegio y de ciudad, hasta que un día recibió una carta de Teddy. Le escribía para contarle que había finalizado la enseñanza superior y para decirle que, continuaba siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.


Unos años más tarde recibió de nuevo una carta. El niño le contaba como, a pesar de las dificultades había seguido estudiando y que pronto se graduaría en la universidad con excelentes calificaciones. En aquella carta tampoco se había olvidado de recordarle que era la mejor maestra. Cuatro años después, en una nueva carta, Teddy relataba a la señorita Thompson como había decidido seguir estudiando un poco más tras licenciarse. Esta vez la carta la firmaba el doctor Theodore F. Stoddard, para la mejor maestra del mundo.


Aquella misma primavera, la señorita Thompson recibió una carta más. En ella Teddy le informaba del fallecimiento de su padre unos años atrás y de su próxima boda con la mujer de sus sueños. En ella le explicaba que nada le haría más feliz que ella ocupara el lugar de su madre en la ceremonia.

Por supuesto la señorita Thompson aceptó y acudió a la ceremonia con el brazalete de piedras falsas que Teddy le regalará en el colegio y, perfumada con el mismo perfume de su madre. Tras abrazarse, Teddy le susurró al oído: “Gracias, señorita Thompson, por haber creído en mí. Gracias por haberme hecho sentir importante, por haberme demostrado que podía cambiar.”


Visiblemente emocionada, la señorita Thompson le susurró: “Te equivocas, Teddy, fue al revés. Fuiste tú el que me enseñó que yo podía cambiar. Hasta que te conocí, yo no sabía lo que era enseñar.”

sábado, 26 de abril de 2014

5 competencias que un docente debe desarrollar.

En la escuela los docentes también debemos desarrollar competencias, en el entendido que no "competimos" si no que nuestras acciones laborales con la aplicación de competencias nos hacen idóneos para el cargo. 


1.-PARTICIPAR EN LA GESTIÓN DE LA ESCUELA




Hoy en día se ve en las escuelas que la gestión se ha ido perdiendo hay escuelas que han sobresalido y otras se quedan estancadas ya que muchas de ellas se rehúsan al cambio y al uso de tecnologías, pocas escuelas se destacan realizando esa gestión.


La gestión no debe dejarse solo al maestro sino de igual forma involucrar a los dirigentes, aprendiendo estos a delegar, pedir cuentas, conducir, suscitar, garantizar y negociar proyectos, estudiar e interpretar balances.


El profesor es capaz de dirigir grandes proyectos porque tiene esa capacidad debido a su instrucción, pero lamentablemente interfieren individualidades que no ayudan a la construcción de reales proyectos, si llegáramos a entender claramente lo que es la profesionalización y los objetivos de la educación se realizarían y se aplicarían grandes proyectos


La administración de los recursos de la escuela deberían llevarse de acuerdo a la toma de decisiones de manera colectiva y serían más eficaces, si estas fueran directamente a un servicio de un proyecto que propone prioridades

2.- FORMAR E IMPLICAR A LOS PADRES DE FAMILIA


Desde hace tiempo la intervención que tienen los padres de familia se ha visto como solo informativa, en muchos casos los padres de familia son vistos como ajenos a la escuela lo cual no debería ser así ellos juegan un papel importante en la formación de sus hijos, es necesario que los padres de familia estén informados pero que además se les dé el derecho que tienen a ser consultados y participar en la gestión. El dialogo mutuo y constate nos llevará a lo razonable y cada uno de ellos descubrirá que la colaboración no solo es posible, sino productiva lo que aumentará la confianza. 



3.- UTILIZAR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Los nuevos programas de estudio de educación, piden el uso de las Tics, es común que muchos de nuestros alumnos estén muy familiarizados con el uso de estas tecnologías lo incongruente sería que nosotros como profesores no alcancemos a nuestros alumnos, es necesario que todos los profesores enfrentemos estos retos que se presentan y lo tomemos como crecimiento profesional ya que muchos de nosotros solo queremos quedarnos en lo antiguo, porque es más fácil y sencillo, pero con esa actitud solo hacemos que la escuela se divorcie de la realidad y sea un mundo aparte, ajeno y carente de significado para esas generaciones que educamos. 



4.-PREVENIR LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA Y LA CIUDAD


Actualmente nuestra sociedad se vive con violencia, todos los días nos despertamos con las noticias donde el titulo principal y con letras rojas son las muertes y masacres de tantas personas, haciendo que las nuevas generaciones se hagan insensibles al convertirse en algo común y cotidiano.



La violencia se debe prevenir desde la escuela, pero siendo congruente con lo que hacemos, los maestros debemos ser los primero en practicar la no violencia dejando a tras los castigos, la forma de llamar la atención tradicionalmente como se ha venido haciendo dando oportunidad a que los alumnos sean los principales actores en la construcción de su reglamento, dando pauta a que ellos mismos realicen los cambios pertinentes sin caer en la violencia.

5.- ORGANIZAR LA PROPIA FORMACIÓN CONTINUA


Parte de nuestro quehacer educativo es asistir a cursos de actualización, información, talleres etc. Se piensa que por el simple hecho de ser maestros, el conocimiento prevalece y no es así necesitamos poner el conocimiento en practica, se debe formar ámbitos de aprendizajes, de discusión, reflexión, construir competencias. Pareciera que todo esta inmovil pero se ha visto que lentamente ha cambiado las practicas pedagógicas docente-alumno.


La formación continua no solo debe de ser para cumplir un horario, una asistencia se debe entenderse como un cambio en nuestra identidad para mejorar nuestra practica docente. Páginas como"Soy docente maestro y profesor" de Facebook, este blog educativo, podcast educativos, canales educativos de youtube como Momovipro se convierten en herramientas de capacitación constante.





Fuente de Consulta:
Perrenoud,Philippe.” Diez nuevas competencias para enseñar”

martes, 15 de abril de 2014

Cuide su instrumento de trabajo: SU VOZ


Cuando se es novato en docencia la primera enfermedad que nos afectará estará siempre relacionada con la garganta, obviamente  y aunque poco nombrada pero sí muy utilizada: la voz. Con el correr de los años sigue siendo la voz la principal afección médica y es considerada para nosotros como docentes una enfermedad profesional. 
Largas jornadas en las que todo el conocimiento sale tanto de la garganta como del cerebro, son las que con el pasar de los años traen a la vida de los maestros diversas dolencias relacionadas con la voz y el aparato de fonación. 

A pesar de que los maestros son profesionales de la voz, muy pocos son los que le prestan atención a este instrumento y toman las medidas necesarias para asegurar que en el largo plazo su cuerpo no les pasará factura por años de descuido y malos hábitos.



En palabras de la doctora Diana Milena Herrera, actual fonoaudióloga del Colegio Tolimense de la ciudad de Ibagué, "los maestros deben tomar conciencia de que la voz es un componente vital de su fuente de ingreso. Deben conocer y practicar técnicas vocales, pues muy pocos tienen una rutina de entrenamiento vocal. Deben saber, además, que la disfonía, en general, es una enfermedad laboral común en su profesión y es necesario que se eduquen para no lastimar la herramienta de trabajo". 

Síntomas y trastornos comunes

A grandes rasgos, la sensación de falta de aire, la ronquera, el dolor o ardor al hablar, la tensión excesiva en el cuello, la carraspera, la dificultad al comer, beber o pasar saliva y la sensación de tener un cuerpo extraño en la garganta son los síntomas más comunes de una disfonía o un trastorno vocal. 

Las disfonías pueden ser esporádicas o transitorias, en caso de resfrío, gripa o anginas; también pueden ser crónicas e irreversibles, provocadas por afecciones que no pueden ser curadas. "Entre los problemas vocales más comunes en maestros están las disfonías por hiperfunción o hipertónicas, causadas por un mal uso y abuso vocal, especialmente por largas jornadas de trabajo en las que los docentes tratan de manejar a los estudiantes utilizando el recurso de alzar la voz; también se encuentran las causadas por la reiteración de malos hábitos, como consumo de alcohol, bebidas cafeínadas, tabaquismo, entre otros; por otro lado, el padecer enfermedades como gastritis y reflujo gastroesofágico puede afectar directamente la voz, pues los ácidos que producen estas enfermedades llegan a lesionar también la laringe. En el peor de los casos, estas afecciones pueden evolucionar en patologías como nódulos, pólipos vocales, quistes laríngeos, edema de Reinke, papilomas o cáncer laríngeo", aclara la doctora Herrera. 

Mucho que aprender

El panorama de la salud vocal para docentes en el país se caracteriza por la falta de información, educación y disciplina de los maestros sobre prácticas de entrenamiento vocal y cuidados de su instrumento de trabajo, además de la poca prevención y promoción que realizan las administradoras de riesgos profesionales en las instituciones educativas sobre este tema.



La importancia de saber respirar

La respiración correcta es la conocida como costodiafragmática. Aprender a respirar de esta forma es importante, puesto que el 90% de casos de insuficiencia o fatiga vocal proviene de una respiración inadecuada. El profesional de la voz debe inspirar por la nariz, llevar el aire al diafragma (vientre) y hacer una pausa para después espirar por la boca, en forma de soplo suave y prolongado. Este soplo es el que produce la voz: el sonido del habla se crea por la vibración de las cuerdas vocales en tensión, debido al aire que pasa entre ellas. El soplo respiratorio o exhalación debe realizarse de tal forma que no llegue a contraer los músculos del cuello. Si se altera el equilibrio muscular por una respiración exagerada o un soplo disminuido, el trastorno vocal llegará inminentemente. 

La práctica progresiva de relajación y disciplinas como yoga o tai chi permite eliminar tensiones musculares, que actúan como enemigas de la buena fonación. En algunos casos, la distensión muscular no se logra con prácticas físicas, debido a que sus causas son de origen psicológico, como por ejemplo altos niveles de estrés, en cuyo caso se recomienda tratamiento psicoterapéutico.

Relajación muscular para facilitar

La respiración
Para la zona del cuello: mueva la cabeza de izquierda a derecha, dibujando una media luna en el aire. Incline la cabeza hacia adelante y muevala suavemente de izquierda a derecha.
Para la zona clavicular: Con los brazos relajados, eleve los hombros suavemente; una vez estén en el punto más alto, mantenga la tensión por unos segundos y luego déjelos caer. También lleve los hombros hacia arriba y hacia abajo rápidamente,luego alterne levantando primero un hombro y después el otro.


Prevención o alivio

Aunque los expertos afirman que la prevención de este tipo de enfermedades está destinada exclusivamente a docentes entre los 20 y 30 años de edad, pues pasada esta etapa la enfermedad ya puede estar instalada, hay que resaltar la importancia de una visita al otorrinolaringólogo para cualquier persona que presente síntomas persistentes por más de una semana. Para las personas mayores de 30 años es de vital importancia adoptar hábitos saludables e iniciarse en ejercicios de calentamiento vocal y demás prácticas encaminadas a facilitar el trabajo de las cuerdas vocales y la laringe. Para esto, a continuación ofrecemos algunas pildoritas de información que le servirán para aliviar y prevenir sus molestias vocales:
Consumir bastante agua, que no debe estar ni fría ni caliente; mínimo 8 vasos diarios.
Realizar calentamiento de cuerdas vocales y rutina diaria de ejercicios vocálicos. Puede empezar por trinar o silbar en la mañana (en la ducha o mientras se dirige al trabajo), o tararear suavemente, como si estuviera cantando un arrullo. Repita este mismo ejercicio en diferentes intervalos de su rutina, para descansar la garganta y al final del día para enfriar la voz.
Reducir la ingesta de alcohol y cafeína, porque deshidratan los pliegues vocales.
Cuidar la alimentación, puesto que las comidas demasiado condimentadas pueden irritar la laringe; también es importante una alimentación sana y ligera antes de iniciar la jornada laboral, que facilite una buena digestión.
El tabaco es un gran enemigo de la salud vocal, es el camino más fácil hacia el cáncer laríngeo.
¡No gritar!
Si hay síntomas como ronquera, pérdida frecuente de la voz, afonía, alteración de los patrones respiratorios o en la vía aérea superior, presencia de sinusitis, rinitis, etc., consultar inmediatamente al especialista, el otorrinolaringólogo.
Chequear anualmente la función auditiva: la pérdida de audición repercute en que la persona deba hablar en una intensidad más fuerte a la que está acostumbrada, y esto causa paulatinamente hiperfunción vocal.
Aprender a respirar. El docente debe saber que la simple respiración que realiza en forma inconsciente y automática no es suficiente para quien utiliza la voz profesionalmente. Si respira mal, va a hablar mal.
Practicar disciplinas como yoga, stretching, tai chi y relajación, para relajar los músculos, especialmente los del cuello.
Evitar el estrés y otros estímulos psicológicos negativos, que puedan afectar el sistema inmunológico y causen tensión muscular.
La voz resiente mucho la falta de sueño. Duerma como mínimo 8 horas, especialmente durante los días de clases.
No se auto medique, consulte al especialista.

jueves, 10 de abril de 2014

El Bambu Japones

Esta historia sirve para entregarla en jornadas de capacitación docente: 

1- Entregar la hoja con la historia del bambú japones, desde donde se abren comillas ("") Hasta donde se cierran. Pedir que lean en silencio. Tome el tiempo de manera que se asegure que todos la leyeron. 
2- Preguntar como se asemeja la labora docente con el bambu japones.
3- Pedir ejemplos de acciones docentes que puedan ser un simil del bambú japonéz. 
4- Escriba los aportes en la pizarra o papel disponible, haga un cierre mencionando las ideas de todos los participantes, evite comentar usted mientras ellos lo hacen, el que dirige la actividad comenta al último.
5- Al finalizar la jornada despidase diciendo que: " Esta jornada fue una semillita de Bambú Japones. 


"Algo muy curioso sucede con el bambú japonés. Cuando usted pone la semilla, la abona y la riega constantemente, ve que ni en los primeros meses, ni durante los primeros 7 años no pasa absolutamente nada con esa semilla .


Sin embargo durante el 7mo. año, en un periodo de 6 semanas esta planta de bambú crece más de 30 metros. Ahora la pregunta crucial es: 

· ¿Tomó a esta planta sólo 6 semanas para crecer? · ¿O le tomó 7 años y 6 semanas? ¿Usted qué cree? ·

La verdad es que tomó 7 años para crecer y · en que esos primeros 7 anos de aparente inactividad este bambú estaba desarrollando un sistema complejo de raíces que pudiera sostener el crecimiento MASIVO que iba a experimentar."

sábado, 5 de abril de 2014

jueves, 3 de abril de 2014